Por Alan Soria Guadalupe - LA NACION
Un grupo de especialistas de la Cruz Roja trabajará durante dos meses en las islas gracias a un acuerdo entre la Argentina y el Reino Unido
La expectativa por el operativo no alteró la quieta calma en las islas. Foto: LA NACION / Hernán Zenteno
PUERTO ARGENTINO.- "¿Venís por lo de los cuerpos?" La pregunta de una isleña en Mount Pleasant, la base militar de las Malvinas donde aterriza el único vuelo semanal desde el continente, es la primera de una sucesión de interrogantes que dan cuenta de la expectativa que se vive por estas horas en las islas.
Hoy empieza aquí un proceso que durará dos meses y que pretende dar una conclusión a uno de los tantos capítulos de la guerra: un grupo de especialistas comandados por el Comité Internacional de la Cruz Roja intentará identificar a los cuerpos de los 123 soldados argentinos caídos en combate y que permanecen, desde 1982, enterrados sin sus nombres bajo cruces blancas en el cementerio de Darwin, al que por estas horas cuesta acercarse por un fuerte operativo de seguridad.
Aunque no es un tema que se discuta a viva voz en los pocos comercios o bares de esta ciudad de poco más de 2100 habitantes, todos están al tanto de qué se trata.
Saben que se va a excavar la tierra, que fue un acuerdo al que llegaron los gobiernos argentino y británico y que se buscó el consentimiento de las familias de los fallecidos para avanzar. Detalles más, detalles menos, eso es lo que se conoce hasta ahora, pues es poca la información que brinda el comité desde la conferencia en la que explicó los trabajos semanas atrás.
"Es muy valioso para los familiares", dice Sarah, mientras cuelga la campera en el perchero, se saca las botas con nieve y barro en las suelas y guarda los guantes en la entrada de un restaurante. La mujer, de unos 60 años, suspira como si estuviera harta del frío, más intenso de lo normal en estos días. "Acá siempre hace frío, pero esta vez es inusual. En la semana estará más cálido", cuenta Leeann, que maneja una camioneta de una empresa de traslados.
Esas temperaturas de las que habla tendrán un rol clave en las exhumaciones. Si el suelo está congelado será más difícil extraer las muestras y el proceso, que ya de por sí durará al menos dos meses, podría demorarse.
"Esperamos poder avanzar todo lo posible, pero no sabemos cómo está el suelo", dice a LA NACION uno de los miembros del equipo que viajó a las islas convocado por la Cruz Roja y que se encuentra hospedado en un pequeño complejo cerca del cementerio, que suele estar abierto en la temporada turística que concluyó en abril, pero que se abrió igual en esta fecha exclusivamente para albergar a los especialistas. Y agrega: "Tampoco sabemos con qué nos vamos a encontrar".
Es que la relevancia histórica de los trabajos tiene otro aspecto determinante, que hasta hoy es una incógnita. En caso de que las condiciones climáticas permitan excavar el suelo, no se sabe en qué estado van a estar los cuerpos, que fueron enterrados dentro de tres capas de bolsas mortuorias.
En el mejor de los casos, dicen, el frío conservó los restos de los soldados como para tomar muestras de las huellas dactilares. En el peor escenario, el paso del tiempo hará imposible la identificación. Se espera que se puedan extraer hasta tres cuerpos por día, que luego de ser analizados preliminarmente en un pequeño laboratorio instalado en el terreno volverán a enterrarse, pero no en bolsas, sino en féretros.
Un trabajo complejo
Las muestras serán cotejadas con las de las familias que accedieron a brindar sus propias muestras, que fueron unas 95. Luego, serán enviadas a Córdoba, donde funciona el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF). Dos representantes de ese grupo, Mercedes Salado y Luis Fondebrider, trabajarán aquí durante el próximo mes. Después serán reemplazados por otros profesionales.
También viajaron dos forenses desde el Reino Unido. El grupo, que en total está compuesto por 12 especialistas -no sólo forenses-, está a cargo de Laurent Corbaz, que cuenta con más de 30 años de experiencia en trabajos humanitarios.
No todas las familias estuvieron de acuerdo con lo que se hará con los cuerpos y la Comisión de Familiares de Caídos presentó reparos acerca de cómo se llevó adelante el operativo.
Los miembros del equipo con los que habló LA NACION dicen estar al tanto de ello y de la carga emocional que tiene para los parientes la responsabilidad que se les encomendó. "Todas las familias tienen derecho a decir si quieren hacerlo o no", subrayó uno. Otro lo mira, asiente y recuerda cuán emotivo fue el momento en el que vio a unos parientes dejar sus muestras de ADN: "Para los familiares, cuando terminó la guerra el tiempo se congeló".
Datos de una dolorosa misión
Dos meses - Se espera que la misión dure dos meses. Las condiciones climáticas pueden entorpecer y hacer más lento el proceso
Los soldados - 123 es el número de cuerpos sin identificación enterrados en el cementerio de Darwin
El equipo - Tres especialistas prevén exhumar entre dos y tres cuerpos por día. Tras la toma de muestras, volverán a ser enterrados. El equipo de la Cruz Roja lo integran otras 19 personas
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