Por Redacción Diario De Cuyo
Aerolíneas Argentinas prevé renovar su flota pero tiene problemas para ubicar las aeronaves a un precio que la ayude a pagar la deuda pendiente.
Desde que se ha reactivado el mercado de vuelos en nuestro país, la aerolínea de bandera, Aerolíneas Argentinas, comenzó a considerar el reemplazo de los Embraer E 190, por una aeronave con mayor capacidad, que se ajuste a las necesidades actuales, figurando entre los candidatos con mayores posibilidades el Boeing 737-800.
El proyecto de reemplazo de los aviones que, de acuerdo a los expertos es necesario y urgente, prevé la venta de las viejas unidades. Pero el problema que se presenta es que su cotización es tan baja que ni siquiera alcanza para saldar los créditos con los que fueron comprados estos aviones. De venderlos en esas condiciones Aerolíneas deberá afrontar una gran pérdida, lo que pondría a la compañía en una situación muy difícil, cercana al quebranto.
La compra de 20 aviones Embraer se realizó durante el gobierno kirchnerista, en épocas en que Ricardo Jaime era el secretario de Transporte y Julio Alak, el presidente de Aerolíneas. Luego se adquirieron 2 unidades más durante la gestión del camporista Mariano Recalde. La propia expresidente Cristina Kirchner admitió en 2009 que la compra de los aviones brasileños se debió más a una cuestión política que a razones operacionales, una medida que ahora complica a la actual administración.
En total son 22 aviones por los que se pagaron 34,9 millones de dólares por cada uno, mientras que en el mercado costaban alrededor de 30 millones. Ahora no valen más de 12 millones de dólares lo que complica la situación ya que aún se deben unos 360 millones de dólares, lo que implica que la venta no alcanzará para cubrir el saldo.
La necesidad de investigar el proceso de compra de las aeronaves hizo que las operaciones fueran nuevamente cuestionadas tanto por las actuales autoridades de Aerolíneas Argentinas como por los consultores internacionales convocados para tal fin. En consecuencia se han radicado denuncias tanto en la Argentina como en la Comisión de Valores de EEUU y otros organismos afines, por lo que podrán surgir novedades en relación a Recalde y Alak, ya que Jaime actualmente está preso en Ezeiza.
Una vez más, las maniobras inescrupulosas cometidas por funcionarios kirchneristas dejan su estela de irregularidades en cada una de las gestiones que les tocaron concretar, en medio de halo de corrupción que ha dejado su marca en todos los ámbitos.
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