Por Martín Dinatale - mdinatale@infobae.com
Se calcula que se evitará el gasto de más de 15 millones de dólares en la Campaña Antártica. El ministro Aguad encabezó una nueva prueba del buque
Las nuevas pruebas de verificación de sistemas del rompehielos ARA Almirante Irizar dejaron una sensación de alivio en el Gobierno: no sólo hubo euforia por el resultado positivo de los testeos del buque sino también por el ahorro de más de 15 millones de dólares que implicará para el Estado no tener que contratar embarcaciones extranjeras en la próxima campaña Antártica.
En la Casa Rosada explicaron a Infobae que la decisión del presidente Mauricio Macri de realizar la campaña Antártica con el Irizar será "todo un gesto del cambio" político. Es que desde que se incendió en abril del 2007 el rompehielos de la Armada Argentina no pudo volver a realizar la campaña de abastecimiento de las bases de las Fuerzas Armadas en la Antártida y durante todo el kirchnerismo se calcula que el Estado gastó más de 150 millones de dólares en el alquiler de buques rusos y holandeses para el desarrollo de la campaña Antártica.
De esta manera, si no hay inconvenientes de último momento, el Irizar volverá a navegar en diciembre las aguas del Atlántico Sur y los gastos de alquiler serán innecesarios.
El rompehielos ARA Almirante Irízar zarpó este mediodía del Complejo Industrial y Naval Argentino (CINAR), situado en la Costanera Sur, para realizar las últimas pruebas de verificación de sistemas y equipos en el mar de cara a la próxima Campaña Antártica que llevará adelante el Ministerio de Defensa.
Aguad despidió a la tripulación y al personal de Tandanor embarcado, que realizará las pruebas tras el proceso de reconstrucción y modernización al que fue sometido el buque tras el incendio que sufrió en 2007, que lo dejó diez años inactivo. Allí, el ministro de Defensa destacó que "todo este tiempo sin navegar fue un tiempo que perdió la Argentina, sumado a los costos altísimos que significó abastecer la Antártida por otros medios".
Y agregó: "Así que ver al Irízar partir hoy hacia su prueba final es una gran satisfacción porque este barco ha sido reconstruido y puesto en condiciones en un astillero propiedad del Estado Nacional y con trabajadores argentinos, todo un orgullo".
El mensaje de Aguad tenía un claro destinatario: el kirchnerismo, que durante casi 10 años dejó a la deriva a la nave insignia. No sólo ello: en el medio hubo denuncias de la oposición por el manejo irregular y gastos superfluos en la contratación de embarcaciones extranjeras que reemplazaron al Irizar para la Campaña Antártica.
Aguad dijo que la que se hizo ayer es la última prueba del Irízar. En adelante el buque rompehielo estará navegando, si todo sale bien, durante un mes. Se dirigirá a Ushuaia, donde incorporará más gente y, desde ahí, va a hacer las pruebas de hielo que necesita para estar en condiciones de zarpar a fin de año. En las nuevas pruebas del buque en el puerto, Aguad estuvo acompañado por el jefe de la Armada, almirante Marcelo Srur, y la secretaria de Servicios Logísticos para la Defensa y Coordinación Militar en Emergencias, Graciela Villata. También estaban el presidente de Tandanor, Jorge Arosa y el subsecretario de Investigación, Desarrollo y Producción para la Defensa, Mario Frigerio.
El ministro recordó que "ya se hicieron pruebas exitosas, con los inconvenientes lógicos de poner en marcha un buque de esta magnitud, para que pueda navegar en las condiciones más extremas al sur del continente". El irízar luego de ser sometido a este proceso de reconstrucción "es un barco mejor de lo que era, ya que incorporó tecnología de última generación e incrementó en un seiscientos por ciento la cantidad de espacio dedicado específicamente a la investigación científica, entre muchas otras modernizaciones", añadió Aguad.
Durante esta navegación de prueba, en la que estará al mando el capitán de fragata Mangiaterra, el rompehielos pondrá a prueba su performance y exigirá al máximo el rendimiento de cada uno de los sistemas de las diferentes operaciones que puede realizar.
El Irízar cuenta con una capacidad de alojamiento total para 313 tripulantes, de los cuales 111 son para la dotación del buque y el resto para personal del Grupo Aeronaval Embarcado, del Estado Mayor del Comando Naval Antártico, personal en tránsito y científicos.
El buque, además de ser un factor importante en la logística de las campañas antárticas, desarrollará actividades científicas, ya que tras su modernización cuenta con 13 gabinetes científicos en los que se pueden realizar tareas de glaciología, meteorología, química, microbiología, biología marina y oceanografía, lo que implica integrar a la tripulación unas 50 plazas extras destinadas a profesionales afines a la investigación.
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