(Infodefensa.com) Madrid – El primer ministro
italiano, Mario Monti, ha propuesto definir
los poderes especiales que le permitan bloquear las absorciones extranjeras de
las empresas de defensa consideradas estratégicas. Además, su gabinete se ha
reunido para especificar qué sectores estratégicos clave deben ser protegidos,
conforme a la nueva legislación aprobada en mayo.
El gobierno italiano continúa así con las medidas para acabar con las adquisiciones foráneas no deseadas de empresas italianas de defensa. Italia conforma así un ejemplo que podría seguir España. De hecho, el ministro de defensa, Pedro Morenés, ya anunció hace tres meses que el Gobierno estaba estudiando “proteger el activo industrial y tecnológico” de las empresas españolas de la Industria de Defensa para evitar que, en estos “tiempos de debilidad” pasen a “manos extranjeras”.
En el caso de Italia, el pasado 10 de agosto la oficina de su primer ministro emitió un comunicado en el que se explica que adoptará “poderes especiales” para controlar el comercio de acciones de las empresas cubiertas, tendrá un poder de veto sobre las “decisiones importantes” y evitará que las empresas no deseadas se hagan con grandes participaciones.
La disposición permitirá al primer ministro imponer “condiciones específicas en las compras de participaciones” y oponerse a la adquisición de acciones si llegasen a “alcanzar un nivel en el que pudiese comprometer los intereses protegidos”, según el comunicado difundido por la oficina de Monti tras la reunión de su gabinete en Roma del mencionado 10 de agosto. La medida debe ser presentada ante el Consejo de Estado y las comisiones competentes para que aporten su opinión antes de que sea adoptada.
En la citada reunión del Consejo de Ministros italiano se identificó qué sectores estratégicos clave pueden ser protegidos frente a adquisiciones indeseadas conforme a la legislación aprobada la pasada primavera.
La orden del Gobierno que no ha sido publicada, incluye, según Defense News, tecnologías C4I (mando, control, comunicaciones, computadoras e inteligencia), guerra electrónica, radares, satélites militares, aeronaves no tripuladas (UAV), acústica submarina, tecnologías contra artefactos explosivos improvisados (IED), misiles, munición, torpedos, sistemas de formación de pilotos militares, tecnología de sigilo y la construcción de aviones y barcos militares. La lista también contempla tecnologías no militares de propulsión aeroespacial, de seguridad informática y de encriptación.
Según la ley italiana aprobada el pasado mes de mayo, las empresas, extranjeras o no, que hayan sido autorizadas a hacerse cargo de compañías estratégicas, ya sean públicas o privadas, deben dar garantías de su estrategia de gestión. En caso de que esas estrategias sean abandonadas, el gobierno se arroga la facultad de poder intervenir.
La ley fue diseñada para sustituir el anterior sistema que concedía al gobierno italiano poder de veto en las decisiones estratégicas que involucrasen a empresas en las que era titular de las llamadas “acciones de oro”.
Este sistema, que también ha sido empleado por España, Portugal y Gran Bretaña, fue rechazado por la Unión Europea por considerarlo contrario a la libre competencia.
España podría adoptar finalmente unas medidas similares a las italianas, a tenor de las palabras del ministro Morenés en el desayuno informativo organizado a finales de mayo por Europa Press, en el que estuvo presente Infodefensa.com. El ministro de Defensa español mostró en ese acto su preocupación de que algunas empresas extranjeras se aprovechen de un “momento de debilidad” en una situación crítica del sector como el actual para hacerse con sus activos. Morenés explicó que la industria de Defensa está vinculada a la Soberanía nacional, por lo que debe tener un tratamiento especial.
La nueva legislación italiana es un ejemplo de ese tratamiento especial. Sus defensores esgrimen que puede aplicarse tanto a compañías públicas como privadas, y aseguran que con ella no se dificultarán las adquisiciones de empresas, sino roso lo contrario, ya que supone la adopción de un marco legal que facilita tales operaciones. Después de que el decreto italiano del 10 de agosto defina las actividades objeto de la nueva ley, el siguiente paso será especificar qué compañías deben ser cubiertas.
El nuevo decreto probablemente cubrirá las unidades de negocio de Finmeccanica, la firma de de propulsores Avio y los astilleros Fincantieri, según Defense News.
Reuters apunta que entre las subsidiarias de Finmeccanica sobre las que se podrán adoptar los poderes de veto se encuentran la aeroespacial Alenia, el fabricante de helicópteros Augusta Westland, el fabricante de sistemas electrónicos de defensa Selex Galileo, la empresa de satélites Telespazio, el productor de armamento Oto Melara y el fabricante de torpedos Wass. Otros decretos adicionales podrían cubrir otras industrias estratégicas, incluidas las energéticas.
De momento Finmeccanica, de la que un 30 por ciento es propiedad estatal, está buscando comprador para su filial Ansaldo Energia, y las empresas ferroviarias Ansaldo Breda y Ansaldo STS, para centrarse en su núcleo de empresas aeroespaciales y de defensa y reducir su deuda.
