La monumental obra iba a costar 4.000 millones de dólares. Había sido anunciada por Néstor y relanzada por Cristina hace un año.
Un año después del estruendoso anuncio hecho por Cristina Fernández en Olivos, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, reconoció que el tren bala descarriló. “No tiene financiamiento”, lamentó. Es la primera vez que desde el Gobierno admiten que no se llevará a cabo por el momento el proyecto de 4 mil millones de dólares que uniría Buenos Aires, Córdoba y Rosario. La empresa constructora, Alstom, como recompensa por el retraso se haría cargo de la expansión del tranvía desde Retiro a La Boca.
Un año después del estruendoso anuncio hecho por Cristina Fernández en Olivos, el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, reconoció que el tren bala descarriló. “No tiene financiamiento”, lamentó. Es la primera vez que desde el Gobierno admiten que no se llevará a cabo por el momento el proyecto de 4 mil millones de dólares que uniría Buenos Aires, Córdoba y Rosario. La empresa constructora, Alstom, como recompensa por el retraso se haría cargo de la expansión del tranvía desde Retiro a La Boca.
Las declaraciones de Jaime confirmaron las presunciones pesimistas sobre la construcción del tren de alta velocidad. En el marco de la crisis internacional y con escasas posibilidades de conseguir un crédito, el secretario reconoció que no hay financiamiento, aunque aseguró que “se reactivará la obra si se consiguen los fondos necesarios”. Remarcó que “es una decisión que tomará el Poder Ejecutivo”. Jaime hizo hincapié en que a pesar de la crisis financiera, Brasil consiguió plata y “acaba de anunciar que son tres los grupos que participan de la construcción de un tren de alta velocidad entre San Pablo y Río de Janeiro”.La postergación de la obra no prevé un problema judicial para el país.
El convenio firmado estipula que, ante un problema financiero ajeno a las partes, se puede postergar la obra sin perjuicio para nadie. El anuncio con bombos y platillos sobre la construcción del tren bala lo realizó Néstor Kirchner el 26 de abril de 2006. Dos años después, el 29 de abril del año pasado, su esposa y actual Presidenta firmó el contrato del proyecto que emplearía tecnología francesa de Alstom. El tren uniría a Buenos Aires con Rosario en 85 minutos, y desde esta última a Córdoba en otros 90 minutos. La obra se licitó a 1.320 millones de dólares, pero luego se admitió que costaría 4 mil millones de dólares.
Crítica de la Argentina anticipó en su edición del 16 de marzo que Alstom envió a su vicepresidente para negociar una compensación por la detención de la obra. Por ahora, el Gobierno sólo le ofrecerá la adjudicación de la extensión del tranvía desde Retiro hasta La Boca, con un costo de $ 70 millones y la prórroga del megatrén. El grupo privado debía primero conseguir el financiamiento para la obra y Natixis era el banco que iba a suscribir un bono que emitiría el Gobierno para pagar el tren.
El otro proyecto del tren bala, que uniría Mendoza con Buenos Aires, también está postergado por la falta de financiamiento. La obra insumiría $ 10 mil millones, aunque el presupuesto preliminar fijado por el Gobierno era de $ 8.328 millones. El primer plazo para presentar las ofertas técnicas y económicas venció el 30 de septiembre. La administración kirchnerista, consciente de la crisis y la falta de crédito para los interesados, extendió el plazo hasta el 10 de junio de 2009.
Fuente: Critica digital
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