La multinacional ya está presente en el país, de la mano de Carlos Bulgheroni, “niño mimado” del Gobierno y titular de Pan American Energy. Pero el petróleo no es lo único que le interesa a los chinos, que necesitan materias primas para asegurar su crecimiento para los próximos 30 años
Mientras el Senado se apresta a darle la "estocada final" a Repsol y expropiarle YPF, crecen las especulaciones sobre quiénes serán y qué rol ocuparán los nuevos socios de la petrolera.
La aclaración de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de que la decisión de quitarle la participación mayoritaria a la empresa española no implica, necesariamente, una "estatización", dejó en claro que el Gobierno saldrá a sellar alianzas con firmas que aporten el dinero requerido para poder extraer la riqueza de petróleo y gas que ostenta el país.
El objetivo es tan ambicioso como multimillonario. Se necesitan algo más de u$s25.000 millones para profundizar la actividad en la zona hidrocarburífera conocida como "Vaca Muerta", unos 1.100 kilómetros cuadrados que encierran unos de los reservorios de gas no convencional más grandes del planeta.
De alguna manera, un "premio" tan importante, hace que actores privados quieran entrar en escena, pese a la poca seguridad jurídica que exhibe el país por sus constantes cambios en la reglas de juego.
Un gigante chino espera paciente
Por lo pronto, una de las alternativas que baraja el Ejecutivo es sumar a inversores chinos, que cuentan con fondos frescos y -desde hace tiempo- ya vienen sacando rédito de la riqueza del suelo argentino.
Sucede que el gigante asiático -que fiel a su estilo ya está planificando su futuro para los próximos 20 a 30 años- necesita de muchas de las materias primas con las que sí cuenta la Argentina, y que van más allá del petróleo. Al respecto, fuentes cercanas al Gobierno deslizaron que la intención es tentar a un grupo asiático para que instrumente en el país un plan de inversiones del orden de los u$s10.000 millones.
Ahora bien, ¿quién puede ser ese candidato? Las miradas apuntan a la compañía CNOOC (China National Offshore Oil Corporation), un "peso pesado" mundial en el sector del petróleo que, en marzo de 2010, se quedó con el 50% de la firma Bridas Energy Holdings (BHE), de los hermanos Bulgheroni, previo pago de u$s3.100 millones.
¿Qué es CNOOC? Para tener una real dimensión de esta firma, cabe destacar que es la tercera petrolera china y ostenta una capitalización bursátil de 80.000 millones de dólares.
En 2011 registró una marca histórica en sus beneficios netos, con un aumento del 30 por ciento.
En Argentina, tras la compra de una parte de Pan American Energy (PAE), se aseguró la explotación de Cerro Dragón en Chubut -considerado el principal yacimiento de la Argentina- como así también los derechos de extracción por 40 años de la totalidad de las reservas de hidrocarburos de Santa Cruz.
Pero esto no es todo. Sin prisa pero sin pausa, durante el primer tramo de ese año -también en sociedad con PAE- la gigante CNOOC cerró la compra de una refinería en Campana y las casi 450 estaciones de servicio que Esso explotaba en el país.
La "cara" local
De todos modos, y pese a la dimensión de este gigante, se hace necesaria la "cara visible" de un actor local.
Y ahí es donde entraría en escena el "niño mimado" del Gobierno, Carlos Bulgheroni, que mantiene una excelente sintonía con el kirchnerismo y fue aplaudido por algunos gobernadores por haber invertido lo suficiente e incrementado las reservas de la firma.
Desde la propia Pan American Energy aseguran que la compañía:
• Mantiene el nivel más alto de inversión de la industria del petróleo y gas en el país.
• Ha logrado una tasa de reposición de reservas de casi el 150%.
• Aumentó un 70% su producción de crudo y gas en varias zonas de la Argentina.
• Duplicó su participación de mercado, hasta el 18% de la producción de hidrocarburos.
¿Quién es Bulgheroni?
En los últimos días de marzo, y cuando las tensiones con Repsol ya habían pasado un punto de no retorno, Bulgheroni -propietario de Pan American Energy, segunda petrolera del país- se reunió con la Presidenta.
Hace ya unos seis años este empresario había estado en la recta final para entrar en YPF, aunque luego "el elegido" fue Enrique Eskenazi. En dicha operación este último apenas tuvo que aportar capital, habida cuenta de que Repsol financió al banquero de Santa Fe y le cedió el control operativo bajo el compromiso de que éste le vaya cancelando el préstamo vía pago de dividendos.
El interés chino en el petróleo
"América del Sur, en general, y la Argentina, en particular, le aportarán a China en los próximos años los insumos que hoy ese país explota en buena parte de África", destaca el economista Tomás Bulat.
