Por Mariano De Vedia - LA NACION
Se destinarán al entrenamiento de pilotos y al control de la frontera norte
Los aviones Texan II TC6. Foto: Archivo.
La Fuerza Aérea recibirá el lunes, en Córdoba, los primeros cuatro aviones Texan II TC6 de los 12 adquiridos a Estados Unidos, que serán destinados al entrenamiento avanzado de pilotos y a reforzar las tareas de apoyo logístico a las operaciones de control del espacio aéreo en la frontera norte, para combatir el narcotráfico.
"Es la primera incorporación efectiva de aviones de última generación para la Fuerza Aérea en los últimos 15 años", graficó una fuente castrense, al destacar la operación destrabada a mediados de año, luego de la asunción del ministro de Defensa, Oscar Aguad.
Las aeronaves llegarán en etapas y fueron adquiridas, junto con repuestos y equipos de soporte adicional, luego de que el presidente Mauricio Macri autorizara por decreto la compra de las 12 unidades -la Fuerza Aérea había pedido 24-, mediante un préstamo por US$ 160,4 millones.
Aguad encabezará pasado mañana el acto de recepción de las unidades, que tendrán su asiento en la Escuela de Aviación Militar, en Córdoba. Lo acompañará el jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, brigadier general Enrique Víctor Amrein.
Se trata de aeronaves turbohélices, de entrenamiento avanzado, similares a las utilizadas en Estados Unidos y en las fuerzas aéreas de México, Canadá, Israel, Grecia y Marruecos, entre otros países.
Con una autonomía de cuatro horas de vuelo, las aeronaves Beechcraft TC6 Texan II tienen capacidad para interceptar aeronaves de baja performance, que son las que suelen cruzar ilegalmente la frontera. Los aviones Texan II pueden transportar 300 kilos de armamentos y poseen características similares al Super Tucano de la fuerza aérea de Brasil, que presentan equipos modernos de aviónica y sistemas de armas.
El aprovechamiento de estos aviones como unidades de entrenamiento militar permitirá sumar horas de vuelo a los pilotos de la Fuerza Aérea, que habían disminuido en los últimos años por restricciones presupuestarias.
Como informó LA NACION en agosto pasado, casi 400 pilotos dejaron la Fuerza Aérea en los últimos diez años a raíz de los bajos salarios y el desaliento por las escasas horas de vuelo para entrenamiento profesional. El éxodo alcanzó a 380 oficiales, desde el grado de alférez hasta vicecomodoro, y se produjo especialmente en la franja netamente operativa, con la deserción de 236 tenientes primeros y 73 capitanes.
Las bajas amenazan con acrecentarse, en momentos en que muchos tripulantes formados y adiestrados por el Estado son tentados por compañías aéreas privadas, muchas de ellas de bajo costo (low cost). Se estima que el costo que destina la Fuerza Aérea para la formación integral de un piloto, durante un período de 15 años, asciende a $ 93 millones.
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