Para prevenir accidentes, el Gobierno porteño debió construir dos senderos
a los costados de la Plaza de la República (a ambos lados del Obelisco) para que
los peatones continúen la búsqueda de sus paradas del Metrobús de la 9 de Julio.
Es que la gente tomó como costumbre caminar por las dársenas, en el centro de la
avenida, para encontrar los colectivos. Sin embargo, al llegar al Obelisco ese
corredor se corta y los pasajeros, en vez de cruzar Corrientes por las laterales
(Cerrito o Pellegrini), bordeaban el espacio verde por una pequeña vereda. Eso
hacía peligroso el recorrido porque los autos les pasaban rozando. Los agentes
de tránsito intentaban en vano evitar que los peatones se bajaran a los
carriles.
Ante las advertencias, las autoridades porteñas constataron que cuatro de
cada diez personas buscaban las paradas por el eje central del Metrobús en lugar
de hacerlo por las vías correctas. Muchos lo hacen para ahorrar tiempo y otros
porque consideran que es más cómodo y está bien iluminado, a diferencia de las
laterales, lo que da una sensación de seguridad mayor.
Desde la Subsecretaría de Tránsito porteña reconocieron que esta obra no
estaba programada desde el principio, sino que tuvieron que actuar para evitar
algún accidente vial. El recorrido central ofrece otras ventajas para las
personas: no hay obstáculos que esquivar en las veredas, como en Carlos
Pellegrini o Cerrito, donde los kioscos de diarios o las motos hacen que la
caminata sea más trabada.
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