Siguiendo esa misma filosofía, y dado que desde principios de 2015 se están asumiendo nuevos servicios de vigilancia y protección antiterrorista en lugares de gran concentración de público por parte de la Policía Autonómica de Cataluña -los Mossos d’Esquadra- y en puntos de especial interés -las playas, Sagrada Familia, Estación de Sants, Plaza Cataluña, zona del Born, por citar algunos lugares de Barcelona-, se han iniciado los estudios para propiciar la compra de una nueva arma de asalto para el Área de la Brigada Mòbil (BRIMO) de los Mossos. Son en buena medida sus agentes de élite, especializados en temas de control de masas y de cometidos de vigilancia y seguridad, quienes asumen esos despliegues y lo hacen equipados con sus actuales subfusiles HK UMP del 9x19mm y escopetas, aunque también disponen de los HK MP5 más antiguos en sus armeros.
Esa intención de adquisición, lógica atendiendo lo que ya ha realizado en los últimos años la Policía Nacional en las Unidades de Intervención Policial (UIP’s) y la Guardia Civil en los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS’s) -ambos colectivos despliegan diversas variantes de los HK G36-, contempla la validación de diversos modelos especialmente recientes, en su caso de tipo compacto que son más acorde con lo que requieren. Se han señalado como potenciales opciones los HK G36 y HK416, aunque también podrían postularse otros puesto que hay opciones belgas, italianas, israelíes, suizas, o checas muy interesantes que han ido surgiendo en los últimos años en el mercado internacional y que podrían dar buena cobertura a lo que se busca.
Las validaciones, en las que se verá involucrada la Unidad de Armas de los Mossos que gestiona ese ámbito concreto de compras, deberán completarse con cierta premura para así agilizar una compra que se estima como de lo más conveniente y en cierta medida urgente, policialmente hablando. Se trataría de una partida que podría contemplar alrededor de un centenar de armas, pues la BRIMO despliega sus equipos en más de sesenta furgonetas y sería conveniente que en cada una de ellas se dispusiese de uno o dos de los nuevos fusiles para los cometidos que se les asignan en sus servicios cotidianos.
La compra se enmarca dentro de un plan de potenciación de la BRIMO que ya está en marcha y ha incluido nuevos materiales antidisturbios, como lanzadores no letales de 40mm, y prevé la adopción de futuros sistemas de control de masas que ya están en servicio en los países de nuestro entorno. La previsión económica no está aún definida, pero el coste unitario de cada una de esas armas, con sus visores de puntería y demás complementos, no sería inferior a los dos o tres mil euros el ejemplar. (Segundo Calpena)
Fotografías (copy right Segundo Calpena)
·Las escopetas del calibre 12 de la BRIMO pueden disparar balas que tienen un notable poder incapacitante, sobre todo porque son armas semiautomáticas muy potentes y precisas.
·Hace unos años se compraron algunos HK417, del 7,62x51mm para ser usados en cometido contrafrancotirador, armas que en su versión más compacta también se postulan como muy eficientes para lo que se busca.
·Los habituales subfusiles UMP del calibre 9x19mm Parabellum son adecuados para determinados servicios policiales pero para actuaciones contraterroristas son más adecuados los fusiles de asalto.
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