Por Adrián Luciani - aluciani@lanueva.com - La Nueva
Representantes de Chile y Argentina se reunieron en un seminario que tuvo lugar en la Embajada del vecino país en la Capital Federal y del que tomaron parte varios bahienses. Ahora se irá en busca de financiamiento.
Nuevos intentos para reactivar el ferrocarril Trasandino del Sur. Economía y finanzas. La Nueva. Bahía Blanca
Todo parece indicar que el sueño de Domingo Pronsato no está muerto. El jueves pasado, una vez más, argentinos y chilenos volvieron a reunirse y decidieron reanudar los esfuerzos para reactivar el Trasandino del Sur. El proyecto, impulsado por Pronsato en 1930 y luego continuado con éxito dispar, pretende unir los océanos Atlántico y Pacífico a través de un ferrocarril entre los puertos de Bahía Blanca y Talcahuano.
La iniciativa fue presentado dentro del Plan Patagonia que lanzó el gobierno de Mauricio Macri, pero aún no convenció a las autoridades nacionales de que vale la pena destinar recursos y continúan las conversaciones con el gobierno de Neuquén.
La inversión que se requiere es de u$s 719 millones para la construcción de 190 kilómetros del lado chileno y u$s 281 millones para la construcción de 86 kilómetros del lado argentino.
Según dijo el embajador chileno, José Viera Gallo, se intentará colar la iniciativa en la visita del presidente Macri a Chile, el 27 de junio y en la de su par, Michelle Bachelet, el 19 de julio.
“Esta iniciativa no debería demandar demasiado tiempo porque gran parte de la vía férrea ya está construida (entre Bahía Blanca y Zapala, del lado argentino y hasta cerca del límite fronterizo del lado chileno)”, sostuvo el el embajador de Chile en la Argentina, José Antonio Viera Gallo.
Explicó que el proyecto demandaría una inversión de alrededor de US$ 1.000 millones y hay voluntad política en ambos países para hacerlo. “Lo que hay que ver ahora es la participación de las empresas privadas”, sostuvo.
El embajador participó del Seminario Ferrocarril Trasandino del Sur, que se realizó el jueves en la sede de la Embajada chilena, Al encuentro asistieron varios bahienses, por caso el intendente municipal Héctor Gay, el presidente de la Bolsa de Comercio local, Carlos Arecco, el senador nacional Jaime Linares, el titular del Consorcio del Puerto de Bahía Blanca, Pablo Pussetto y el secretario parlamentario del Senado, Juan Pedro Tunessi, entre otros.
“Estamos dando un nuevo impulso. Se podrán sacar productos argentinos por puertos de la Octava Región y a la vez importar insumos para su industria y sus actividades económicas. Es un gran proyecto. Esperamos que se pueda realizar”, acotó.
Etapa inicial
Al ser consultada por la agencia oficial de noticias Télam, Mónica Avogadro, directora de Límites y Fronteras de la Cancillería argentina, dijo que la idea está en su etapa inicial. “Recoge la iniciativa de la zona que conforma el Comité de Integración de la Región de los Lagos que unen las regiones de Bío Bío y la Araucanía chilena con Neuquén, Río Negro e incluso la intendencia de Bahía Blanca que integra este comité desde hace muchos años”.
También dijo que se trata de un proyecto y que, como tal, está en una etapa inicial. Sin embargo, aclaró que no le consta a la Cancillería argentina que Chile tenga asegurada la financiación. “Este es un seminario de difusión porque lo que se busca es divulgar para hallar la financiación. Esto demanda tiempo y esfuerzo. Llegar a la instancia de la Entidad Binacional como la que tenemos en Agua Negra (San Juan), llevó mucho tiempo. Pero ahora existe una Entidad que obtiene el financiamiento del BID como un organismo integrado por los 2 Estados”.
Una antigua idea
La idea del Trasandino del Sur tiene unos 130 años, cuando a fines del siglo XIX se realizó el primer estudio. Los ingleses del Ferrocarril del Sud hicieron una obra colosal en 1889, llevando el riel hasta Neuquén, el cual extendieron, en 1914, hasta Zapala. En 1957, el ingeniero Domingo Pronsato organizó en la ciudad el primer congreso “Trasandiniano”.
Uno de los últimos capítulos de esta historia fue escrito por el ex gobernador neuquino Jorge Sobisch, cuando tomó una millonaria deuda en dólares para extender la red ferroviaria desde Zapala unos 24 kilómetros hacia la frontera. Al poco tiempo las obras se detuvieron, aunque ahora las expectativas chilenas en la industria petrolera, a partir de Vaca Muerta, reactivaron el interés en ese país, sobre todo por la posibilidad de abrir los puertos chilenos a los insumos y equipos que demanden los yacimientos ubicados en la provincia de Neuquén.
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