(defensa.com) Hemos tenido la oportunidad, en el marco de la feria DSEI, de observar una curiosidad que puede revolucionar diversas áreas del entorno de la Seguridad y la Defensa, sobre todo de cara a programas que se puedan ir concretando en los próximos años. Se trata del prototipo de un medio autónomo terrestre que según se ha difundido es único en el mundo, pues combina una buena movilidad gracias a su doble tren de rodaje oruga e incluye un concepto híbrido que amplía sus posibilidades de empleo.
Este UGV (Unmanned Ground Vehicle) no es conceptual, es una realidad en la que se ha venido trabajando desde hace años. El diseño lo ha liderado su fabricante, la compañía estona Milrem, aunque en su concreción han participado varias universidades y firmas comerciales de naciones como Lituania, Letonia o Estonia. Entre otras el Estonian National Defence College, la Universidad Tecnológica de Tallín o el Centro para Ciencias Físicas y Tecnología lituano. Asimismo, involucrados en el proyecto están tanto el Ministerio de Defensa estonio como las Fuerzas Armadas de ese país báltico.
Lo que pudimos ver es una aplicación del concepto genérico en la que se contempla instalar un conjunto ofensivo de forma que pueda completar cometidos de vigilancia o de combate, siendo especialmente capaz gracias a un módulo que incorpora una estación de armas remota que incluye una ametralladora media estabilizada, su sistema de puntería y un conjunto de alimentación que le brinda gran potencia de fuego. La capacidad de ataque es sólo uno de sus muchos potenciales. La idea genérica se sustenta sobre un concepto base que se refiere a la plataforma. Para ampliar su potencial, han diseñado un conjunto motriz con dos módulos oruga, en los que se incluyen los diversos elementos que actúan para darles la potencia necesaria en sus desplazamientos por zonas de diverso carácter y aquellos elementos de control que permiten la gestión de las acciones a distancia gracias a una consola de control, y una plataforma central sobre la que se pueden instalar aquellos módulos que se crean más pertinentes. El peso del conjunto descrito es de sólo setecientos cincuenta kilogramos y la capacidad de carga llega a la media tonelada. Sobre las dimensiones, concretarles que es bastante compacto, tiene una altura que permite que sus movimientos pasen desapercibido y cuenta en su parte central con una plataforma amplia donde montar diferentes cargas.
Además de la capacidad descrita, que seguro que puede ser idónea para múltiples usos, se ha concebido para que su uso pueda generalizarse en los ejércitos en sólo cinco o diez años. Se contempla que pueda ser operado como vehículo donde situar módulos de sensores y vigilancia, emplearlo en cometidos de evacuación sanitaria, usarlo para llevar determinadas cargas logísticas a puntos concretos o asignarlo para apoyar a acciones que se realicen en puntos en los que el terreno sea adverso o esté nevado y con hielo. Opcionalmente, podrá emplearse como apoyo a la población civil en caso de catástrofes o en rescates complejos.
También tiene aplicaciones como medio útil que permite intervenciones en entornos donde la vida humana pueda correr riesgo, como en el caso de situaciones en las que se hayan concretado amenazas relacionadas con el ambiente NRBQ (nuclear, radiológico, biológico y químico) o con la presencia de trampas bomba o artefactos improvisados (IED, Improvised Explosive Devices). Este UGV permitirá configurar una plataforma única con módulos adaptados a cometidos concretos, lo cual es una de sus principales aportaciones y le diferencia, de forma positiva y rentable, respecto de otras propuestas que puedan estar también concretándose ahora.
En lugar de baterías convencionales Milrem ha optado por emplear los supercondensadores, diseñados por la empresa estonia Skeleton Technologies, dado que presentan una densidad energética mayor que otras opciones disponibles. Los supercondensadores (también conocidos como ultracondensadores o supercapacitadores) tienen entre sus ventajas su elevada densidad energética y su eficiencia en condiciones de baja temperatura, donde permiten arrancar sin problemas los motores eléctricos. Además el fabricante anuncia que la combinación de generador diesel, supercondensadores y motores eléctricos supone un ahorro de energía de entre un 25 y un 40 por ciento. Los supercondensadores ofrecen una vida 500 veces mayor que las baterías equivalentes y pueden ser cargados y descargados millones de veces, además de poder operar en temperaturas por debajo de los 65 grados bajo cero.(Segundo Calpena)
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