Casi 400 aviadores se fueron desde 2007 por los bajos sueldos y las pocas horas de vuelo; pronostican que se intensificará.
Casi 400 pilotos dejaron la Fuerza Aérea en los últimos diez años por los bajos salarios y el desaliento por las escasas horas de vuelo para entrenamiento profesional. Los pronósticos no son alentadores, frente a las perspectivas de crecimiento que presentan las compañías aéreas de bajo costo (low cost), que atraen a tripulantes formados y adiestrados por el Estado.
Por ejemplo, Fly Bondi, una de las primeras low cost que operará en el país, tiene un plan de incorporación de 120 pilotos hacia fines de 2018.
Según pudo saber LA NACION, para la formación integral de los pilotos la Fuerza Aérea invierte $ 93 millones (US$ 5,1 millones) durante quince años, hasta alcanzar la máxima capacidad en unidades operativas, por lo que el éxodo en la última década tuvo un costo de $ 35.340 millones (US$ 1963 millones), más del doble del presupuesto de la fuerza para todo un año.
El éxodo alcanzó a 380 oficiales, desde el grado de alférez hasta vicecomodoro, y se produjo especialmente en la franja netamente operativa, con la deserción de 236 tenientes primeros y 73 capitanes. La proyección puertas adentro de la Aeronáutica es que las proporciones se profundizarán, frente a las perspectivas de crecimiento de las low cost. Las compañías aéreas privadas ofrecen salarios iniciales superiores a $ 50.000, que prácticamente duplican los haberes de un teniente o capitán en actividad.
Este panorama se da en medio de una grave reducción de las posibilidades ciertas de volar en la Fuerza Aérea, por las restricciones presupuestarias y el escaso número de aeronaves en servicio.
"A todos los pilotos nos une la pasión por volar", confió ayer a LA NACION un oficial retirado el año pasado de la Fuerza Aérea, que hoy conduce aviones en LAN y pidió mantener en reserva su identidad.
"El problema viene de arrastre y no es culpa de las low cost. Pero se acentúa en este período de expansión de la aviación comercial", explicó una fuente castrense.
En medio del crítico panorama, la conducción de la Fuerza Aérea recibió muy favorablemente el reciente decreto 595/17, que autorizó créditos por casi US$ 900 millones para la compra de equipamiento militar (ver aparte). El presupuesto de la Fuerza Aérea, con un plantel de 13.000 hombres y mujeres, asciende hoy a $ 14.500 millones, y más del 76% se destina a sueldos.
Para su formación integral, los pilotos cursan cuatro años en la Escuela de Aviación Militar, en Córdoba, tras lo cual completan una capacitación básica de aviador militar y otra instrucción especializada avanzada, como pilotos de caza, transporte y helicóptero. Y sigue el adiestramiento en unidades operativas, lo que genera un costo de formación de $ 93 millones por piloto.
Consultado por LA NACION, el secretario general de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Pablo Biro, negó que el éxodo de pilotos responda al crecimiento de las low cost. "El desarrollo de estas empresas de bajo costo es muy incipiente. Los pilotos se van de la Fuerza Aérea desde hace tiempo porque no tienen horizonte profesional y por sus salarios relegados", dijo, al comentar su propio caso, ya que él mismo se formó en la Fuerza Aérea, al igual que su padre, y pasó luego a la aviación comercial.
Para las compañías aéreas resulta una ecuación muy favorable recurrir a pilotos entrenados y con muy buena formación práctica y académica. Según datos de Airbus, la flota de aviones del mercado argentino aumentará de 145 aviones a 318 en los próximos 20 años.
Ante una consulta de LA NACION, en Fly Bondi explicaron que el proceso de contratación de pilotos es continuo. "Nuestro plan requiere 120 pilotos hacia fines de 2018, momento en el que tendremos diez nuevas aeronaves. Priorizamos a los copilotos con más de 3200 horas de vuelo, para que el año que viene puedan ascender a comandantes. Para los que ya son comandantes, se exigen 4000 horas", indicó la empresa.
Señal de un mercado en crecimiento, Aerolíneas Argentinas anunció la semana pasada que en julio alcanzó un récord de pasajeros: 1.142.054, unos 122.000 más que en el mismo mes del año anterior.
En Aerolíneas se indicó a LA NACION que el pase fuerte de pilotos militares al sector privado se registró en los años 90 y que no hay ahora evidencias de que se repita. "En la última búsqueda laboral, hace pocos meses, ingresaron 30 pilotos y no más de dos casos procedían de las Fuerzas Armadas", se explicó.
Efectivamente, entre 1993 y 2000, unos 300 oficiales abandonaron la Fuerza Aérea. Los niveles de deserción disminuyeron luego de la crisis de 2001. Se estima, de todos modos, que las promociones de tenientes primeros y capitanes están integradas hoy por el 50% de los efectivos que en su momento egresaron.
El alcance de la pérdida
380 Pilotos - Es el número de oficiales que abandonaron la Fuerza Aérea en la última década por los bajos sueldos y el desaliento que genera la reducción de las horas de vuelo
$ 93 Millones - Es el costo que destina la Fuerza Aérea para la formación integral de un piloto en un período de 15 años, desde su ingreso en la Escuela de Aviación Militar hasta el manejo de unidades operativas
$ 35.340 Millones - Es la suma invertida en la formación de los 380 pilotos que se fueron. Constituye más del doble del presupuesto de la fuerza para todo un año
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