Cuatro especialistas hacen su diagnóstico de la Ciudad. Qué se hizo bien en los últimos años y que resta por hacer.
Recuperación del Riachuelo. El Transbordador de La Boca volvió a funcionar. Foto: Mario Quinteros
Gracias al urbanista ingeniero Carlos María della Paolera, desde el año 1949, el 8 de noviembre se celebra el Día Mundial del Urbanismo. La fecha sirve como excusa para ver, a nivel urbano, dónde y cómo estamos parados. Con ese objetivo, Clarín pidió a cuatro especialistas que hicieran su balance del estado de la Ciudad. Empecemos por las “cosas buenas”.
Rodolfo Macera, Profesor e investigador de Urbanismo de la UBA, destaca la urbanización de las villas, los proyectos en la postergada zona sur, que se hayan instrumentado políticas en favor de la movilidad urbana sustentable, el cambio de nivel de vías ferroviarias que permitirán eliminar barreras urbanísticas y el completamiento del anillo de circulación vial con las obras del Paseo del Bajo.
Paseo del Bajo. Remplazará al proyecto de Autopista Ribereña y terminará de completar el anillo vial de la ciudad.
Villa 31. La construcción de viviendas sociales que incluyen paneles solares son parte de los planes de urbanización.
David Kullock, Director de la Maestría en Planificación Urbana y Regional de la UBA, coincide con Macera en los logros alcanzado en movilidad urbana. “La implantación de carriles exclusivos -argumenta-, la construcción de pasos bajo nivel en numerosas intersecciones vial-ferroviarias y la implementación de una extensa red de ciclovías constituyen unos de los haberes más importantes de la gestión.” Y agrega en la columna de “Cosas buenas”, la remodelación del Área Central priorizando, como ahora le dicen, la “caminabilidad”.
Bajar un cambio. Bares al aire libre le cambian la cara al Microcentro con la peatonalización de las calles. Foto: Mario Quinteros
Enrique García Espil, Profesor de Planeamiento Urbano de la UBA y ex Ministro de Planeamiento Urbano porteño, coincide en general con sus colegas. Pero, además, se alegra que el Gobierno de la Ciudad sea el principal “hacedor” de esas obras que estaban previstas en el Plan Urbano Ambiental: el transporte público que lleva la más nueva línea H, de Patricios a Las Heras; el subte E, de Plaza de Mayo a Retiro; y la futura conexión con el H. Además, el anuncio de la línea Plaza Italia-Constitución; la autopista soterrada que unirá Buenos Aires-La Plata, Acceso Sudeste y Acceso Norte; las obras para el desarrollo de la zona Sur, desde la Casa de Gobierno y el Distrito Tecnológico en Patricios hasta la Villa Olímpica, y otras muchas obras en Soldati-Lugano. Además, García Espil celebra el futuro código urbanístico se esté formulando de acuerdo a las identidades y volumetrías existentes en los barrios.
Villa Olímpica en Soldati. Los departamentos para los atletas de los Juegos Olímpicos de la Juventud (2018) luego serán viviendas para los vecinos.
Artemio Pedro Abba, es Coordinador General Observatorio Urbano Local-Buenos Aires Metropolitana (CIHaM, FADU UBA). Para él no es posible mirar la Ciudad si no es en el contexto del área metropolitana. Por eso, entre los logros pone las políticas de transporte que fortalecen el transporte masivo metropolitano (Metrobús, la recuperación del ferrocarril suburbano, el plan RER y los planes de ampliación del Subte) y las que fomentan la intermodalidad con modos no contaminantes.
Metrobús del Bajo. Una de las obras celebradas por los especialistas. Foto: Juano Tesone.
También subraya la importancia de la creación de la Comisión Consultiva del Área Metropolitana de Buenos Aires, un órgano de gestión interjurisdiccional, que tiene el objetivo de proponer políticas públicas de largo plazo, imprescindibles para resolver los problemas urbanos metropolitanos.
