Por Guillermo Dietrich | Para LA NACION
Necesitamos movernos con fluidez, seguridad y en un entorno amigable
Buenos
Aires es dinámica: crece, avanza y se transforma, como las grandes
urbes. Quienes la habitamos necesitamos movernos con fluidez, seguridad y
en un entorno amigable y ecológico. Esa transformación está a punto de
ser una realidad concreta: el espacio público de nuestra ciudad adaptado
a las necesidades de sus habitantes, priorizando a los peatones, la
movilidad y la calidad del medio ambiente. Y el escenario será nada
menos que la Avenida 9 de Julio, el mismo que fuera adaptándose a los
cambios y exigencias en diferentes épocas.
Esa arteria, el principal eje que vincula la zona Sur
con la zona Norte de la región metropolitana, es un centro receptor de
viajes a través de los cuales se concentran múltiples actividades, desde
administrativas, laborales, hasta educativas. En pocas semanas, las más
de 200.000 personas que se trasladan en colectivo por esa avenida y las
calles Maipú y Esmeralda, podrán hacerlo de manera más segura y
ordenada.
En las laterales se agregó un carril de cada lado para detención, lo que se traduce en más espacio para la circulación de automovilistas particulares y taxistas, sin colectivos que se detengan ante ellos. Aquellos que se trasladen a pie podrán cruzar la avenida de forma segura, porque los tramos serán más cortos y habrá apoyos peatonales intermedios. Además, como espacios de espera, habrá bulevares arbolados que mantendrán separados los carriles exclusivos del resto del tránsito.
Aquellos que se trasladen a pie podrán cruzar la avenida de forma segura, porque los tramos serán más cortos
Para el ordenamiento de las combis en el entorno
Obelisco, estamos creando un nuevo centro de transbordo subterráneo que
ordenará la superficie y mejorará la experiencia de las cientos de miles
de personas que usan ese medio de transporte.El medioambiente es para nosotros un punto importante, ya que es nuestra herencia para las futuras generaciones. Por eso, cuando planificamos el Metrobus, trabajamos codo a codo con especialistas. Respecto de los canteros laterales que sumamos a la traza, estos están en contacto con la tierra y ofrecen mayor superficie de absorción. Ya estamos plantando allí árboles y plantas nuevos, que sumarán verde al recorrido. Además, instalamos un sofisticado sistema de riego automático. En total, 550 árboles embellecerán la traza, nos darán más aire puro y absorberán naturalmente los ruidos. Instalamos también sumideros nuevos en los carriles exclusivos, para permitir el correcto escurrimiento del agua.
La 9 de Julio es un eje dinámico que se fue adaptando a las necesidades de cada época. El trasladar los colectivos a la avenida, un espacio amplio y abierto, permitirá que los niveles de contaminación sonora de las calles laterales, como Esmeralda y Maipú, disminuya notoriamente, de modo que aumente la calidad de vida de quienes habitan, trabajan y estudian en el microcentro. La distancia entre las paradas de ascenso y descenso de pasajeros implicará una disminución de aceleraciones y frenadas y, con ello, la emisión de gases contaminantes.
Concretamente, la reducción de gases de efecto invernadero será de 5612 toneladas de CO2 eq por año.
Sabemos que la 9 de Julio es parte de la identidad de Buenos Aires, y quisimos resguardar su estética. Por eso, los arquitectos que trabajaron en este proyecto son los mismos que estuvieron involucrados en la última remodelación de esta arteria.
La 9 de Julio es un eje dinámico que se fue adaptando a las necesidades de cada época. Esta es una intervención beneficiosa, que piensa en el futuro de una ciudad que evoluciona y cuya prioridad son el peatón y el transporte público. Disfrutémosla entre todos..
Si hay tanto interes por el peaton y por reducir el trafico entonces porque no ponen el metrobus bajo tierra como cualquier ciudad moderna haria?
ResponderEliminarMuy bueno!!
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