martes, 13 de noviembre de 2012

AySA manejará los fondos de la mayor obra del Sarmiento


Por Florencia Donovan  | LA NACION
Ni la Secretaría de Transporte ni la Administración de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF). El soterramiento del ferrocarril Sarmiento, la mayor obra ferroviaria del país, recaerá en manos de AySA, la empresa estatal de saneamiento de aguas y cloacas.

Aunque todavía la decisión del Gobierno no fue formalizada, según pudo confirmar LA NACION con diversas fuentes del sector, ya existe un contrato que está a la firma del Ministerio del Interior, de quien depende desde hace algunos meses el área de Transporte, y de la Secretaría de Obras Públicas, que está bajo la órbita del Ministerio de Planificación.

En rigor, AySA será así la encargada de gestionar los 11.000 millones de pesos que fueron presupuestados para la obra, que ya lleva por lo menos cuatro años de demora y hoy se encuentra prácticamente paralizada. Pero la construcción del túnel que permitirá evitar accidentes en los pasos a nivel del tendido que une Moreno con Once seguirá en manos del consorcio Nuevo Sarmiento, a quien ya el Gobierno le había adjudicado la obra a través de una licitación hace dos años.

Consultados al respecto, no obstante, en AySA no hicieron declaraciones, mientras que en el Ministerio de Planificación directamente no respondieron a las llamadas ni a los correos electrónicos de LA NACION.
La decisión del Gobierno llama la atención, en principio, por el simple hecho de que recaiga en AySA, una compañía estatal gestionada por el sindicato de Trabajadores de Obras Sanitarias, la mayor obra del sector ferroviario.
Hasta ahora, la administración de los fondos para el soterramiento del Sarmiento estaba en poder de la ADIF. Sin embargo, el borrador del contrato con AySA, que ya está circulando, contemplaría la rescisión del contrato suscripto en mayo de 2010 entre la ADIF y la Secretaría de Transporte. "AySA va a administrar el contrato y hacer todo el control de la obra", explicó una fuente involucrada en la obra, que pidió no ser identificada. "La empresa tiene experiencia con la tunelera por la obra en la planta potabilizadora de Paraná de las Palmas", esgrimió.

Una interna política

Más allá del objetable expertise de AySA en temas ferroviarios, quienes participan del negocio de obra pública destacan que la decisión de darle a la empresa de aguas la gestión del dinero para el Sarmiento es llamativa también, porque implicaría volver a poner en la órbita de la Secretaría de Obras Públicas, que depende del Ministerio de Planificación, la gestión de una inversión millonaria que, con el traslado de Transporte a Interior, había quedado en manos del ministro Florencio Randazzo. AySA, según el organigrama del Estado, depende del subsecretario de Recursos Hídricos, Fabián López, que a su vez forma parte de la Secretaría de Obras Públicas.

Pese al silencio oficial, algunas fuentes involucradas con el proyecto relacionan además el inminente traspaso a AySA con temas presupuestarios, ya que siendo la empresa de saneamiento de aguas una sociedad anónima, sería más fácil para el Gobierno cumplir con el reclamo de todo desarrollador de obra pública de poder ir actualizando los costos ante el avance de la inflación.

El soterramiento del ferrocarril Sarmiento se encuentra, de hecho, nuevamente demorado, debido a que el Gobierno no está cumpliendo con los desembolsos de fondos comprometidos originalmente en los pliegos de la obra. Para poder avanzar, detallaron, faltaría activar la fábrica de los bloques de hormigón que se colocarán en el túnel a medida que la tunelera avance, y que se ubicaría donde se encuentra el obrador de Haedo, en el oeste del conurbano bonaerense.

El consorcio Nuevo Sarmiento está encabezado por la constructora Iecsa, de Angelo Calcaterra, e incluye a las empresas Odebrecht, Comsa y Ghella. La obra del ferrocarril fue anunciada por la administración Kirchner en por lo menos cinco ocasiones, la última, a mediados de este año, después de que Randazzo se hiciera cargo de Transporte. Y es que si bien el proyecto ya había sido adjudicado en 2008, por retrasos en la adecuación de precios había quedado paralizada. Pero con la tragedia de Once, en la que murieron 51 personas, en el gobierno nacional reactivaron el proyecto y prometieron que las obras estarían finalizadas en 2015.
El túnel por construirse tendrá 10,40 metros de diámetro y contará con dos vías para la circulación de las formaciones. Cada 400 metros habrá salidas de emergencia, con escaleras metálicas con descanso y espacios para bajar camillas.

UN PROYECTO COMPLICADO

Según los tiempos acordados inicialmente con el consorcio Nuevo Sarmiento, la tunelera Argentina, por la que el Estado pagó 40 millones de euros, iba a completar el primer tramo, entre Haedo y Caballito, en diciembre del año próximo. En un plazo total de 44 meses, en 2015, el soterramiento de ese recorrido reemplazaría a la actual traza de superficie. 

La semana pasada, entretanto, el presidente de la Auditoría General de la Nación (AGN), Leandro Despouy, reclamó a la Justicia que investigue a AySA y al secretario de Ambiente, Juan José Mussi, como presuntos corresponsables de las supuestas irregularidades en las obras de saneamiento de la cuenca del río Matanza-Riachuelo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...