lunes, 10 de julio de 2017

Avanza la robotización en las terminales de autos argentinas

Por Gabriela Origlia - LA NACION
FCA y Renault-Nissan están reconvirtiendo sus plantas en Córdoba para producir nuevos modelos; entre las dos suman US$ 1200 millones
Línea de montaje en la planta de FCA de Pernambuco, Brasil, considerada entre las más avanzadas
Línea de montaje en la planta de FCA de Pernambuco, Brasil, considerada entre las más avanzadas. Foto: LA NACION / FCA

CÓRDOBA.- En las plantas de Fiat y Renault de esta provincia hay decenas de ingenieros trabajando y preparándolas para la fabricación de nuevos modelos; las instalaciones que vienen suman robots y una creciente automatización de procesos, sumándose a la tendencia internacional.

En Ferreyra, donde está Fiat Chrysler (FCA), hay sectores con ingresos reservados. Si el nombre no aparece en la lista que tiene la guardia, la persona no entra. No importa cuál sea su cargo. Tampoco están permitidas las fotos con teléfonos móviles; son las áreas donde las transformaciones tecnológicas son más significativas.

Hacia fines de este año, y después de una inversión cercana a los US$ 600 millones, la terminal empezará a producir sus nuevos modelos. En la empresa confirmaron a LA NACION que en unidad de chapistería habrá un "salto tecnológico muy grande con la incorporación de 163 nuevos robots", que la convertirán en una de las "más modernas de América latina". El nivel de automatización en el sector superará el 80%, para "asegurar la perfección en los puntos de soldadura, lo cual se traducirá en un salto de calidad importante".

Las nuevas líneas del sector de chapa tendrán un sistema de posicionamiento del techo a través de cámaras que aseguran la ubicación correcta y, además, suman la aplicación automática de adhesivos y un sistema de grafado automático de puertas. En la unidad de pintura trabajarán seis robots que aseguran la calidad en la terminación y en la de montaje operará una "moderna máquina de rolos", donde se podrán realizar pruebas dinámicas de funcionamiento sobre los vehículos, además de una línea de unión entre motor y caja de cambios que garantizará la flexibilidad para montar cualquier motorización o tipo de cambio, manual o automático.

Ejecutada la inversión, las autoridades del grupo plantearon que la planta cordobesa estará a la altura de las instalaciones de FCA más modernas del mundo, que es la planta de Pernambuco (Brasil).

En el caso de la alianza Renault-Nissan, la producción de pick-ups se iniciará en el segundo semestre de 2018; participan del proyecto -junto al equipo argentino- profesionales de Japón, Brasil, México, España, Venezuela y Holanda. Las obras demandarán unos US$ 600 millones para fabricar la Nissan Frontier, seguida por la Renault Alaskan y un modelo de Daimler para el final de la década. La capacidad instalada será de 70.000 unidades al año.

En Renault señalaron que ya vienen sumando automatización y robotización para mejorar productividad y calidad. Por ejemplo, incorporaron 80 vehículos guiados automáticamente (AGV, por sus siglas en inglés), que hacen mucho más fluidos y eficientes los procesos logísticos que van desde el almacén de piezas a las líneas de montaje. "Así se logra entregar las piezas en el momento exacto en el que son requeridas y evitamos el almacenamiento a los costados de la línea", explicó un vocero, y agregó que próximamente contarán con sistemas de líneas más flexibles: son de diferentes alturas y se adecuan al operador".

También avanzarán en la trazabilidad de las piezas, con sistemas que permiten identificar exactamente en qué instancia se encuentra la parte, lo que redunda en "un control de calidad más robusto".

Cuando se presentó la iniciativa, Diego Vignati, presidente y director general de Nissan Argentina, dijo que por sus características la fábrica cordobesa "se integrará a una gran red de plantas en Tailandia, México y España, conocidas por su fortaleza en la fabricación de la pick-up NP300 Frontier".

También Volkswagen en su planta de cajas de velocidad cuenta con 59 robots en sus líneas de montaje. En la fábrica señalan que "ayudan" en tareas que -por el peso de las partes a mover- no podrían ser hechas por una persona o en aquellas que significarían un alto riesgo de accidente, por ejemplo, carga de piezas a máquinas de cortes de alta velocidad.

Temor por la mano de obra

La automatización de los procesos genera preocupación entre los trabajadores por la reducción de mano de obra que podría significar. Diego Casali, director del Cluster Tecnológico de Córdoba, advirtió que la robotización del empleo ya no sólo avanza en procesos rutinarios, operativos y de poco valor agregado -en los que las automotrices fueron pioneras-, sino en puestos donde el análisis es clave.

"Hay mucho debate sobre cómo se distribuirán los beneficios de la automatización del empleo. Hay quienes plantean que en la próxima década se perderán en el mundo 7 millones de puestos y se incorporarán 2 millones de nuevos perfiles -agregó-. La transformación digital afectará el mundo laboral, y de eso ya no hay vuelta."

En la alianza Renault-Nissan ratificaron que incorporarán 1000 trabajadores y que prevén programas especiales que incluyen la realización de talleres en centros donde las nuevas tecnologías ya están en marcha. "Habrá un grupo de especialistas y técnicos que se capacitarán en plantas de Japón."

En FCA enfatizaron que "se está capacitando en las mejores prácticas mundiales a los operarios que serán los encargados del montaje".

"Hay programas de entrenamiento para trabajar con robots para operadores, mantenedores e ingenieros -describieron en VW-. No necesariamente los robots implican relocalización de mano de obra; en la mayoría de las aplicaciones ya las tareas eran realizadas por otros tipos de equipos."

Otros planes de inversión para este año

Toyota anunció este año una inversión de US$ 100 millones en equipamiento para mejorar la calidad y la ergonomía de la marca; localizarán 137 nuevos números de partes en 20 autopartistas argentinos.

Peugeot Citroën ejecutará una inversión de US$ 320 millones en un plan de transformación de su planta en El Palomar para convertirla en referencia a nivel mundial; el lanzamiento de un primer vehículo sería en 2019.

El año pasado Volkswagen anunció una inversión de US$ 100 millones para la renovación de la pick-up Amarok. El Proyecto Bala de Plata, con una cifra de inversión aún no confirmada, es la garantía de continuidad y fuentes de trabajo que tanto se esperaba en Pacheco.

GM invirtió el año pasado en su complejo de Alvear, Santa Fe, US$ 740 millones para la nueva versión del Chevrolet Cruze.

Ford está ejecutando el plan de US$ 220 millones, que incluye la renovación de la Ranger y el Focus y una parte para localizaciones de piezas.

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