Por Diana Salinas Plaza
Tres expertos dijeron a LA NACION que se deben incentivar el tren, el colectivo y las autopistas. Más de seis millones de pasajeros circulan por la Capital en un día típico. Semejante movimiento requiere de soluciones creativas y económicamente factibles.
Tres reconocidos expertos en planeamiento urbano, consultados por LA NACION, coincidieron en que algunas de esas respuestas factibles para hacer eficiente el movimiento de vehículos y personas se pueden alcanzar con la puesta en marcha de colectivos articulados, una mayor apuesta al ferrocarril y la concreción de planes de infraestructura pesada, como la autopista ribereña. Admitieron, también, que esas medidas no rendirán los frutos esperados si no se promueven grandes cambios a nivel cultural, en cuanto a normativas y controles.
Néstor Magariño, ex subsecretario de planeamiento urbano porteño y actual profesor adjunto de la Cátedra de Planeamiento Urbano de la UBA, evalúa el caos vehicular desde una óptica paradójicamente exitosa. "La congestión es una expresión negativa del éxito de una ciudad. Y una como Buenos Aires necesita soluciones de todo tipo, y coordinadas", opinó. "El subte sería la solución ideal. Es un transporte que no compite con las calles y con otras redes de transporte; asegura velocidad y frecuencia. Pero es sumamente costoso y las obras podrían tardar hasta 50 años. Además, el subte debería contar con un entramado de combinaciones que aún no tenemos.
"Yo no prolongaría las líneas: invertiría en una solución que generara muchas combinaciones. En esto, la obra que conecta la línea E con la B, a la altura de Leandro N. Alem, es correcta", estimó Magariño.
"Yo no prolongaría las líneas: invertiría en una solución que generara muchas combinaciones. En esto, la obra que conecta la línea E con la B, a la altura de Leandro N. Alem, es correcta", estimó Magariño.
Este experto apoya la instrumentación de una red integrada de colectivos articulados (BRT, según sus siglas en inglés) que circule por carriles exclusivos con alta frecuencia. Aprobada por la Legislatura y anunciada hace más de un año, la implementación de la primera línea BRT, que correrá por Juan B. Justo, está demorada. "Yo acentuaría el colectivo: es más económico. Esta alternativa desalienta el uso del auto particular y no compite con otros transportes. La solución debe ser concéntrica, atravesar la ciudad de Este a Oeste, con paradas al mismo nivel del colectivo y con la compra anticipada del boleto", dijo. Para Magariño, también se debe incentivar el tren. "Podrían tener articulaciones con los sistemas de subtes. Alguna vez se pensó en esta solución para unir Retiro con Chacarita, pero nunca se concretó. Igualmente, necesitamos concretar las obras en infraestructura pesada, como la autopista ribereña y la autopista norte.
Sonia Berjman, historiadora, investigadora y autora de un centenar de publicaciones sobre historia de la arquitectura, de la ciudad y del paisaje, también es partidaria de las soluciones de superficie. "Reimplantar el tranviario y aumentar el ferroviario serían alternativas necesarias para mejorar notoriamente el transporte público masivo", dijo Berjman a LA NACION. Aunque lo más importante para Berjman es hacer cumplir las reglamentaciones de tránsito, pues, aseguró, hay muchas que no se cumplen. "No se ejecutan las penas y siempre hay prescripciones o condonaciones. Hay que ser más estricto con los infractores", opinó Berjman, que abogó por la construcción de más peatonales para destrabar el microcentro.
"Para un crisol de problemas, soluciones coordinadas", propone el presidente de la Sociedad Central de Arquitectos, Daniel Silberfaden, al ser consultado por LA NACION. Para él, la idea de hacer grandes estacionamientos combinados con sistemas subterráneos y terrestres no es una idea descabellada. "Se puede pensar en apoyos privados y comerciales, con prestación de servicios descentralizados; se podrían tomar terrenos disponibles de la Nación en los bordes de la ciudad, que pertenecían a los ferrocarriles." Se mostró partidario de promover la construcción de circuitos de bicisendas dentro de la ciudad y de áreas peatonalizadas o de prioridad peatón, en zonas céntricas y con alta densidad. La actual administración porteña lleva ambas adelante. También propuso racionalizar el uso de vehículos por parte del público. Silberfaden coincide con Magariño en la necesidad de invertir en infraestructura pesada: "Una buena solución sería que el tránsito pasante que hoy ingresa a la ciudad se resuelva cerrando el circuito Norte-Sur a través de la construcción de la autopista ribereña", explicó.
Los tres expertos resaltaron la importancia de desarrollar conductas adecuadas en los conductores ("la cultura es una cuestión más importante que el problema de transporte", opinó Magariños), con mejores controles y garantía de cumplimiento de las normas de tránsito, así como mayores exigencias para la obtención del registro en todas las categorías.
Fuente: Diario La Nación
Seria interesante que las autoridades leyeran el blog Proyecto Pragmalia. En él hay muchas respuestas aplicables a la Argentina.
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