Invertirán más de $ 10.000 millones; el plazo es de cuatro años; son caminos peligrosos y saturados de tránsito
Accesos intransitables, colapsados, saturados de camiones que entorpecen el tránsito y banquinas peligrosas que provocan accidentes. Heridos y muertos. Las rutas 5, 7 y 8 acumulan serios problemas y más de una década de promesas incumplidas. Ahora, los anuncios se renovaron: el presidente Mauricio Macri fijó obras y plazos para construir autovías en estas carreteras que llegan a la Capital, con una inversión prevista en más de 10.000 millones de pesos. Hoy se dará el primer paso: quedará habilitado el tramo de la autovía 7 entre Luján y San Andrés de Giles, que estaba en obra desde hacía más de tres años.
El Ministerio de Transporte, que encabeza Guillermo Dietrich, lanzó el plan de infraestructura que pretende "federalizar la red vial con los más altos estándares de calidad y duplicar la cantidad de autovías y autopistas para que viajar por las rutas argentinas sea más seguro, rápido y previsible. Reactivamos estas obras, que se prometieron decenas de veces y fueron postergadas por años. Trabajando con reglas claras vamos a terminarlas en los plazos prometidos", dijo Dietrich a LA NACION.
El funcionario se reunió en enero pasado con vecinos que hace años reclaman por las autovías con marchas y pancartas al costado de las rutas. Incluso, en Chacabuco, a 200 kilómetros de la Capital por la ruta 7, los habitantes instalaron un contador de días para cuando arranquen allí las obras de la autovía.
En la ruta nacional 8, entre Pilar y Pergamino, se harán 180 km de autovía. Este camino es, en su mayoría, de doble mano, con un gran caudal de camiones y maquinarias. Desde 2005, cuando se anunció la autovía, y a pesar de que hace diez años que se cobra peaje, sólo se concretaron 15 km y permanecen en obra tres tramos (entre Pilar y Solís, y la circunvalación a Pergamino). El Ministerio de Transporte anunció ahora que terminará los 165 kilómetros de autovía que faltan, alcanzando Solís en 2017 y Pergamino en 2019.
La obra incluye la eliminación de todos los cruces a nivel que tiene la ruta, de otras rutas y ferrocarriles. Para eso se van a construir 10 distribuidores en las intersecciones con la ruta provincial 39 (acceso a Capilla del Señor), la 192 (Open Door, Capilla del Señor), la 193 (Zárate-San Andrés de Giles), la nueva autovía RP 41 (Baradero, acceso a San Antonio de Areco) y la ruta provincial 31 (acceso a Carmen de Areco), junto con cuatro circunvalaciones en zonas urbanas para separar el tránsito local del pasante en San Antonio de Areco, Arrecifes, Pergamino y Exaltación de la Cruz.
"Hoy, las obras están avanzadas en el puente de Parada Robles; el terraplén está casi finalizado y en poco tiempo se va a empezar a echar asfalto", indicaron desde el Ministerio de Transporte. Se prevé su inauguración durante este mes, como anunció Macri a pocos días de asumir, cuando visitó el lugar.
"Con respecto a la circunvalación, se retomaron las actividades y se está liberando la traza y moviendo suelo en la variante por Arrecifes", agregaron. La inversión prevista es de $ 4500 millones.
En cuanto a la ruta 7, el camino obligado desde la Capital hacia Mendoza, se construirá la autovía entre Luján y Junín, unos 210 km. Por esta carretera transitan casi 10.000 vehículos por día y es conocida como "corredor del Mercosur", ya que concentra viajes de pasajeros de colectivos de larga distancia, camiones de carga y traslados particulares de gente que va y viene en el día entre las diferentes localidades.
Desde el comienzo de las obras, en 2012, sólo se habilitaron ocho kilómetros. "El primer tramo, que va desde la salida de Luján hasta Giles, estaba a medio hacer. Son obras que empezaron en 2012 y que para principios de 2014 tendrían que haber estado terminadas", indicaron en el ministerio. Hoy quedarán definitivamente habilitadas, luego de unos días de prueba.
Demoras en los pagos
Según las fuentes, hubo retrasos por demoras en los pagos por parte de la Dirección de Vialidad Nacional. Además, en los últimos seis meses la obra prácticamente se había paralizado.
Los tramos entre San Andrés de Giles y Carmen de Areco, entre Chacabuco y Junín, y el bypass San Andrés de Giles fueron licitados entre 2014 y 2015, pero los trabajos aún no se iniciaron. Los kilómetros entre Carmen de Areco y Chacabuco y el bypass de esta última ni siquiera fueron licitados. "Con la llegada del nuevo gobierno se renovó la confianza en el cumplimiento de los pagos y se retomaron los trabajos. Para 2019 se estima tener toda la traza completa", prometió Dietrich. La inversión total en la obra será de $ 5000 millones.
En tanto, el enlace Luján y la ruta nacional N° 5 estarían terminados en diciembre de 2017. Se trata del enlace que bordea la ciudad de Luján y vincula directamente con el Acceso Oeste. "Esto mejorará la seguridad vial y la circulación de los 14.500 vehículos que ya no tendrán que cruzar esa ciudad para continuar su paso. Permitirá además reducir los tiempos de viaje en más de media hora (cinco minutos contra los 40 que demora hoy)", indicaron en Transporte. Además, la ruta 5 será autovía desde Luján hasta Bragado, obra que estaría terminada en 2019.
Los referentes autoconvocados que se reunieron con Dietrich y presionan para controlar que las obras arranquen son de la Unión de Usuarios Viales Región Norte. Incluye a representantes por la ruta 5 (Carlos Mosso, Julio Mascheroni y Guillermo Esain); por la ruta 7 (Juan Carlos Minchilli, Gerardo Lacentra e Ignacio González), y por la ruta 8 (Stella Ávila, Mario Zacarías y Guillermo Guevara).
"Queremos que se cumplan estas obras para mitigar la gran cantidad de accidentes. Son vías muy transitadas que requieren una estructura vial más amplia", indicaron los vecinos, hoy ilusionados por la nueva promesa oficial.
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