(Sputnik) - A 184 años de la ocupación de las Islas Malvinas por el Reino Unido, un 3 de enero de 1833, Sputnik entrevistó al presidente de la Comisión Nacional de Ex Combatientes de Malvinas, Ernesto Alonso, quien consideró que la presencia militar británica en las islas es una amenaza para la paz en América del Sur.
En las frías aguas del Atlántico Sur, los generales argentinos intentaron en 1982 dar un último manotazo de ahogado. Su régimen dictatorial se caía ante la presión popular, por lo que apostaron al extendido sentimiento de patriotismo para salvarse. Las acciones militares que emprendieron contra el Reino Unido para recuperar las Malvinas resultaron ser una pésima estrategia: los militares argentinos no sólo no lograron su objetivo, sino que la posición británica en las islas salió fortalecida.
150.000 millones de dólares gracias a la pesca en la zona ha sido el beneficio para el Reino Unido desde aquella fracasada aventura militar, según dijo a Sputnik Ernesto Alonso. Veterano de aquella guerra, y denunciante de las violaciones a los derechos humanos dentro del Ejército Argentino,
Alonso recordó que con los acuerdos firmados con posterioridad al conflicto, en los años 89 y 90, el presidente Carlos Menem le permitió a los británicos avanzar en la explotación de enormes recursos ictícolas. "Ahora está latente la explotación de recursos hidrocarburíferos", sostuvo. Dados los altos costos de la explotación de petróleo offshore, los ingleses necesitarían apoyo logístico desde el área continental argentina para utilizar esos recursos.
Por eso Londres sintoniza con los gobiernos locales que considera no hostiles a su estrategia.
"Hoy Malvinas es una unidad de negocios de la economía británica", ahondó Alonso, quien afirmó que no se trata de un territorio de libre circulación, sino que cuenta una política migratoria controlada por Gran Bretaña. "Toda persona que va ahí, lo hace para trabajar dentro de esa esa gran estructura que es la Falklands Islands Company", el grupo económico que detenta licencias de pesca que Alonso considera ilegítimas.
"El objetivo final de Gran Bretaña no son las Malvinas. Son los mares circundantes, las Islas Georgias, Sandwich y Orcadas del Sur y la proyección hacia la Antártida", estimó Alonso. El ex combatiente opinó que la presencia de una base militar británica en Mount Pleasant, es una "situación gravísima para la paz de la región". "Se trata de la base militar de fuerzas extranjeras más importante de la región. Mantienen coordinación en con otras bases militares que ocupan territorios latinoamericanos, como las de Estados Unidos", agregó.
Daniel Filmus: "Las acciones británicas en Malvinas echan por tierra la estrategia de acercamiento" Se estima que en la base de Mount Pleasant operan actualmente unos 1.500 militares y unos 500 civiles británicos. Ante una denuncia de la cancillería argentina en 2012 sobre el despliegue de armas nucleares en las islas, Londres prefirió mantener su silencio.
Desde la asunción de Mauricio Macri en diciembre de 2015, las relaciones británico-argentinas experimentaron una distensión considerable. Los veteranos del conflicto critican al presidente su poco compromiso con la recuperación de las islas. Algo que el mandatario niega. "Argentina ha obtenido el apoyo global en esta causa. El mundo no acepta más una situación de colonialismo" sentenció Alonso al respecto. Por eso consideró que el primer punto a tratar en cualquier discusión sobre las Malvinas "es la soberanía argentina".
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