El anuncio formal del lanzamiento lo hizo ayer la entidad que conduce Federico Sturzenegger, quien explicó que comenzará a ser distribuido desde hoy entre los bancos, por lo que comenzará a llegar a la calle "progresivamente en los próximos días". La distribución permitirá al sistema bancario comenzar a dejar atrás los problemas que enfrenta para mantener abastecidos los cajeros automáticos, que se habían hecho crónicos en los últimos años.
El presidente del Banco Provincia, Juan Curutchet, estimó que con ellos "la capacidad de carga de la red de cajeros automáticos de todo el país se quintuplicará". "La obstinación de la ex presidenta Cristina Kirchner, que para no reconocer la inflación impidió la impresión de un billete superior al de 100 pesos, acarreó un trastorno mayúsculo para los clientes de los bancos", recordó, tras participar junto a otros banqueros del acto de lanzamiento de la nueva familia del peso.
"Indudablemente, esto ayuda a las entidades a reducir costos, pero además supone un ahorro en gastos de impresión para el BCRA y debiera generar mayor propensión al ahorro en moneda nacional", sostuvo el economista Santiago Manoukian.
El nuevo billete (ver foto) lleva la imagen de un yaguareté, una elección que fue explicada por el objetivo de que "la moneda nacional sea un punto de encuentro en el que todos los argentinos puedan sentirse representados, y a la vez busca crear conciencia sobre la conservación de la biodiversidad y la preservación ambiental", destacó el BCRA.
La idea es resistida por otros, como el historiador Pacho O'Donnell, quien en diálogo con el programa Vuelo de Regreso, de Radio Milenium, admitió ayer su preocupación por la "deshistorización que supone eso de reemplazar a San Martín por una ballena", en alusión a la proxima aparición de un billete de $ 200 con esa imagen.
La nueva pieza es 100% de papel de algodón con una leve tonalidad verdosa, y conserva el tamaño de la línea monetaria en circulación. En su anverso, diseñado en formato vertical, puede verse el retrato del yaguareté, y en su reverso, con formato horizontal, una imagen de la selva, su hábitat natural. Incluye estrictas medidas de seguridad, como una marca de agua que reproduce al yaguareté y al número 500, fibras fluorescentes a la luz ultravioleta y un hilo de seguridad que cambia del verde al azul.
A ella se sumarán, en octubre, el mencionado billete de $ 200 y, el año próximo, otro de $ 1000 que tendrá la imagen del hornero.
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