Una misión del Gobierno pidió ayer por la carne, los limones y el biodiésel
WASHINGTON.- Una misión comercial del gobierno nacional avanzó ayer con el gobierno de Estados Unidos en el sendero burocrático para destrabar o ampliar exportaciones argentinas por unos 260 millones de dólares de productos agrícolas y agroindustriales, incluidas las ventas de carne, frutas y biodiésel.
La misión, integrada por el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile; el secretario de Comercio, Miguel Braun, y el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Horacio Reyser, mantuvo reuniones en el Departamento de Agricultura, el Departamento de Comercio y la Oficina del Representante del Comercio de Estados Unidos (USTR, según sus siglas en inglés) con el fin de ampliar el intercambio comercial, uno de los principales objetivos del oficialismo en la relación bilateral.
Buryaile se reunió con el secretario de Agricultura, Sonny Perdue. Los funcionarios argentinos mantuvieron además una conversación telefónica de media hora con el secretario de Comercio, Wilbur Ross, quien no se encontraba en Washington.
La agenda comercial estuvo dominada principalmente por tres productos: las ventas de carne, limones y biodiésel. Buryaile dijo que el Gobierno está resolviendo "rápidamente" los pedidos de información y las aclaraciones técnicas que ha solicitado el Servicio de Seguridad e Inspección de Alimentos (FSIS) sobre la carne de la Argentina, que perdió el mercado norteamericano en marzo de 2001 por un brote de fiebre aftosa que fue ocultado por meses.
"No hay ninguna cuestión sanitaria de fondo, sino de certificados y papelería. Quedan solamente algunas cuestiones burocráticas", dijo el ministro de agroindustria argentino.
Una vez terminado este último ida y vuelta, el país quedaría habilitado para volver a vender carne. Buryaile no espera nuevos pedidos de información. En los últimos tres meses, afirmó, la Argentina avanzó lo que "no avanzó en años". Pero el ministro tampoco quiso arraigar las expectativas respecto de cuándo llegará la luz verde.
"Yo no quiero poner fechas porque los servicios sanitarios tienen sus tiempos y las burocracias tienen sus tiempos. Hace 15 años que estamos esperando y vamos a entrar en muy poco tiempo", señaló.
Otro tema dominante en las discusiones comerciales: los limones. Buryaile afirmó que sólo resta la aprobación de Estados Unidos de un plan de trabajo operativo, una formalidad para terminar de levantar la veda. "En la próxima cosecha vamos a tener limones argentinos en Estados Unidos", prometió el funcionario argentino.
Más allá de las demoras burocráticas -que, en parte, se deben también al caótico comienzo que tuvo el gobierno de Donald Trump y las demoras en las designaciones de funcionarios y nombramientos en las segundas y terceras líneas de la administración-, los funcionarios argentinos se mostraron confiados en que todas las discusiones comerciales terminarán con un resultado favorable para la Argentina.
"Hemos coincidido todos en que estamos ambos países en un enfoque muy constructivo, muy pragmático de la relación de poner sobre la mesa todos los temas, hablarlos abiertamente, y resolverlos en forma rápida", dijo Reyser.
Negociaciones por el SGP
Otro tema pendiente: la denuncia de dumping de los productores de biodiésel estadounidenses contra productores argentinos. Reyser dijo que "hay mecanismos que Estados Unidos tiene que seguir", y que la delegación planteó la importancia de las exportaciones dentro del comercio bilateral, y el impacto que tienen en el déficit comercial de la Argentina con Estados Unidos, que ronda los 2500 millones de dólares.
"Nosotros miramos lo que hay para crecer en la relación porque el comercio está muy por debajo de lo que puede ser. Eso es lo que estamos mirando", agregó.
El Gobierno también cumplió con una serie de pedidos de la USTR para que la Argentina reingrese en el sistema general de preferencias (SGP), algo que permitiría reducir el arancel que pagan productos agrícolas y agroindustriales que favorecería a las economías regionales. A cambio, Estados Unidos quiere vender más carne de cerdo, carne vacuna y frutas.
La Argentina deberá primero superar una audiencia del USTR, y luego recibir la aprobación de Trump. Braun estimó que eso permitiría el ingreso con un arancel más bajo de productos que hoy representan ventas por unos 450 millones de dólares.
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