Solucionaría los graves problemas de infraestructura del enorme reservorio de petróleo y gas. Pero hay dudas por el financiamiento. Apuestan a una asociación público-privada
El Gobierno busca que lleguen inversiones para Vaca Muerta, en Neuquén. Sin embargo, ese gigantesco reservorio de gas y petróleo sufre problemas de infraestructura: los accesos por rutas están deteriorados y son complicados hasta para los conductores de camiones. Para remediar esa situación, YPF le propuso al ministerio de Transporte la construcción de una línea de tren, un proyecto del que vienen hablando desde hace un año.
La petrolera presentó un plan técnico, que conversó con otras firmas de la industria. La idea es unir la localidad de Añelo (en Neuquén, cerca del yacimiento) con Bahía Blanca, haciendo una serie de paradas.
En el ministerio de Transporte recibieron el proyecto y comenzaron a estudiarlo. Quieren una asociación público-privada. Sin embargo, aspiran a que la línea de tren la paguen las petroleras. algo que no está en los planes de las empresas.
En el proceso de fractura hidraúlica (conocido como fracking) se utiliza arena. Hoy, las petroleras llevan ese insumo hacia sus pozos a través de camiones desde Bahía Blanca. Eso les provoca altos costos lógicos. El desplazamiento a través de vías ferroviarias les permitiría llevar mayores volúmenes y a menores precios.
Como se encuentra en una etapa embrionaria, aún se desconoce la inversión que demandará este proyecto. Pero se estima que será de miles de millones de pesos. En Transporte suponen que podría ser una de los primeros desarrollos que combinen capitales privados con fondos públicos.
YPF -en nombre de la industria petrolera- le ofreció a Transporte un horizonte de ingresos, con el que podrían financiar el funcionamiento operativo de la línea de tren. Garantizan que usarán esas vías a través de contratos de mediano y largo plazo. En el futuro, hasta se ilusionan en poder llevar gas a través de vagones especialmente acondicionados.
El presidente Mauricio Macri le encomendó a la conducción de YPF -encabezada por Miguel Angel Gutiérrez- que baje los costos de perforación para cada pozo de Vaca Muerta. Para seducir a los inversores, el país debe mostrar que puede ser competitivo contra Estados Unidos. El tren ayudaría en ese sendero, ya que le mostraría a las empresas que habrá infraestructura para que puedan desarrollarse.
La anterior gestión de YPF, a cargo de Miguel Galuccio, se abocó a un plan de perforaciones verticales en los pozos no convencionales. A los ojos de la mayoría de expertos petroleros, esa estrategia resultó costosa, anti económica, a contramano de las tendencias internacionales (que tienden a pozos horizontales) y derivó en un inmenso rojo de pérdidas. El management de YPF ahora tiene el mandato de cuidar la caja. En ese sentido, están convencido que no deben asumir el compromiso de pagar por un tren, ya que su negocio principal es vender energía.
El presidente Macri desea inversiones en Vaca Muerta por US$ 20.000 millones anuales para 2019, cuando termine su mandato. Para concretar ese mojón, un tren que una Bahía Blanca con Neuquén es una condición ineludible. En Canadá y Estados Unidos, la industria petrolera y el transporte se encuentran integrados.
En la provincia de Buenos Aires, Ferrobaires ya está haciendo algunas exploraciones iniciales para asegurarse la viabilidad de Bahía Blanca como estación terminal.
En Mendoza, que es vecina de Neuquén, también estiman que podrían engancharse a un tren de Vaca Muerta. El tema entró en consideración en una posible reactivación de una planta de potasio en Río Colorado. La salida del mineral a través de las vías contribuiría a darle sustentabilidad económica al proyecto, según conjeturan en Transporte.
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