Presidencia y Energía lideran el recorte; también habrá menos fondos para el Congreso y la Justicia.
La preocupación por aplicar una mayor ortodoxia fiscal se notará el año próximo en los fondos disponibles para la mayoría de los ministerios y reparticiones que componen el Gobierno. Salvo la cartera de Interior, Obras Públicas y Vivienda, que maneja Rogelio Frigerio y es la gran apuesta del presidente Mauricio Macri para empujar el crecimiento de la economía, el resto notará un ajuste en términos reales (si se los compara con la inflación) e incluso nominales. Es decir, tendrán menos pesos que este año.
Macri parece haber comprendido que el ejemplo comienza por casa. A tal punto que redujo en 0,5% los fondos disponibles para Presidencia. En términos porcentuales, se trata de un ajuste menor (representa menos de $ 40.000 en un presupuesto que este año tuvo $ 6806 millones), pero si se lo compara con la marcha de la inflación, la cifra crece. Macri tendrá mucho menos para hacer frente a la contratación de productos y servicios que serán más caros.
La preocupación por aplicar una mayor ortodoxia fiscal se notará el año próximo en los fondos disponibles para la mayoría de los ministerios y reparticiones que componen el Gobierno
La preocupación por aplicar una mayor ortodoxia fiscal se notará el año próximo en los fondos disponibles para la mayoría de los ministerios y reparticiones que componen el Gobierno. Foto: Archivo / Silvana Colombo / LA NACION
Otro que será más austero es Juan José Aranguren. El ministro de Energía sufrirá un recorte del 17,9% en sus fondos para el año próximo, que representan $ 33.539 millones que se ahorrará el fisco. Es un caso sintomático del cambio de modelo. Su antecesor, Julio De Vido, solía contar con uno de los presupuestos más abultados para pagar los subsidios a la energía que empezó a desarmar Aranguren este año con algunos sobresaltos.
Las cifras surgen del presupuesto para el año próximo, que envió el Gobierno, aprobó el Congreso y, según la promesa de la Casa Rosada, se ajusta a lo que efectivamente ocurrirá. Allí se estima una inflación de entre 12% y 17% (los analistas privados la estiman en 22%, e incluso en la Casa Rosada creen que superará la última cifra) y un crecimiento de 3,5%. Según Rafael Flores, titular de la Asociación Argentina de Presupuesto (Asap), si se cumplen esos "supuestos macroeconómicos" el crecimiento del gasto "estaría en línea con el del producto".
Será la hoja de ruta que seguirá el nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aunque tiene espacio para moldear ese mapa mediante una moderación aun mayor de las erogaciones que muestren una vocación más fuerte por reducir el déficit fiscal. Es lo que le pide el Presidente.
El vaso medio vacío
Otro grupo de ministros tendrá un incremento nominal en sus recursos, pero una reducción real, dado que sus partidas subirán mucho menos que la inflación. Se trata de la Jefatura de Gabinete, la Cancillería y el Ministerio de Seguridad. En otros casos, la reducción real será mayor. Con esa realidad se encontrarán Producción, Agroindustria, Comunicaciones, Ciencia, Cultura y Salud.
La política de reducción presupuestaria también llegará a otros poderes. Los grandes perdedores son los jueces, cuyos fondos crecerán 1,3%, lejos de todo cálculo de inflación para el año próximo. Algo similar le pasará al Ministerio Público. El Congreso también tendrá que ajustarse. Recibirá $ 1545 millones más, casi 11% por encima del número de este año, pero lejos de la inflación estimada.
El compromiso oficial con la reducción del déficit fue variando. La promesa inicial contemplaba una reducción de 1,5% del PBI para el año próximo, pero el presupuesto aprobado implica un recorte menor. "El Gobierno apostó hasta ahora a no ajustar hasta que se recupere la economía. Aún tiene margen para hacerlo porque la relación deuda y PBI es baja", explicó Flores, aunque alertó sobre los cambios en el mundo que implican un llamado hacia la ortodoxia fiscal. "El triunfo de Donald Trump en Estados Unidos subió las tasas de interés y complica el financiamiento", completó. Se trata de un argumento apropiado para tornarse más estricto con el gasto. Para Fausto Spotorno, del estudio de Orlando Ferreres, el reclamo de mayor cuidado en el gasto llegó desde diversos inversores externos, en especial después del triunfo del republicano.
Es probable que la mira oficial apunte hacia las carteras bendecidas con mayores recursos para el año próximo. Además de Interior, que tendrá un 52% más de recursos en 2017, la selecta lista la integran Medio Ambiente, Trabajo y, en menor medida, Educación.
Las claves de la reducción del gasto el año próximo
Energía, a la cabeza - El ministerio que maneja Juan José Aranguren tendrá 17% menos de recursos el año próximo en comparación con 2016. Eso se debe a la política de reducción de subsidios que inició en la primera parte del año. También lo ayuda la caída en el precio internacional del crudo.
Macri se ajusta - Presidencia es la otra dependencia que registra un recorte nominal de recursos de cara a 2017. En otros términos: para cumplir con sus tareas específicas, Macri tendrá menos recursos para pagar bienes y servicios más caros por la inflación.
Frigerio, el ganador - Interior sumará en 2017 un 52% más de recursos. Se trata de un área clave, ya que maneja la relación con las provincias, así como la obra pública y la construcción de viviendas sociales, dos espadas con las que Macri espera colaborar con la reactivación de la economía.
Jueces y legisladores - Ambos tendrán un mínimo aumento nominal, que quedará diezmado con la inflación, por lo que se trata de un ajuste.
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