Por 24 Embraer se pagaron unos 100 millones más que el valor de mercado; EE.UU. investigó probables coimas
La compra de los aviones Embraer no fue la excepción. En medio del cotillón estatizador que rodeó toda la operación Aerolíneas, el kirchnerismo jamás blanqueó los términos del acuerdo con el banco brasileño que financió la venta del fabricante de ese país al Estado argentino.
El crédito que se tomó del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes) de Brasil tiene un costo del 10% anual en dólares, una tasa alta para la Argentina actual y que entonces, en 2009, el Gobierno anunció como una gran noticia financiera. "Estamos en pleno proceso de renegociación de aquel crédito. Pero eso escapa de lo que se puede hacer desde la empresa, es un tema que lo sigue la Cancillería y el Ministerio de Finanzas", admitió una fuente de la línea aérea estatal.
Pero la polémica por aquella compra, que fue negociada por el entonces ministro de Planificación, Julio De Vido; el secretario de Transporte, Ricardo Jaime, y su reemplazante Juan Pablo Schiavi no se limita al costo del financiamiento. Por todas las unidades modelo E190AR, el gobierno argentino pagó poco más de US$ 770 millones. Tras conocerse el monto, fue cuestionado internamente en la empresa, ya que contrastaba con valores que pagaron otras compañías por el mismo avión en ese tiempo.
En esos días de fervor aeronáutico, el primero que tiró la bomba fue Julio Alak, entonces presidente de Aerolíneas. Fue a principios de 2009, cuando el contrato estaba a punto de ser descartado por caro y afirmó, en una reunión de directorio, que el precio de cada aeronave no debía exceder los US$ 29 millones, seis millones menos que los 34,9 millones que finalmente se pagarían. El sobreprecio por los 20 aviones, así, rondaría los US$ 100 millones.
En noviembre de 2008, meses antes de la compra, por el mismo modelo, Aeroméxico pagó US$ 29 millones, y en julio del mismo año, TACA Airlines pagó 30,5 millones.
Pero no hubo precio para la Argentina. Pese a comprar 22 unidades, las pagó a razón de casi US$ 35 millones cada una (la excusa fue que les sumaron sistemas de entretenimiento) y los financió al 10% anual, obviamente, en dólares.
La operación terminó con una causa penal en la Argentina. Pero la Justicia local no avanzó. En Estados Unidos, la Security and Exchange Commission (SEC) inició una causa por pago de coimas por parte de Embraer. Varios argentinos tuvieron que viajar a declarar a aquel país, pero aún no hubo novedades sobre los US$ 100 millones que aparentemente sobraban.
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