La semana pasada, la revista británica de defensa ‘Jane’s’ publicó que a principios de este año el ejército colombiano había incautado a las Farc una serie de cohetes antitanque tipo AT4, fabricados por la compañía sueca Saab Bofors Dynamics, y comprados por el ejército venezolano en 1980 y 1990.
El gobierno colombiano habría hecho llegar los números de serie de esos cohetes al gobierno sueco y por esta vía se determinó que los AT4 capturados a las FARC “correspondían a un lote que había sido vendido hace algunos años por la firma sueca al Ejército de Venezuela”. Ahora el gobierno colombiano oficialmente ha echo el anuncio. El vicepresidente colombiano, Francisco Santos, alertó además que las FARC están en capacidad de adquirir equipos de una manera sencilla a través de mecanismos prohibidos por la legislación internacional.
“Ya en varios operativos hemos podido recuperar arsenales de las FARC. Hemos encontrado municiones potentes, equipos potentes, armas antitanques que un país europeo le vendió a Venezuela y que aparecieron en manos de las FARC”, indicó Santos. El propio presidente Alvaro Uribe ratificó el anuncio de Santos. “Que la comunidad internacional en todas partes nos ayude. Estos bandidos han podido acudir históricamente a muchas fuentes de armas. Hemos sabido por inteligencia que ahora están buscando comprar unos artefactos tierra-aire, para atentar contra nuestros aviones“, dijo Uribe.
El AT-4 es utilizado por las fuerzas armadas de Argentina, Brasil, Chile, Venezuela, Estados Unidos y Mexico. Las autoridades suecas reconocieron ayer que habían pedido explicaciones a Venezuela ante la incautación, en un campamento de las FARC, de armas de Suecia vendidas a Caracas en 1988.“Está confirmado que una pequeña cantidad de armas producidas en Suecia fue encontrada en un campamento de las FARC. Pedimos explicaciones a responsables del gobierno de Venezuela para que nos diga cómo explica que este equipamiento haya sido encontrado en Colombia”, declaró el consejero político del Ministerio de Comercio sueco, Jens Eriksson. El funcionario precisó que ninguna empresa sueca había sido autorizada a exportar armamento a Colombia.
El fabricante de armas sueco Saab AB lamentó ayer que los equipos militares que produce hayan terminado en poder de las FARC y señaló que “es fastidioso” que las armas caigan en manos equivocadas.“Siempre es fastidioso cuando sucede”, declaró Tomas Samuelsson, director general de Saab Bofors Dynamics, filial de Saab AB y fabricante de los lanzacohetes antitanques AT-4. “Todos los países hacia donde exportamos deben firmar un certificado de destinatario final, si no, la exportación no se autoriza. Desgraciadamente, a veces, un arma termina allí adonde no debería llegar”, explicó Samuelsson. Semana publicó un artículo titulado “Los rockets venezolanos”, en el que afirma que, hace casi dos meses, Bogotá puso en conocimiento de Caracas la incautación a las FARC de “varios lanzacohetes AT-4, sin recibir respuesta del Palacio de Miraflores.
A principios de este mes, el diario colombiano El Tiempo consignó que el gobierno analizaba “información confiable” que señalaba que las FARC habían concretado un negocio para adquirir misiles rusos a través de contactos venezolanos. La respuesta venezolana a los anuncios colombianos tuvo el tono habitual que el gobierno de Chavez ha utilizado hasta ahora. “Da risa; lo asocio con esos temas de ficción, de Superman. Parece una película barata del gobierno norteamericano y, lamentablemente, de los pitiyanquis de la región”, ironizó el ministro del Interior venezolano, Tarel El Aissami.
Chávez, en declaraciones transmitidas por la cadena de televisión Telesur, acusó al presidente Colombiano, Álvaro Uribe, de “irresponsable” por acusaciones de desvío de armas. “Uribe prendió otra vez el ventilador” de acusaciones “irresponsables contra nuestra patria. Ya basta, se acabó, no vamos a tolerar esto” y desde ahora “congelamos las relaciones”, subrayó el gobernante venezolano. “Vamos a retirar al embajador y vamos a dejar al funcionario (diplomático) de más bajo cargo”, dijo Chávez, citado por la página de Internet de la cadena Telesur y advirtió que la próxima declaración verbal o de otro tipo contra Venezuela “rompemos relaciones con Colombia. Estemos preparados para eso”.
El líder venezolano pidió además a sus ministros sustituir las importaciones provenientes de la nación vecina y estudiar la posible cancelación de proyectos conjuntos, como un gasoducto binacional. El gobernante venezolano dijo que las importaciones desde Colombia, segundo principal socio comercial luego de Estados Unidos (?), no eran esenciales para la nación petrolera y que podría comprar a otros países amigos. Si es que el Gobierno de Colombia cree que nosotros dependemos de esas importaciones, están equivocadísimos’, afirmó durante la transmisión y agregó: ‘No es imprescindible para nosotros el gas que viene de Colombia. Pudiéramos cerrar ese gasoducto’, apuntó. En los últimos días, la tensión entre los dos países ha ido en aumento, desde el anuncio realizado por Bogotá sobre un futuro acuerdo con Estados Unidos para otorgarle el uso controlado de bases militares en territorio colombiano.
Chávez recordó que en diversas filmaciones se ha podido ver que los guerrilleros colombianos portan armamento estadounidense, ruso e israelita, pero “ellos (las autoridades colombianas) agarran al más pendejo y los más pendejos somos nosotros”. El tráfico de moderno armamento hacia grupos ilegales, específicamente para las FARC, dejó de ser una preocupación secreta en las altas esferas del Gobierno y se convirtió en un tema público.
El presidente Álvaro Uribe reveló que envió quejas diplomáticas a países donde el grupo guerrillero habría adquirido sofisticados lanzacohetes. “Sabemos que los grupos terroristas han adquirido lanzacohetes de marca en los mercados internacionales de armas. Colombia lo sabe. Hemos elevado nuestra queja a través de los canales diplomáticos a los respectivos países”, dijo Uribe. La preocupación ya había sido informada por EL TIEMPO, que en su edición del 12 de julio señaló que durante la última visita del presidente Uribe a Venezuela –en abril pasado– le manifestó a su homólogo venezolano, Hugo Chávez, que las FARC estarían buscando misiles IGLA-S24 (tierra-aire), similares a los que ese país le compró a Rusia el año pasado. En esa reunión, Chávez prometió averiguar sobre el tema.
Aunque el temor se había manejado con reserva, Uribe envió ayer un duro mensaje a la comunidad internacional para que no permita que grupos armados ilegales tengan espacios para adquirir armas. “La comunidad internacional tiene que pensar que en lugar de tener laxitud para venderles estas armas a los terroristas, tiene que mostrar firmeza para cooperar con la democracia colombiana en la derrota del terrorismo”, dijo el presidente Uribe.Y agregó: “Si asumimos la actitud del apaciguamiento, disparan esos lanzacohetes y adquieren más, y nadie se frena en la comunidad internacional de vendérselos, y ellos tampoco van a considerar si los disparan o no contra el pueblo colombiano”.
Fuente: Pan American Defense
Fuente: Pan American Defense
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