Los cancilleres se reunieron en Brasil con el comisionado europeo y le entregaron una propuesta integral sobre temas en los que es posible avanzar.
El canciller Faurie, con sus pares latinoamericanas y el comisionado europeo Katainen. Foto: Cancillería
Contra reloj. En medio de una nueva ronda de negociaciones, los cancilleres del Mercosur y el comisionado de la Unión Europea (UE) para Trabajo, Crecimiento, Inversiones y Competitividad se reunieron ayer en Brasilia para dar un claro apoyo político al acuerdo comercial entre ambos bloques, que esperan ver firmado antes de fin de año.
"Estamos muy cerca de tener una nueva asociación y un acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur. Y en cuanto más nos acercamos al fin, más difíciles se vuelven las cuestiones", reconoció el finlandés Jyrki Katainen, uno de los seis vicepresidentes de la Comisión Europea, tras un encuentro con los cancilleres de la Argentina, Jorge Faurie; Brasil, Aloysio Nunes, y Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, así como con el vicecanciller de Paraguay, Luis Fernando Avalos.
Los sudamericanos entregaron al representante europeo una propuesta integral del Mercosur que incluye, además del intercambio de bienes y servicios, plazos en el proceso de desgravación, disciplinas relacionadas con normas técnicas, compras públicas y denominaciones de origen. En octubre, las conversaciones se habían trabado en torno de la oferta de cuotas de importación europeas de carne bovina y etanol, muy por debajo de lo que esperaba el Mercosur. En la UE, los sectores agrícolas de algunos países, como Francia, Irlanda, Polonia y Rumania, se resisten a la entrada de productos latinoamericanos más baratos.
"A partir de una reacción de la UE, si tenemos la señal positiva que esperamos, podremos acelerar las negociaciones para concluirlas a fines de este año", indicó el canciller brasileño. "Finalmente, el Mercosur se mueve", afirmó, y agregó que la firma del acuerdo sería un incentivo para más tratados comerciales con otros bloques económicos.
Las negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur datan de 1999; fueron interrumpidas en 2004 y retomadas en 2010. Aunque ninguna de las autoridades presentes en el Palacio de Itamaraty mencionó al gobierno de Donald Trump, todos hicieron referencia a que en estos tiempos en que algunos países se inclinan por el proteccionismo y el nacionalismo, el Mercosur y la UE pretenden incrementar su apertura al comercio justo y equilibrado, y al multilateralismo como instrumentos de prosperidad y paz.
"Es el momento de tomar coraje político para llegar a definiciones. Este acuerdo será una señal extremadamente fuerte para el propio Mercosur y la UE, y para el mundo en general", resaltó Faurie.
En una conversación con la nacion, el canciller argentino desechó la posibilidad de contemplar un plan B si no se llegara a concretar el entendimiento entre los dos bloques antes de fin de año. "Seguimos trabajando en el plan A y haremos las reuniones que sean necesarias para terminar la negociación", aseguró.
La idea de los gobiernos de la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay es que la reunión ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC), que se hará en Buenos Aires en diciembre, sirva para anunciar la conclusión exitosa del convenio de libre comercio. "El solo hecho de que se firme el acuerdo, antes de que empiece a implementarse, ya creará una disposición favorable para que los inversores apuesten más en ambos bloques por la perspectiva de un aumento sustancial del comercio", apuntó Faurie.
Cuestionado acerca de las resistencias al ingreso de carne y etanol a la UE, el ministro dijo que se trata de una visión errada, ya que el conjunto de todo lo que está en juego es "enormemente mayor" que esos dos productos.
"Dado que esos puntos son los que sensibilizan más a los sectores que pueden verse afectados, no es momento para hacer especulaciones sobre cifras. Se necesita voluntad política para ceder en ambos lados para que el tratado salga. Porque el bien mayor es un acuerdo de entidad política y estratégica para la UE y para el Mercosur. La UE sería el mercado a partir del cual nosotros comenzaríamos a actuar de manera sustancial en un proceso de integración. Y los países de América latina y, en especial, el Mercosur, son el escenario natural para que la UE haga su proyección de crecimiento fuera de Europa", explicó Faurie.
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