Autor: Rosa Muñoz Lima
Pese a la crisis, la venta de armas de guerra alemanas alcanzó cifras récords en 2010. Ello, aunque oficialmente se le concedieran menos licencias, confirma un informe aprobado este miércoles (7.12.2011) en Berlín.
La exportación de armas de guerra alemanas alcanzó cifras récord en 2010, confirma un informe aprobado y dado a conocer en Berlín por el gabinete de Gobierno de Ángela Merkel. A 2.100 millones de euros se elevaron las ganancias de la industria armamentista durante el 2010. En 2009 había sido casi la mitad: 1.300 millones.
Aproximadamente la mitad de estos ingresos se obtuvo con la exportación de buques de guerra a socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), destaca la agencia de noticias alemana DPA. Adicionalmente, las empresas alemanas del ramo cerraron contratos, el pasado año, por valor de unos 5.000 millones de euros, publica el diario alemán de economía y finanzas Handelsblatt.
La nota de prensa oficial lo resume de otro modo: alrededor del 70 por ciento de estas exportaciones oficialmente aprobadas “se dirigió a países de la Unión Europea (UE), la OTAN y países equiparables”. Con éstos últimos el informe se refiere a Australia, Japón, Nueva Zelanda, Suiza. El resto de las ventas aprobadas hallaron su destino, por ejemplo, en países de África y el Golfo Arábigo Pérsico.
Arabia Saudí ocupa el lugar diez entre los principales países de destino de las armas de alemanas, con un volumen de exportaciones que asciende a 152,5 millones de euros, destacan medios de prensa germanos.
Ello, pese a la polémica que estos negocios despiertan en la opinión pública alemana, que señala a la situación de los derechos humanos en ese país y al temor de que el armamento pueda emplearse para reprimir protestas internas. “Las decisiones sobre los planes de exportación de armamento se aprueban previa evaluación exhaustiva de argumentos de política exterior, seguridad y derechos humanos”, asegura sin embargo la nota oficial.
El informe apuntala así las preocupaciones que la política oficial de exportación de armamento generó hace unos meses entre políticos de oposición, organizaciones de derechos humanos y medios de prensa en Alemania, al conocerse la venta de 200 tanques Leopard 2 a Arabia Saudí.
Pero no sólo aviones, buques y tanques de combate, sino también lanzagranadas y ametralladoras automáticas se cuentan entre los “productos militares” de todo tipo exportados por la industria armamentista alemana. Bajo el rótulo de “productos militares” se incluyen, además de armas de guerra, otros elementos de tecnología y software.
Como sea, el Ejecutivo germano insiste en el descenso de los permisos de exportación aprobados. “El Gobierno Federal se ajusta a las estrictas reglas de los controles de exportación de armamento”, se lee en la nota de prensa. El volumen de licencias otorgadas para la exportación de “productos militares” se redujo en un 5,7 porciento, con ganancias por valor de 4.700 millones de de euros (290 millones menos que el año anterior).
Asimismo, las licencias de exportación hacia países en vías de desarrollo generaron ingresos por valor de 365 millones de euros, 43 millones menos que en 2009. Éstas, que se conceden de forma “restrictiva”, representaron en 2010 casi el ocho por ciento del total de licencias concedidas.
Sin embargo, menos licencias, como se ve, no sólo no reducen las ganancias, sino que tampoco aseguran el control. “Las licencias sólo fueron otorgadas luego de comprobado, en cada caso, que el armamento alemán no sería utilizado en violaciones de los derechos humanos, ni contribuiría al recrudecimiento de conflictos”, se afirma en una nota aclaratoria del ministerio alemán de Economía.
No obstante, ello no pudo evitar que recientemente apareciesen en Libia fusiles de asalto G-36 de la firma Heckler & Koch, originalmente enviados a Egipto, señala el Handelsblatt. Y lo mismo vale para 36 armas cortas de distintos calibres de procedencia alemana, decomisadas este martes (6.12.2011) en México, antes de que fuesen exportadas ilegalmente a Costa Rica. Ello, a un mes de una redada de las autoridades alemanas en las instalaciones de Heckler & Koch, bajo sospecha de haber pagado sobornos para conseguir contratos de envío a México.
“Las armas cortas son las verdaderas armas de exterminio masivo de nuestro tiempo, y las alemanas están presentes en casi cualquier guerra de este mundo”, aseguró el diputado de La Izquierda alemana, Jan van Aken. A tono con la postura de su partido, el parlamentario de oposición volvió a pedir una prohibición de la exportación de armamento, que podría comenzar por las armas cortas.
Editor: José Ospina-Valencia
Fuente: http://www.dw-world.de/dw/article/0,,15584381,00.html (Modificado)
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