martes, 28 de junio de 2016

El Calafate: cómo fue el remate del paraíso

Por Gonzalo Sánchez - Clarin.com - Negociado inmobiliario
Más de 50 funcionarios K compraron tierra en la villa turística santacruceña a precio vil. Y los "investigó" la sobrina de Néstor y Cristina: ella también había accedido a ese negocio.


La larga mano de José López, el ex Secretario de Obras Públicas preso en Ezeiza, también llegó hasta El Calafate. Tiene, según confirmaron policías enviados por el juez Rafecas, tres terrenos baldíos en la ciudad: dos de 600 metros cuadrados en el barrio Manantiales y otro de 1500 metros en el barrio residencial Aeropuerto Viejo. Para un hombre del riñón de Néstor y Cristina, esa cantidad no es ni mucho ni poco: es lo normal. Consta en registros que los compró, como otros 50 funcionarios y parientes, entre 2004 y 2007 a $7,50 el metro cuadrado, en una maniobra tan denunciada como hasta ahora cajoneada. Fue durante la época en la que el pueblo pasó de ser la “quinta de fin de semana” de la clase próspera de Río Gallegos al “barrio privado” de un grupo que desde el máximo poder se proclamó nacional y popular, pero sin abandonar su devoción por el lujo y la propiedad privada.

Posiblemente, López haya hecho lo que le ordenaron. En 2003, poco después de asumir como presidente, Néstor Kirchner dio la orden de convertir El Calafate en “la Bariloche del sur”. Cuenta la historia que a cada empresario que visitaba la Casa de Gobierno lo invitaban a comprar tierras en la localidad. Sobre esto existe un caso emblemático, el de Cencosud: un terreno que el municipio le quitó a la Fuerza Aérea para que luego Kirchner lo comprara por 132 mil pesos con un crédito del Banco Santa Cruz y lo vendiera por 2,4 millones de dólares al grupo chileno para que construyera allí un hipermercado que nunca se hizo.

Para todas estas operaciones, había un facilitador serial de negocios sentado en el sillón de intendente: Néstor Méndez, hoy empresario hotelero. Le sobraron recursos para gobernar. Le tocó vivir los años de despegue de la ciudad, cuando no sólo compraban Néstor, Cristina, Rudy Ulloa, Báez, Alicia, De Vido y otros tantos, sino también cuando llegaban cadenas hoteleras a raudales y el sueño de la villa turística internacional parecía no tener techo. El glaciar estaba de moda. Roberto Giordano hacía desfiles, Tinelli filmaba sketchs, Mirta almorzaba en la Hostería Los Notros (hoy de Cristóbal López), el Rey Juan Carlos hacía excursiones lacustres. Mientras eso sucedía, miles de trabajadores sin techo se anotaban en la municipalidad a esperar años por un parcela en donde fuera para levantar un rancho. Casi siempre, en los casos en que la adjudicación se concretaba, eran terrenos mínimos en la desolación de la estepa, sin luz, agua, ni gas. Las casas de los nuevos ricos empezaban a verse rodeadas por el cinturón de pobreza que todavía crece alrededor de la ciudad. Aún así, Méndez repetía, orgulloso, un latiguillo que resumía todo su poder: “Yo te voy a dar un terrenito”.

Hay una fecha clave: 28 de febrero de 2008. Ese día el abogado radical Alvaro De La Madrid denunció en la Justicia “el episodio más escandaloso, desopilante y grotesco de los Kirchner en el poder”. Con esas palabras, en un escrito de 80 páginas, señaló a Néstor y Cristina como líderes de una organización que, haciendo uso de sus influencias políticas, se repartió la mejor tierra de la Patagonia austral a precio vil. La denuncia parece un catálogo inmobiliario: explica con detalle cómo fueron comprados cada uno de los lotes a través de adjudicaciones directas o decretos municipales relámpago, manteniendo el precio promocional de $7,50 el metro. Figuran desde la tierra de la hostería Los Sauces hasta la empalizada en donde Lázaro Báez levantó un hotel fantasma. Desde el lote sobre el que se edificó la Hostería Las Dunas de Máximo Kirchner hasta las casas del ex secretario Fabián Gutiérrez y Martín Báez. Desde el hotel Imago (del ex tesorero del FpV, Raúl Copetti) y los baldíos de López hasta la exclusiva Punta Soberana, en donde Cristina y Baez comparten 10.000 m2 de tierras que le fueron quitadas (según los archivos, mediante maniobra jurídica de Zanini) a un viejo carnicero del pueblo.

Pero a pesar de su peso la denuncia no avanzó. Por algo insólito. La instrucción de la causa cayó en la fiscalía de Natalia Mercado, hija de Alicia Kirchner. Tanto ella como su madre, según la denuncia, compraron tierra bajo la misma operatoria. No existe en la historia de la Justicia mundial el caso de un fiscal que tiene que investigar a sus tíos, a sus padres y a él mismo. Pero en El Calafate sí. De La Madrid pidió que Mercado fuera apartada por ser también parte denunciada. Pero la Justicia rechazó la recusación y la sobrina de Kirchner siguió con la causa en su despacho. Pocos meses después, espiado y amenazado de muerte, De La Madrid abandonó el Sur. Quizás le haya llegado el momento de regresar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios mal redactados y/o con empleo de palabras que denoten insultos y que no tienen relación con el tema no serán publicados.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...