El déficit conjunto asciende a unos $ 50.000 millones y el Gobierno busca reducirlo; Aerolíneas es un caso testigo.
Uno de los mayores objetivos del presidente Mauricio Macri para 2017 en el recorte de gastos improductivos pasa por reducir la burocracia y la ineficiencia en las 53 empresas del Estado.
Le ordenó al nuevo ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, lograr eficiencia y reducir paulatinamente los 50.000 millones de pesos de déficit que tienen.
El ejemplo paradigmático para el macrismo es la situación de Aerolíneas Argentinas . Si bien Isela Costantini, la ex CEO, logró reducir el déficit de 1000 millones de dólares en diciembre de 2015 a 400 millones al cierre de 2016, en la Casa Rosada la responsabilizaron de no encarar con mayor énfasis el ajuste. "Aerolíneas era el paradigma de La Cámpora e Isela arregló con muchos directivos de la agrupación y con los sindicatos", aseguraron en la Casa Rosada a LA NACION.
Cerca de Costantini señalaron que ella proponía un ajuste progresivo en el tiempo y no quería comenzar a reducir personal ni militantes de La Cámpora en forma drástica para evitar problemas sindicales. "La empresa tenía que comenzar a volar a horario y debíamos evitar que se frenen los vuelos, para que gane dinero y así comenzar a sanearla. Se hicieron ajustes en renegociación de contratos, compras, simplificación de trámites y se trabajó muchísimo", dijo un allegado a la ex CEO. De hecho, se redujo el déficit en un 60%.
Sin embargo, en la Casa Rosada le criticaron su inclinación a "no trabajar en equipo" y discutía más de la cuenta con el ministro de Transportes, Guillermo Dietrich. Se estima que el actual CEO, Mario Dell'Acqua, llegará con una meta de acelerar los recortes en Aerolíneas, aunque no en forma tan drástica.
Más allá de estos conflictos, el vicejefe de Gabinete y secretario de Coordinación Ministerial, Mario Quintana, le dio la orden a un equipo dedicado a las empresas públicas dirigido por el joven Abbott José Reynal de que acelere el plan de rediseño de las sociedades del Estado.
Desde febrero último, Reynal es coordinador de Enlace Ministerial bajo la órbita de Quintana y del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Es un funcionario de estrecha confianza de Quintana. "Su objetivo es reducir con mayor eficiencia y progresivamente los 50.000 millones de pesos que nos cuestan empresas públicas como Aerolíneas, YPF, Fadea, Tandanor y cincuenta más", dijo un allegado a Quintana.
Esos 50.000 millones significan un 0,6% del PBI. Se trata de un porcentaje significativo si se tiene en cuenta que el rojo fiscal de 2016 será de 4,8% del PBI, unos $ 390.000 millones, y la meta para 2017 es el 4,2%, unos 340.000 millones. Como parámetro se puede consignar que el total de subsidios a la energía (luz, gas, petróleo) y al transporte implica un 3% del PBI, unos $ 240.000 millones, que el Gobierno prevé ir reduciendo paulatinamente vía aumento de tarifas en un período de tres o cuatro años, hasta 2021.
Hace unos dos meses, en la Casa Rosada, Marcos Peña encabezó junto con Quintana y Reynal un congreso de presidentes de empresas públicas o sociedades del Estado. Se habló, precisamente, de los distintos caminos para mejorar la eficiencia. La reunión fue multitudinaria, habida cuenta de que allí estaban los presidentes y directivos de una larga lista de empresas, muchas de ellas deficitarias. De las 53 compañías del Estado, las más conocidas son YPF, Aerolíneas Argentinas, Fadea (fabrica aviones), Tandanor (buques), Correo Oficial, Fabricaciones Militares, Enarsa, AySA, Nucleoeléctrica Argentina, Yacimientos Carboníferos Fiscales (Río Turbio), Casa de Moneda, Arsat y Administración de Infraestructura Ferroviaria (ADIF).
También están en esa lista Emprendimientos Energéticos Binacionales SA (Ebisa); Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa); Intercargo; Administración General de Puertos SE; Empresa Argentina de Navegación Aérea SE; Operadora Ferroviaria SE; Administradora de Recursos Humanos Ferroviarios; Belgrano Cargas; Corporación Antiguo Puerto Madero; Banco de Inversión y Comercio Exterior; Mercado Central; Vehículo Espacial Nueva Generación SA; Lotería Nacional; Radio y TV Argentina; Télam; Educar, y Banco Nación, entre otras.
En la Casa Rosada consideran este núcleo de empresas parte de la "herencia K" y también allí revistan muchos empleados y directivos que provienen de las líneas kirchneristas. En el gobierno de Macri aseguran que no existe por ahora la idea de privatizar ninguna de estas empresas, como frecuentemente denuncian desde el kirchnerismo.
El plan de "reducción de pérdidas" está en manos de Reynal, mano derecha de Quintana, a quien denominan simplemente "coordinador de empresas estatales".
La mejora en las sociedades del Estado no sólo es un objetivo fiscal. También es u requisito para ingresar en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Otro ejemplo de ineficiencia es la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea): en 2015 perdió $ 1400 millones y no produjo ningún avión, algo que el ministro de Defensa, Julio Martínez, quiere revertir.
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