Es el que une Añelo con Bahía Blanca. YPF y la industria aportarán una parte del costo, que será de US$ 500 millones.
Loma Campana, el yacimiento en el que son socios YPF y Chevron, fue uno de los primeros en entrar en operación. Foto: REUTERS/Juliana Castilla
Una línea de tren que conecte el yacimiento de Vaca Muerta con los puertos es considerado un paso esencial para los inversores. Las empresas que van a destinar fortunas a la cuenca neuquina quieren asegurarse una vía de salida para su producción de petróleo y gas. Se estima que se necesita una inversión de US$ 500 millones para este desarrollo. Y ahora comenzaron a aclararse un poco las posibles formas de financiamiento.
Miguel Gutiérrez, presidente de YPF, admitió el miércoles que su compañía está dispuesta a aportar una parte de los fondos para el financiamiento del proyecto. "Hicimos el proyecto del tren, contratamos especialistas y llevamos una propuesta al ministro (de Transporte Guillermo) Dietrich", explicó el titular de la petrolera.
"La industria está dispuesta a aportar para el financiamiento del proyecto, al igual que lo puede hacer el Estado nacional", señaló. El ejecutivo también confía en que los programas de financiación pública privada (PPP) también pueden contribuir al desarrollo de este tren.
Entre las compañías y las empresas de trenes estiman que el costo del proyecto asciende a US$ 500 millones, o cerca de $ 9.000 millones al tipo de cambio actual. Solo para la compra de material rodante, el Poder Ejecutivo estima que se destinarán US$ 170 millones.
Las petroleras eran renuentes a financiar el proyecto en forma inicial. Pero después acordaron con el Gobierno que participarán con capital. Las compañías están dispuestas a hacerse cargo de una parte del proyecto, pero no de la totalidad. Allí esperan que el Estado nacional y alguna empresa ferroviaria extranjera acompañen.
La arena para el fracking, los tubos, cemento e insumos (potasio, metanol) son fundamentales para que Vaca Muerta pueda crecer en escala. Un proyecto presentado por YPF, con aportes de las empresas de trenes estatales, estima que, hacia 2030, cerca de 6 millones de toneladas de carga podrían desplazarse por el tren de Añelo (Neuquén) hasta el puerto de Bahía Blanca.
Los productores de minería y metanol también están interesados en la financiación del proyecto, al igual que la industria petroquímica, que está ubicada en Bahía Blanca.
Cómo será la construcción
La propuesta que maneja el Gobierno divide el proceso en tres etapas, según el trazado de los 700 kilómetros. La estrategia general consiste en "mejorar la confiabilidad y capacidad de transporte troncal". El objetivo es llevar 20 toneladas por eje, a una capacidad promedio de 45 kilómetros por hora.
Habrá que renovar vías, traer nuevos durmientes para trazas ya existentes, modificar rieles muy gastados, tal como anticipó Clarín en su edición del 11 de agosto.
Los fabricantes de equipamiento para trenes, vagones, durmientes y rieles podrán participar de varias licitaciones, ya que el proyecto cuenta con varias etapas. El plan de obras es el siguiente:
En la primera fase, hay que renovar el tramo Cippoletti-Contralmirante Cordero, con un costo de US$ 27 millones. De allí, concretar una nueva traza entre los 85 kilómetros que van de Contralmirante Cordero hasta Añelo (cerca de Vaca Muerta) a un costo de US$ 128 millones. A eso se suma una circunvalación en torno al puerto de Bahía Blanca, que son 39 kilómetros, cuyo presupuesto es de US$ 50 millones,
En esta misma instancia, el plan señala que habrá "mejoramiento intensivo" más renovación de vías entre Bahía Blanca y Cipoletti. Son 207 kilómetros a un precio de US$ 119 millones.
Toda esta fase, en torno a Bahía Blanca, presenta las mayores dificultades técnicas, porque la operatoria se hace en torno a un casco urbano. En los lugares del interior, esa complicación es menos intensa.
Las provincias (Buenos Aires, Río Negro, Neuquén) necesitarán declarar el proyecto de "interés públicos" para proceder a la expropiación de algunos terrenos y movimientos de suelos.
En la segunda etapa y tercera etapa se trabajará exclusivamente sobre el eje Bahía Blanca y Cipoletti, pero a otro nivel. Se piensa en un trabajo adicional, donde se diferencien los tramos, algunos para transporte liviano en zonas de mayor densidad poblacional. Hay una parte del proyecto que abarcará 178 kilómetros, a un costo de US$ 95 millones y otro, de 109 kilómetros, cuyo presupuesto rondaría los US$ 63 millones.
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