Serán clave para el manejo del espacio aéreo durante la cumbre del G20, a fines de 2018. Llegan cinco aviones de guerra de Francia y preparan una reunión entre Mauricio Macri y Emmanuel Macron.
Súper Etendard. Un grupo de estos aviones integra la aviación naval.
Con la pronta llegada de cinco aviones franceses Super Etendard, la Armada nacional espera recuperar su capacidad de ataque y caza perdidos hace décadas. Es una operación que se cerró por 12,5 millones de euros. No son aviones nuevos, sino remodernizados y actualizados. Fueron construidos entre el 1978 y el 1982.
Clarín sabe de fuentes castrenses que las aeronaves son imprescindibles para el manejo soberano del espacio aéreo nacional que quiere tener el país durante la cumbre del G20 de fines de 2018, cuando numerosas delegaciones extranjeras sobrevolarán también los cielos y estacionarán barcos en el Océano Atlántico para cuidar de presidentes como Donald Trump, Xi Jinping, Vladimir Putin y Emmanuel Macron, entre otros.
Las hipótesis que se barajan para estos casos no es el ataque de un Estado extranjero sino prevención de incursiones terroristas, el real flagelo internacional actual. La flota se sumará a otros siete aviones A-4 que tiene el país y que son de origen estadounidense. Además se compró equipamiento a Francia para actualizar otros Super Etendard que posee la Armada pero están sin volar. De acuerdo a la información brindada a este diario, los cinco caza bombarderos son de la fábrica Dassault-Breguet. La cartera de Defensa, manejada por el ministro Oscar Aguad renegoció los contratos, bajó precios y se pudo cerrar la operatoria de los cinco cazabombarderos que llegarán al país en containers antes de fin de año. Los pilotos argentinos los conocen muy bien, ya que los Super Etendard fueron usados por la fuerza nacional durante la guerra de las Malvinas. Estos pueden aterrizar en portaaviones.
En viaje. Cinco aviones Super Etendard llegarán al país antes de fin de año
Al mismo tiempo, los gobiernos de Francia y Argentina siguen en conversaciones para descomprimir la tensión por la suspensión aquí de la compra de cuatro barcos patrullas también para la Marina y que generó distintos cortocircuitos diplomáticos. Sin embargo, como señaló a Clarín ayer el embajador Pierre Henri Guingnard, ambos países son socios y amigos, las ofertas siguen sobre la mesa para ser discutidas y las dos capitales trabajan para que los presidentes Mauricio Macri y Emmanuel Macron tengan su primera bilateral en los primeros meses de 2018. Se busca que sea a más tardar en febrero. Los franceses no quieren que se pierda el impulso inicial que se dio a nivel internacional con el rol de Macron en la Unión Europea y de Macri en el Mercosur.
"Hemos seguido con mucho interés las elecciones del 22 (de octubre) para saber cómo iba a seguir la experiencia de Mauricio Macri. Tenemos dos años más. Es un elemento de estabilidad y seguridad jurídica", señaló el embajador Guignard que suele siempre recordar que en la Argentina hay 250 empresas galas que dan empleo a 50.000 personas y que lo que falta ahora son nuevas inversiones pero las que están se han quedado.
Argentina y Francia se acercaron enormemente al llegar Macri al poder. Francois Hollande fue uno de los primeros presidentes en visitarlo, en febrero de 2016. Desde entonces hay una suma de voluntades y cooperación pero aún no hay un incremento en lo económico. Argentina debe pagar pronto en el CIADI 405 millones de dólares a la empresa Suez por haberse interrumpido el contrato con Aguas Argentinas bajo el gobierno de Néstor Kirchner. La carga ésta la heredó la gestión de Macri.
Pero el vínculo se trabó cuando desde la Casa Rosada se frenó un intercambio de interés para la compra de cuatro patrulleros oceánicos L'Androit OPV 90. La operación, por unos 300 millones de euros (347,6 millones de dólares), había sido comprometida de palabra y con algunos intercambios de misivas pero no de acuerdos firmados. Fue gestionada por el equipo del ex ministro de Defensa Julio Martínez, ganador de los comicios al Senado por La Rioja. Desde Casa Rosada bajaron el pulgar al monto y aparecieron vendedores españoles e israelíes que tentaron con sus precios a los argentinos. Sin embargo, nada avanzó hasta el momento, y luego de una serie de reuniones entre el canciller Jorge Faurie y el secretario de Asuntos Estratégicos Fulvio Pompeo con el el embajador con los franceses, las conversaciones siguen sobre la mesa. Habría una intención de los galos de bajar el precio, pero los barcos deberían ser construidos en Francia.
Recientemente, llegaron cuatro aviones Texan de los Estados Unidos para la fuerza Aérea -de una compra de 12 en total-, y el Ejército realizó una compra de 39 vehículos de tierra.
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