La Ciudad recuperará el predio de Núñez, que había sido cedido al club; un sector sobre Libertador será vendido para financiar la construcción de la infraestructura educativa
En una sesión con polémicas, chicanas y discursos encendidos, la Legislatura porteña dio luz verde a la expropiación de las tierras donde hoy funciona el Tiro Federal. Con 42 votos a favor, 16 en contra y dos abstenciones, se aprobó ayer la creación de la Agencia de Bienes porteña, un ente que administrará los inmuebles fiscales y podrá eventualmente comercializarlos. Entre ellos, el predio del barrio de Núñez, donde el gobierno de la ciudad planifica construir un parque de la innovación.
El terreno, de 120.000 metros cuadrados, que hace décadas fue cedido al Tiro Federal, se dividirá en un 65% para uso público, con apertura de calles, instalación de servicios y creación de espacios verdes. El otro 35% será de uso privado para establecimientos educativos, campus universitarios, áreas de investigación, cultura, residencias para estudiantes universitarios y equipamientos de emprendedorismo como aceleradoras e incubadoras. Un largo puente conectará el parque con la Ciudad Universitaria de la UBA.
El montaje de la infraestructura se financiaría mediante la venta a privados de 15.000 m2 del predio, sobre la avenida Libertador. El 80% de los ingresos serán destinados al parque de la innovación y el 20% restante, a la urbanización de las villas 31 y 31 bis. En tanto, las construcciones existentes en tres hectáreas del polígono, declaradas Monumento Histórico Nacional en 2005, quedarán en manos del Tiro Federal.
La sanción de la ley fue posible gracias al respaldo de los opositores Suma+, Confianza Pública y Frente para la Victoria. Respecto de que el acuerdo escondía a cambio cargos en el directorio de la futura agencia o votos oficialistas a iniciativas de la oposición, Quintana dijo: "Pro siempre tiene que consensuar porque no tenemos mayoría en la Legislatura porteña. En este caso, aceptamos varias modificaciones que mejoran la ley; por eso decidieron acompañarnos, no por otra cosa".
El bloque Suma+ fue uno de los espacios opositores que acompañaron. Hernán Rossi justificó: "Ser oposición no significa obstaculizar la gestión, dijimos que seríamos una oposición constructiva y como incluyeron cambios que solicitamos apoyaremos la iniciativa", expresó, aunque en su discurso mencionó que esta ley no era prioritaria. El FPV dio libertad de voto a sus diputados y aportó tres positivos que resultaron fundamentales para aprobar la creación de la Agencia de Bienes.
Uno de los que más criticaron la iniciativa fue Adrián Camps (Socialista Auténtico), quien se quejó de recibir el proyecto con modificaciones en el mismo momento en que se empezaba a debatir. Planteó la inconstitucionalidad de la ley, que "la tierra pública pase a manos de privados" y votó en contra. Otro voto negativo fue el del diputado Roy Cortina: "Es una venta masiva a favor de los privados. Este modelo de desarrollo urbano se confunde con el negocio inmobiliario", argumentó.
También votaron en contra los dos diputados de la Coalición Cívica, Paula Oliveto Lago y Maximiliano Ferraro. Oliveto aclaró que si bien integran el frente Cambiemos "de ninguna manera" entregarían sus "ideas, historia y convicciones".
Los 42 votos a favor
28 Pro - Todo el bloque oficialista
6 Suma + - Hernán Rossi, Natalia Fidel, María Gorbea, Marcelo Guouman, Juan Nosiglia u María Vischi
3 Frente para la Victoria - María Rosa Muiños, Silvia Gottero y Claudio Heredia
3 Confianza Pública - Graciela Ocaña, Marcelo Depierro y Diego García de García Vilas
2 Unibloques - Javier Gentilini (FR) y Claudio Palmeyro (SP)
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