La alemana Siemens ya ha comenzado las negociaciones para comprar una participación de Ansaldo Energía, mientras que la japonesa Hitachi está dando pasos para hacerse con AnsaldoBreda y, posiblemente, con Ansaldo STS, según la información de Reuters.
Foto: Finmeccanica
El gobierno italiano continúa así con las medidas para acabar con las adquisiciones foráneas no deseadas de empresas italianas de defensa. Italia conforma así un ejemplo que podría seguir España. De hecho, el ministro de defensa, Pedro Morenés, ya anunció hace tres meses que el Gobierno estaba estudiando “proteger el activo industrial y tecnológico” de las empresas españolas de la Industria de Defensa para evitar que, en estos “tiempos de debilidad” pasen a “manos extranjeras”.
En el caso de Italia, el pasado 10 de agosto la oficina de su primer ministro emitió un comunicado en el que se explica que adoptará “poderes especiales” para controlar el comercio de acciones de las empresas cubiertas, tendrá un poder de veto sobre las “decisiones importantes” y evitará que las empresas no deseadas se hagan con grandes participaciones.
La disposición permitirá al primer ministro imponer “condiciones específicas en las compras de participaciones” y oponerse a la adquisición de acciones si llegasen a “alcanzar un nivel en el que pudiese comprometer los intereses protegidos”, según el comunicado difundido por la oficina de Monti tras la reunión de su gabinete en Roma del mencionado 10 de agosto. La medida debe ser presentada ante el Consejo de Estado y las comisiones competentes para que aporten su opinión antes de que sea adoptada.
En la citada reunión del Consejo de Ministros italiano se identificó qué sectores estratégicos clave pueden ser protegidos frente a adquisiciones indeseadas conforme a la legislación aprobada la pasada primavera.
La orden del Gobierno que no ha sido publicada, incluye, según Defense News, tecnologías C4I (mando, control, comunicaciones, computadoras e inteligencia), guerra electrónica, radares, satélites militares, aeronaves no tripuladas (UAV), acústica submarina, tecnologías contra artefactos explosivos improvisados (IED), misiles, munición, torpedos, sistemas de formación de pilotos militares, tecnología de sigilo y la construcción de aviones y barcos militares. La lista también contempla tecnologías no militares de propulsión aeroespacial, de seguridad informática y de encriptación.
Según la ley italiana aprobada el pasado mes de mayo, las empresas, extranjeras o no, que hayan sido autorizadas a hacerse cargo de compañías estratégicas, ya sean públicas o privadas, deben dar garantías de su estrategia de gestión. En caso de que esas estrategias sean abandonadas, el gobierno se arroga la facultad de poder intervenir.
La ley fue diseñada para sustituir el anterior sistema que concedía al gobierno italiano poder de veto en las decisiones estratégicas que involucrasen a empresas en las que era titular de las llamadas “acciones de oro”.
Este sistema, que también ha sido empleado por España, Portugal y Gran Bretaña, fue rechazado por la Unión Europea por considerarlo contrario a la libre competencia.
España podría adoptar finalmente unas medidas similares a las italianas, a tenor de las palabras del ministro Morenés en el desayuno informativo organizado a finales de mayo por Europa Press, en el que estuvo presente Infodefensa.com. El ministro de Defensa español mostró en ese acto su preocupación de que algunas empresas extranjeras se aprovechen de un “momento de debilidad” en una situación crítica del sector como el actual para hacerse con sus activos. Morenés explicó que la industria de Defensa está vinculada a la Soberanía nacional, por lo que debe tener un tratamiento especial.
La nueva legislación italiana es un ejemplo de ese tratamiento especial. Sus defensores esgrimen que puede aplicarse tanto a compañías públicas como privadas, y aseguran que con ella no se dificultarán las adquisiciones de empresas, sino roso lo contrario, ya que supone la adopción de un marco legal que facilita tales operaciones. Después de que el decreto italiano del 10 de agosto defina las actividades objeto de la nueva ley, el siguiente paso será especificar qué compañías deben ser cubiertas.
El nuevo decreto probablemente cubrirá las unidades de negocio de Finmeccanica, la firma de de propulsores Avio y los astilleros Fincantieri, según Defense News.
Reuters apunta que entre las subsidiarias de Finmeccanica sobre las que se podrán adoptar los poderes de veto se encuentran la aeroespacial Alenia, el fabricante de helicópteros Augusta Westland, el fabricante de sistemas electrónicos de defensa Selex Galileo, la empresa de satélites Telespazio, el productor de armamento Oto Melara y el fabricante de torpedos Wass. Otros decretos adicionales podrían cubrir otras industrias estratégicas, incluidas las energéticas.
De momento Finmeccanica, de la que un 30 por ciento es propiedad estatal, está buscando comprador para su filial Ansaldo Energia, y las empresas ferroviarias Ansaldo Breda y Ansaldo STS, para centrarse en su núcleo de empresas aeroespaciales y de defensa y reducir su deuda.
La alemana Siemens ya ha comenzado las negociaciones para comprar una participación de Ansaldo Energía, mientras que la japonesa Hitachi está dando pasos para hacerse con AnsaldoBreda y, posiblemente, con Ansaldo STS, según la información de Reuters.
Foto: Finmeccanica
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