Por: Carlos Burgueño - Ambito.com
El actual presidente ghanés, John Dramani Mahama, venció,
ajustadamente, el fin de semana en las elecciones de ese país. Para el
Gobierno es una buena noticia. Se dice que podría liberar la fragata con
menos presiones políticas.
Ahora, según la visión de Buenos Aires, el mandatario no tendrá problemas en aceptar una decisión que se supone favorable a la Argentina, el próximo sábado en el Tribunal Internacional del Mar en Hamburgo. En otras palabras, desde el Gobierno de Cristina de Kirchner se confía en que los 21 jueces de esa Corte mundial le darán la razón al país, y que luego Mahama, liberado de las presiones electorales ghanesas, no tendrá mayores problemas en enfrentarse al juez Richard Adjei Frimpong.
Este magistrado es el que decidió la captura de la fragata Libertad dándole curiosamente la razón al fondo buitre Elliot de Paul Singer, comenzando en conflicto entre la Argentina y Ghana. Frimpong ya dijo en Accra que está en contra que el Ejecutivo africano haya aceptado concurrir a Hamburgo sin que el proceso judicial termine dentro del Estado local, lo que en teoría hubiera demandado un proceso de no menos de cuatro años en los tribunales de ese país. Al avalar Mahama la concurrencia a la Corte dependiente de las Naciones Unidas, ingresó en un conflicto con el juez, que le hubiera generado un problema electoral de tener que liberar la fragata antes de las elecciones del fin de semana. El presidente, con su reelección cerrada, ahora tendría menos compromisos políticos para avanzar en una eventual orden de terminar con la captura del buque.
No le ha sido fácil a Mahama vencer. Triunfó con el 50,7% de los votos, cuando el principal opositor, Akufo Oddo, consiguió el 47,74% de los sufragios. Sin embargo, este líder del Nuevo Partido Patriótico (NPP) rechazó los resultados y habló de «manipulación» de cifras durante el recuento de los sufragios.
Según los datos oficiales, Mahama, líder del NDC, se hizo con un 5.574.760 votos contra 5.248.898 de Addo. Los veedores de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) consideraron las votaciones como «transparentes», con lo que el resultado estaría garantizado.
Mahama se asegura la presidencia de Ghana a través de las urnas, después de haber llegado a ellas siendo vicepresidente, al suceder a John Atta Mills, fallecido el pasado 24 de julio. «Tenemos que celebrarlo juntos como ghaneses y evitar cualquier actividad que haga descarrilar la paz y la unidad de la que hemos disfrutado durante años», dijo Mahama al conocerse su victoria, que manejaba el país africano en una situación de cierta debilidad política al haber accedido al poder luego de la muerte de Mills, el político más popular de Ghana en varias décadas.
Mahama no tuvo problemas de gobernabilidad durante los meses que ejerció el mandato, pero desde las fuerzas políticas que lo llevaron a la presidencia se le exigía una prueba electoral para legitimar su gestión. No es un dato menor. Ese país vivió cinco golpes de Estado en su corta historia. Ghana es, en la actualidad, en uno de los países más estables y prósperos de África occidental. El Gobierno de Mahama les había indicado esta situación a los diplomáticos brasileños que, al tener embajada permanente en Accra, se convirtieron, en el proceso generado por la detención de la fragata, en los mejores interlocutores de la Argentina ante el Estado africano. Los brasileños les explicaron a los enviados de Cristina de Kirchner, que era necesario que Mahama venciera en las elecciones, antes de avanzar en un posible conflicto de intereses entre poderes dentro de ese Estado, al tener que aceptar el Ejecutivo ghanés una decisión de liberar la fragata por parte de Hamburgo.
Ante ese tribunal, el propio abogado defensor de ese país, Ebenezer Appreku, dijo que el conflicto generado por el fallo de Frimpong sorprendió al Ejecutivo, que se vio afectado por un problema del que era ajeno y que buscaba una rápida salida favorable a todas las partes.
La decisión del Tribunal de Hamburgo se espera para el sábado. La Argentina cree que la presentación de los argumentos avalados por las Naciones Unidas a través de un documento firmado por la Organización Marítima Internacional (OMI) especifica que la fragata Libertad es un buque de guerra y, por lo tanto, «inembargable» por la Declaración Internacional de los Derechos del Mar. Ese tratado es el que aplica la Corte de Hamburgo, con lo cual, siempre según la visión oficial, serviría para que el sábado el buque sea liberado.
La fragata está retenida en el puerto de Tema desde el 2 de octubre pasado, a la espera ahora de un fallo del Tribunal de Hamburgo.
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