Al hablar de producción de leche y sus derivados, en nuestro país, siempre hablamos de cuencas lecheras. Esto es así porque la producción de leche es como otras cuencas, pero en este caso producto del ordeñe de vacas. En el país hay diversas cuencas lecheras, aunque en algunas zonas hay movimientos de una cuenca a otra, producto de políticas de precios, marketing, y otras ventajas que pueden ofrecer las empresas compradoras. Sin embargo, la cuenca lechera es la misma a pesar de estas modificaciones. Esto explica por qué hay tantas empresas cooperativas para organizar la producción de leche, no solo acá sino también en varios países aunque las cooperativas no son la única forma de organización de la lechería. Hay unos 5 o 6 países que se destacan en el mundo por su producción lechera. Uno de ellos es Argentina.
Como un ejemplo podemos ver también que los nombres, en alguna medida, pueden reflejar estas características. Una de las producciones de leche de Santa Fe y Córdoba, SanCor, que se desarrolló por 1938 y originó muchas discusiones sobre cómo organizarla. El tamaño es una clave para la mejor organización de estas empresas cooperativas.
El caso de SanCor ha tenido muy buen desarrollo pero ha presentado muchas estrecheces financieras y muchas reestructuraciones de deuda, aunque nunca se presentó en convocatoria de acreedores, lo cual la distingue de otras empresas. Es fundamental entender qué debería haber aprendido de esas variantes, pero no ha capitalizado en ese aspecto la experiencia pasada.
Tomemos por caso la pesificación de 2002 que no pudo aprovechar salvo en un pequeño número de deudas locales. Se hizo una reestructuración financiera con un programa de alrededor de los 10 años. Al iniciarse el gobierno de los Kirchner, éstos ayudaron a la empresa con una venta anticipada de leche en polvo que mandarían mensualmente a Venezuela. Con ese dinero anticipado, SanCor fue al mercado bancario y pidió cancelar las deudas y pagar el saldo en efectivo. Los bancos se opusieron y advirtieron que si se cambiaban las condiciones iban a cerrar el crédito a la empresa para siempre. Esto ocurrió y ahora se ha tenido que recurrir a extra-bursátiles, que cobran muy caro, y que incluso llegaron a intervenir la empresa, en la parte financiera, por algún tiempo, para que no se les escapara ningún recurso.
Para poder desinteresarlos se ha tenido que recurrir a la venta del negocio de frescos a una empresa local por cerca de los u$s 100 millones y, además, el gobierno ha aportado cerca de $ 500 millones para capital de trabajo. Ni aun así alcanzó y la situación es financieramente muy dura. Los bancos locales, ni siquiera el BNA, el BCBA, o el Banco Provincia, le prestan dinero a la empresa nacional SanCor por temor a tener problemas posteriormente. En resumen, la empresa nacional se encuentra en una encrucijada muy dura, sin ningún respaldo bancario.
Por suerte, el precio internacional de la leche en polvo ha mejorado, pero recién ahora esta cuenca lechera se está normalizando, pero no lo suficiente como para abastecer al mercado local y exportar. Este proceso fue consecuencia de condiciones climáticas muy desfavorables que perjudicaron no sólo a SanCor, sino al país entero.
Se estima que durante 2017 se estará en condiciones de normalizar el abastecimiento de materia prima y la entrega de productos terminados a la exportación y al mercado local al mismo tiempo. La gran pregunta es qué estrategia se debe utilizar para superar con éxito esos momentos lo que, sin duda, será la gran cuestión de este año 2017 para esta empresas láctea muy conocida aquí y en el exterior.
Se está trabajando en la reestructuración de la empresa, tanto en los aspectos productivos, como industriales y de distribución, al mismo tiempo que el reordenamiento incluye también al personal y gerentes de diferentes plantas.
Es fundamental entender este proceso, que va a culminar en pocos meses más con la venta del control de la empresa una vez reestructurada y convertida en sociedad anónima. Ya han demostrado interés en la adquisición de SanCor varias empresas de tamaño internacional que operan en el mercado mundial, algunas con limitaciones a determinados rubros y otras que consideran fundamental tener el conjunto de la empresa en su dominio.
Esta es una nueva organización del sector productivo del país que el gobierno está apoyando con recursos financieros. La forma nueva que va tomando la economía en su reordenamiento es la clave para mantener las fuentes de trabajo productivas. Es lo que se está haciendo. Pero puede representar mucho más: puede ser la forma que adquiera el perfil lechero en la Argentina del futuro. Es lo que hay que hacer.
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