En la misma línea, el analista internacional Jorge Castro afirma: "Las inversiones chinas nunca son al azar y siempre se realizan bajo un sentido estratégico. Por la riqueza natural, nuestro país hoy es vital para lo que será el consumo de China dentro de 20 o 30 años".
"Por potencial, sólo América del Sur y el continente africano pueden abastecerla de las materias primas suficientes como para sostener un crecimiento del 10% anual. Además, para el gigante asiático una inversión como fuera su ingreso en PAE le significa tener una de las mayores reservas del país, incluso las submarinas", afirma el experto.
Y agrega: "Los desembolsos en el petróleo van de la mano con lo que China está concretando en la región. Sobre todo en Brasil y en nuestro país. Hoy ya es el principal socio comercial de la nación vecina, y también el principal inversor extranjero directo. Todo indica que va camino a hacer lo mismo con Argentina".
Pero CNOOC, una candidata firme para entablar una sociedad con YPF, vía Bulgheroni, no está sola por estas tierras. Otro actor de peso que ya puso algunas "fichas" es Sinopec (la segunda petrolera china) que, en febrero de 2011, finalizó la adquisición de los activos que la estadounidense Occidental Petroleum (Oxy) tenía en la Argentina, por valor de u$s2.450 millones. Participa de 23 concesiones de producción y exploración en el país.
Trascendió que, el pasado viernes, tenía sobre la mesa un acuerdo no vinculante para comprar YPF y Repsol estaba dispuesta a vender el total de sus acciones, en una cifra cercana a los u$s15.000 millones. Pero el supuesto proceso de venta secreto quedó trunco el lunes, tras el anuncio de expropiación.
¿China viene por todo?
Pero China no sólo está interesada en hidrocarburos. El gigante asiático ya estampó su sello en la minería local, la producción agrícola y ganadera, madera y biodiesel, entre otras tantas ramas de actividad en las que participa.
Tal como ya la detallara iProfesional.com, el gigante asiático ha ido ganando espacio en el país, a punto tal que actualmente está presente en las 23 provincias argentinas, como se puede apreciar en el siguiente mapa:
En simultáneo al renovado interés en obtener petróleo y gas, su estrategia incluye la búsqueda de materias primas y alimentos clave:
En la Patagonia impulsó un acuerdo con Río Negro para producir soja en 200.000 hectáreas irrigadas de manera artificial. Además, negoció pactos similares con las provincias de Corrientes, Chaco y Misiones para invertir en la producción de arroz, trigo y girasol.
En lo que hace a cítricos, aceite, ganado vacuno y porcino, su mirada se focaliza en Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires, Entre Ríos y La Pampa.
En Río Negro, además del control de Cerro Dragón, el capital asiático ya se aseguró el dominio de un activo básico para su aparato industrial.
En este sentido, la minera MCC mantiene bajo su poder la explotación del yacimiento de hierro Sierra Grande. La firma produce unos 1,5 millones de toneladas de hierro crudo que son exportados de manera íntegra a China.
Los especialistas en minería aseguran que el volumen de riqueza ferrosa que esconde el suelo de Sierra Grande es incalculable. El emprendimiento asiático se completa con un puerto propio instalado en Punta Colorada.
En Buenos Aires, participa en el negocio de la soja, carne vacuna, ganado porcino y cereales.
En Córdoba y Santa Fe, su interés viene marcado por la elaboración de aceites y de biocombustibles.
En el noroeste de la Argentina, se ocupa de la búsqueda y extracción de minerales aunque, tal como sucede en el caso de Salta, también existen inversiones para la explotación de tabaco.
Por el lado de los minerales riojanos, la minera de oro más grande de China, Shandong Gold, quiso desembarcar en la Argentina de la mano del gobierno provincial.
En Tucumán, los capitales chinos han avanzado fuertemente en la compra de tabaco del tipo Virginia, considerado uno de los de mayor calidad.
En el caso de Chaco, funcionarios chinos ya comenzaron a negociar con las autoridades provinciales para que firmas asiáticas exploten tierras fiscales para producir granos que luego serán exportados a dicho país.
Su necesidad de hacerse de trigo, girasol y biodiesel fue el motivo por el cual funcionarios de la embajada China se hayan reunido tiempo atrás con el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich.
Su interés por la genética bovina argentina hizo que varios empresarios orientales desembarquen también en Formosa.
Ahora, con la decisión oficial de comenzar a buscar socios para la "nueva" YPF, China cuenta con una oportunidad única para consolidarse como protagonista del sector.
Aunque dicha oportunidad no sólo tiene que ser vista de un solo lado. También lo es para el Gobierno argentino, necesitado como nunca de alguien que aporte capital, bajo el eventual paraguas de Bulgheroni.
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