(Clarín.com) - El intendente de Villa María, Eduardo Accastello, es un hombre
de aceitada llegada a la Casa Rosada. Por eso, tal vez, necesitaba un
aeropuerto a la altura de las circunstancias. Y su gestión dio frutos.La ciudad cordobesa tiene su estación aérea, adjudicada en mayo de 2009 a la empresa Electroingeniería por un monto de $ 29.241.570,61. Esta firma ha sido ampliamente favorecida por obras durante los años del kirchnerismo y uno de sus accionistas, Gerardo Ferreyra, es allegado al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini. Pero entre las particularidades de este emprendimiento es la falta de movimiento en el aeropuerto.
Durante el verano, las operaciones son casi nulas: el trayecto Córdoba-Villa María tuvo un solo pasajero.
Según el sitio local diaadia.com, un vecino conocido como “Juanjo” fue el único pasajero en los primeros dos meses que lleva habilitado ese tramo. El hombre viajó sólo, en un vuelo de Aerochaco. “Cuando me enteré, lo primero que pensé fue en pedir alguna certificación, algo que dijera que yo era en primero en viajar”, contó Juan José Britch a ese portal cordobés. Cuando aterrizó en el aeropuerto de Villa María, que fue bautizado “Néstor Kirchner”, lo aguardaban dos bomberos. Y el equipaje se lo despachó el copiloto. No había taxis ni remises, así que debió pedir uno por teléfono para cubrir los 11 kilómetros que separan a la ciudad de la base aérea.
Pero el intendente Eduardo Accastello no se perturba. Ni siquiera ahora que, en la página de la compañía Macair Jet ofrece vuelos a Sunchales (Santa Fe) y Aeroparque (Buenos Aires), pero recién desde mediados de febrero.
Argentina, país generoso...
Según el sitio local diaadia.com, un vecino conocido como “Juanjo” fue el único pasajero en los primeros dos meses que lleva habilitado ese tramo. El hombre viajó sólo, en un vuelo de Aerochaco. “Cuando me enteré, lo primero que pensé fue en pedir alguna certificación, algo que dijera que yo era en primero en viajar”, contó Juan José Britch a ese portal cordobés. Cuando aterrizó en el aeropuerto de Villa María, que fue bautizado “Néstor Kirchner”, lo aguardaban dos bomberos. Y el equipaje se lo despachó el copiloto. No había taxis ni remises, así que debió pedir uno por teléfono para cubrir los 11 kilómetros que separan a la ciudad de la base aérea.
Pero el intendente Eduardo Accastello no se perturba. Ni siquiera ahora que, en la página de la compañía Macair Jet ofrece vuelos a Sunchales (Santa Fe) y Aeroparque (Buenos Aires), pero recién desde mediados de febrero.
Argentina, país generoso...
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