Lo que falta
En la columna del debe, tanto Macera como Kullock le piden más al Plan Urbano Ambiental. “El documento aprobado en su momento, dice Macera, apoyado por Kullock, no cuenta ni siquiera con un plano y resulta tan vago que permite ser citado para justificar cualquier decisión de política urbana…”.
Abba pone en los pendientes el “Encarar una política habitacional y urbana que corrija la creciente desigualdad entre el hábitat opulento del Norte frente al Sur careciente de vivienda digna, saneamiento y accesibilidad”. Macera agrega: “hay que intervenir en el mercado de suelos e inmobiliario para limitar las lógicas especulativas y permitir el acceso de los sectores populares y medios a la vivienda dentro de la ciudad”.
Villa 20. Las obras que se están realizando en la villa Papa Francisco, luego de haber desactivado un concurso que habían organizado con la SCA para proyectar la urbanización por etapas.
En el tema subtes, Kullock asegura que: “La Ciudad, por la magnitud de los desplazamientos que requiere, debe recurrir inexorablemente a la expansión de su red de subterráneos. Frente a los optimistas anuncios iniciales (10 km. por año), la red ha crecido mínimamente…”.
Subtes. Para el urbanista David Kullock la ciudad requiere inexorablemente ampliar la red de subtes.
García Espil propone hacer dos importantes líneas transversales: Palermo-Almagro- Caballito-Pompeya y Belgrano-Chacarita-Flores-Soldati-Lugano. Es que Espil está pensando en una ciudad policéntrica. Una ciudad que no solo esté conectada en forma radial sino transversalmente. Y propone crear para las 15 Comunas, 15 Centros Comunales que estén ubicados en el encuentro de importantes líneas de transporte donde se concentren oficinas, comercios, bares, bancos, cines, espectáculos, áreas verdes.
El Espacio Público es otro de los temas que preocupa a los urbanistas. Macera propone consolidar un sistema de parques públicos costeros. Kullock alerta sobre el estado deplorable de la “vereditas porteñas” y la deficiente gestión de los residuos domiciliarios.
Vereditas porteñas. Una imagen que se repite en distintos puntos de la Ciudad, en muchos casos por obras pero también por falta de mantenimiento. Foto: Guillermo Rodríguez Adami.
Y García Espil quiere ganar espacios verdes liberando las trazas ferroviarias de la Ciudad. Al respecto, recuerda lo que decía el ex decano de la FADU y su coequiper en el proyecto de Puerto Madero, Juan Manuel Borthagaray: que un grave error del urbanismo porteño había sido enterrar todos sus arroyos, lo que no sólo provocaba inundaciones sino que nos había privado de contar con espacios verdes imbricados en los trazados de la mayoría de los barrios porteños. “Algo muy parecido podría lograrse poniendo bajo tierra o en viaducto las líneas férreas”, concluye Espil.
Tierras vacantes y vías subutilizadas. Los especialistas reclaman aprovecharlas para generar más espacios verdes. Foto: Ruben Diglio.
El único curso de agua que se salvó de ser tapado y que aún queda a la vista, es el Riachuelo. Para algunos especialistas podría ser el nuevo baricentro del área metropolitana, pero todavía está en la lista roja de las asignaturas pendiente.
Reapertura. El Transbordador que vincula el barrio de La Boca con Isla Maciel fue restaurado y volvió a funcionar. Ahora es el turno de recuperar definitivamente el Riachuelo. Foto: Maxi Failla
Artemio Abba propone “recuperar de la involución a la ACUMAR, una creación impecable de interjurisdiccionalidad metropolitana de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) para corregir la peor contaminación de un bien público en riesgo y su condena a la Nación, la Provincia y la Ciudad para crear un organismo conjunto, desarrollar un plan de descontaminación con metas comprobables y un sistema de control ejercido por la propia CSJN, la población afectada y ONGs que acreditan idoneidad ética y técnica.
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