Por Francisco Jueguen - LA NACION
Desde el cambio de gestión, ya desvincularon a 326 personas
Cerca del mediodía, todo era desazón en la puerta del edificio en el que se encuentra la Secretaría de Comercio. Una treintena de ex empleados pululaban sin rumbo fijo y con la mirada perdida. "Echaron a una embarazada", contó Gabriel, uno de los nuevos desvinculados. "No nos dieron explicaciones. Pasaron con una lista de un día para el otro", se quejó una joven socióloga. "Les están entregando todo a las empresas", cuestionó otro desplazado.
La Secretaría de Comercio, que conduce Miguel Braun, desvinculó ayer a 196 personas, principalmente de las áreas de Lealtad Comercial y de Defensa del Consumidor. Con la nueva ola de desplazados estatales, esa dependencia cuenta ya 326 contratados menos desde que llegó la nueva gestión.
En el Gobierno dijeron a LA NACION que parte del personal desvinculado no "posee la capacitación adecuada" o que hay algunos contratos "que no cumplen funciones específicas". Sin embargo, cerca de Braun admitieron que hay una intención de "ajustar" el funcionamiento de la secretaría y de "racionalizar el gasto".
"En los últimos dos años, ingresaron 639 personas, un aumento de 70% de personal", afirmaron en el Gobierno. En esa dependencia había, al momento del traspaso, más de 1500 personas, informaron. Estimaron además que no descartan nuevos desplazamientos. Según pudo averiguar LA NACION, los despedidos eran contratados bajo la ley marco (renovables cada doce meses), con locación de servicio o personas tercerizadas a través de universidades estatales.
"Estamos trabajando en el ordenamiento, producto del sistema heredado. No fuimos los que contratamos mal", afirmaron fuentes oficiales, que informaron que el call center estaba "sobrepoblado". De esa área se desvincularon 30 personas.
A comienzos de enero, la Secretaría de Comercio cortó los contratos de unos 130 personas. El Gobierno los calificó entonces como "ñoquis". Por ejemplo, se desarticuló una unidad que se conocía internamente como "la agregaduría" y que seguía dependiendo de Guillermo Moreno, pese a que este ya estaba en Roma.
Otros empleados desplazados entonces pertenecían a la task force que el gobierno de Cristina Kirchner había creado, con la dirección del polémico funcionario, para la "intervención en Papel Prensa". Ese grupo especial fue desarticulado. En agosto de 2010, en plena guerra contra el Grupo Clarín, Moreno presentó el documento "Papel Prensa: la verdad". Lo elaboró junto a Beatriz Paglieri, la primera interventora en el Indec, en 2007. Desde entonces no pudieron explicar cuáles eran sus objetivos laborales.
El ex secretario de Comercio Augusto Costa denunció ayer el "acoso laboral" a los trabajadores despedidos y acusó al actual gobierno de "desarmar equipos de trabajo consolidados y con experiencia". El ex funcionario afirmó que detrás de los despidos existe una estrategia para suprimir áreas clave de la Secretaría de Comercio, como Precios Cuidados y el plan Ahora 12. "No hay inspectores ni relevadores de precios en las calles; no hay personal que realice el seguimiento de precios ni ninguna norma que obligue a las empresas a informarlos", cuestionó Costa en un artículo publicado en un diario.
"Queda claro que los verdaderos ñoquis de la Secretaría de Comercio no son los cientos de trabajadores capacitados y comprometidos que fueron echados ni los que planean cesantear en el futuro, sino sus actuales autoridades, que intentan desligarse de cualquier tipo de responsabilidad en materia de gestión", cerró.
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