sábado, 27 de agosto de 2016

Por quejas de los vecinos, retiran los vehículos que están frente a las comisarías

Por Mauricio Giambartolomei - LA NACION
Hay unos 2500 en proceso judicial apostados en la vía pública de las 54 seccionales; autos y motos son trasladados a dos predios; muchos son compactados
Retiran un vehículo frente a la comisaría 37, en la avenida Nazca y Pareja
Retiran un vehículo frente a la comisaría 37, en la avenida Nazca y Pareja. Foto: Soledad Aznarez

La vereda de la avenida Nazca, frente a la comisaría 47, parece un cementerio de motos. Son una veintena que están enlazadas por una cinta amarilla y negra de advertencia que se une en una punta con cinco carros de cartoneros, esqueletos de hierro, que limitan el paso de los peatones. En la calle se ven autos, casi pegados entre sí, sucios, con yuyos creciendo debajo de los chasis, como abandonados. La mayoría se sostiene sobre sus cuatro neumáticos, pero algunos se ven devorados por un incendio que los dejó en ruinas.

"Ese Corsita blanco, ¿lo ves? Está acá por tentativa de homicidio. El tipo atropelló a un policía, lo arrastró varias cuadras y se escapó. Después dejó tirado el auto en cualquier lado", explica el encargado del operativo que tiene como objetivo remover diez vehículos, 24 motocicletas y hasta un colectivo del espacio público cercano a la seccional de Villa Pueyrredón.

El Chevrolet Corsa -al igual que todos los automóviles que se encuentran allí- está atado a alguna causa judicial y en custodia de la Policía Federal. En la misma situación hay otras 2500 unidades en las 54 comisarías de la ciudad de Buenos Aires; hace dos semanas comenzaron a ser trasladados a depósitos judiciales con el fin de liberar espacios para estacionar, facilitar la movilidad por las veredas, mejorar la estética de las cercanías a las seccionales y reducir la contaminación.

"La gente usa los autos como basureros y los barrenderos no limpian debajo de los autos. Imaginate lo que es tener un auto como ese al lado del negocio, no queda nada estético", dice Patricia Unfer, mientras atiende su boutique de Nazca y Famailla, señalando una cupecita Datsun -o lo que queda de ella- arrasada por el fuego y ubicada sobre Nazca.

La cantidad de vehículos judicializados en las comisarías es variable porque mientras se van unos, llegan otros. Los que son trasladados a los depósitos continúan a disposición del juzgado que sigue la investigación en la que están involucrados. La mayoría de los rodados son parte de causas por lesiones, homicidio o tentativa de homicidio, estafa y robo.
Cientos de motos retenidas por la justicia en el depósito de Villa Soldati
Cientos de motos retenidas por la justicia en el depósito de Villa Soldati. Foto: Silvana Colombo

"Los autos que están en pie no molestan tanto, pero los chocados o quemados sí, porque la calle parece un desarmadero. Además obstruyen el paso de todo el tránsito y juntan mucha basura", opina Emiliano Peñalba, el propietario de una quesería y despensa a pocos metros de la comisaría 47. En la calle, un Toyota Corolla gris también acusa la voracidad de las llamas.

El Programa de Descontaminación, Compactación y Disposición Final de Automotores (Procom) se estaba aplicando en la ciudad, pero desde que en enero el Ministerio de Justicia y Seguridad local tomó el control de la Policía Federal en el ámbito porteño se puso el foco en los autos judicializados. La relocalización se lleva adelante en dos predios judiciales de Villa Soldati que también fueron transferidos a principio de año junto a la fuerza policial.

"El objetivo fue liberar el espacio público y centralizar la custodia en playones. Había un pedido constante de la gente porque los autos en las puertas de las comisarías quitan espacio para estacionar", explica a LA NACION el subsecretario de Seguridad Ciudadana del Ministerio de Justicia y Seguridad, Juan Pablo Sassano.

Antes de iniciar el plan de remoción se enviaron oficios a todos los juzgados porteños en los que se tramitara alguna causa con los vehículos en cuestión. Cada seis meses los jueces deben ser notificados sobre la situación del rodado; si el magistrado lo decide el automóvil puede ser compactado o queda liberado para que lo retire su propietario.

En todo el procedimiento aparece un tema para prestar atención: la contaminación ambiental. "Las buenas prácticas indican que antes de remover un vehículo se deben retirar las baterías, los fluidos y los circuitos electrónicos en los autos modernos. Son los elementos que pueden contaminar el suelo si el vehículo queda por un tiempo prolongado al aire libre", dijo el doctor en Química, Carlos Marschoff, miembro de la ONG Green Cross.

Esas previsiones no se toman en cuenta en la remoción de los vehículos, pero desde la Ciudad descartaron la posibilidad de contaminación. Según indicaron, los vehículos permanecen un máximo de cinco años en los predios. Pasado ese tiempo se compactan o vuelven a sus dueños.

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