La Dirección General de Material Naval de la Armada, tiene la responsabilidad básica de llevar adelante el Sistema Logístico Naval, donde se realizan una serie de actividades que están vinculadas al área de los intereses marítimos para mantener una estructura de apoyo logístico a su flota de mar. Existen dos infraestructuras navales que participan, entre otras, de lo que hoy es la industria naval: uno es el Arsenal Naval de Puerto Belgrano y otro es el Astillero Domecq García. Por su actual vinculación con el astillero Tandanor, podemos considerar que existe un Complejo Tandanor – García, por la relación existente entre ambos talleres navales. En Puerto Belgrano la Armada asiste a la Flota de Mar y en el Domecq García ya está trabajando sobre los submarinos. Ya salió el ARA Salta y recientemente entró a reparaciones el S-42 ARA San Juan.
El Domecq García tiene la posibilidad de sostener e incrementar las capacidades de reparación y mantenimiento propias y el día de mañana, hasta se podrían armar submarinos en sus instalaciones. Para mantener nuestros submarinos se necesita solamente una parte de la capacidad instaladas en el Domecq, el resto podría quedar a disposición de la industria naval en general, para que pueda contribuir a otros propósitos, como rehabilitar o recomponer unidades navales, que tuvimos en algún otro tiempo.
La Armada tiene también la factibilidad de atender al sector privado con su infraestructura industrial naval disponible, tal como lo fue desde la creación del Dique Dos en Puerto Belgrano en 1902 y hasta nuestros días. Es una responsabilidad de la Armada sostener esta logística, no solamente para permitir el mantenimiento de nuestra flota de mar, sino también para permitir que en la Argentina haya un lugar donde poder llevar a dique buques de más de 20 mil toneladas. Y uno, o quizás el único lugar de asistencia para hacer entrar buques de entre 20 y 60 mil toneladas es precisamente el nombrado Dique Dos del Arsenal Naval Puerto Belgrano.
El Gobierno concretó una nueva reestatización de una empresa privatizada durante la administración menemista. Se trata del astillero Tandanor (Talleres Navales Darsena Norte), cuya venta realizada en 1991 derivó en el procesamiento de varios ex funcionarios y empresarios.La reestatización de Tandanor —que desde fines de los '90 es administrado por los trabajadores con el aval del síndico que tramita la quiebra del ex comprador— se efectuó por medio del decreto 315, por el cual el presidente Néstor Kirchner revocó las normas de 1991 (decreto 2281 y la resolución de Defensa 931) que habían dispuesto la venta del 90% de las acciones del astillero.
Al dar a conocer la medida, la ministra de Defensa, Nilda Garré indicó ayer que su cartera "deberá tomar posesión inmediata del astillero para encarar su reorganización e instrumentar el programa de propiedad participada para que los empleados accedan al 10% de las acciones".La ministra justificó la decisión al sostener que "existe jurisprudencia de la Procuración del Tesoro y de la Corte que ameritan que se tome esta medida para defender los intereses del Estado".Tras destacar que "la privatización nos ha costado un enorme daño al Estado y al desarrollo de la industria argentina", Garré anticipó que con Tandanor y el astillero Domecq García "se constituirá un polo naval de gran importancia para la construcción y reparación de buques".Con Tandanor, la administración kirchnerista ya acumula cinco reestatizaciones desde mediados de 2003.
La lista incluye al Correo Argentino, el control del espacio radioeléctrico, el ferrocarril San Martín y Aguas Argentinas (transformada en AySA).El astillero —único de Latinoamérica con 1.400 metros de muelles y un "syncrolift" —el mega ascensor para levantar barcos de hasta 150.000 toneladas —se había vendido en 1991 a la firma Indarsa, que integraban la Compañía Argentina de Transporte Marítimos, Brisard Sud Marine y el banco BHU.
La sociedad compradora sólo abonó siete de los 59 millones de dólares que debía desembolsar y a los pocos meses de tomar posesión, vendió un terreno en Retiro de casi 10 hectáreas al grupo IRSA en US$ 18 millones. Ante los reiterados incumplimientos, el Estado solicitó la quiebra de Indarsa, lo cual derivó en el abandono de la explotación del astillero que pasó a ser manejado por los gerentes y trabajadores.Las irregularidades detectadas tanto en la venta como en la falta de control llevaron en julio de 2006 al juez federal, Claudio Bonadío a procesar a varios ex funcionarios menemistas, entre los cuales estaba el ex ministro de Defensa, Erman González (fallecido).
Tras la reestatización anunciada, se abren ahora dos interrogantes sobre el futuro inmediato de Tandanor. Por un lado, quién manejará la empresa y en qué situación quedarán los trabajadores. Y por otro lado, qué pasará con el valioso terreno de Retiro que adquirió IRSA, pero que no pudo utilizar por la maraña de litigios que están en curso.
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