El boleto debería aumentar un 73% para mantener la subvención estatal al sector a los niveles actuales.
Los mayores subsidios a trenes y colectivos son convirtieron en una herramienta del Poder Ejecutivo para mantener sin cambios el precio de los boletos en el transporte. De esa forma, asumen, evitarán el enojo de vastos sectores de clase media y media-baja de Buenos Aires y el conurbano. Sin embargo, esa estrategia podría presentar una encrucijada después de las elecciones.
El economista Dante Sica, en una presentación de expectativas empresarias (ver pág. 23) señaló que un incremento en el transporte podría mover la aguja de la inflación a mayores niveles que en los meses anteriores.
Si el Gobierno no aumenta el transporte, la inflación de noviembre daría un 1,3%. Pero si retoca los boletos de colectivos, el costo de vida alcanzará el 2,2%, superando las alzas del resto del año.
En el caso del colectivo, un aumento del 73% llevaría el boleto de $ 6,50 (más de 3 secciones) a $ 11. El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, afirmó -hace meses- que los valores del transporte urbano no se tocaban "por ahora", dejando la puerta abierta a un eventual aumento, al que no le puso fecha.
¿Por qué proyectan ese aumento de 73%?, le preguntó Clarín a Sica.
"Es el único incremento que no está pautado, ya que no hay audiencias públicas. Hicimos ese supuesto pensando en los ajustes fiscales del año que viene. La proyección del aumento (el 73%) es la que habría que darle al transporte para mantener los actuales subsidios a los niveles nominales actuales", explica Sica.
Si el ministerio de Transporte quiere mantener su parte actual de la tajada de subsidios sobre total del gasto estatal, tendrá que ajustar en un 73%. En caso que no lo haga, su participación en el gasto público en 2018 será mayor que la de este año, donde ya viene tocando un récord.
Pese a que hubo aumentos en los boletos en 2014 y 2016, lo que pagan los consumidores no cubre ni un 30% de la tarifa real, según la consultora Abeceb.
"Todos los subsidios económicos de este año están bajando, salvo los de transporte, que suben", señaló Sica. El economista estima inflación de 1,6% para julio. Para los siguientes meses, calcula: 1,2% (agosto), 1,1% (septiembre), 1,5% (octubre) y 1,2% (diciembre). En su hoja, ya están anotados los anunciados aumentos en luz y gas.
Las crecientes subvenciones al transporte están haciéndose notar en la cifras de gasto público.
En 2015, los subsidios a los colectivos llegaron a $ 32.000 millones. La gestión actual los subió en un 50%. Para este año, se los estima en $ 48.000 millones. Si el Gobierno quiere mantenerlos en los niveles actuales, en 2018 deberían ubicarse en torno a los $ 45.500 millones.
Los subsidios a los colectivos ya subieron un 42% en junio en relación a mayo. El aumento es para pagar la paritaria del sector, ya que el Estado se encarga de la tarea, a cambio que no haya incrementos en los valores al público.
El transporte automotor recibió $ 4.912 millones de dinero estatal en junio, una suba del 42% en relación a mayo, cuando ese sector obtuvo $ 3.462 millones.
Los trenes también se beneficiaron con un 25% de incremento de fondos públicos. En junio, allí fueron $ 3.043 millones contra $ 2.437 millones que obtuvieron en mayo. De vuelta, los recursos humanos (puntualmente, la empresa Administradora de Recursos Humanos Sociedad del Estado) fueron los más beneficiados de la plata estatal. Esa categoría cosechó $ 2.349 millones, un 42% más que los $ 1.649 millones asignados en mayo.
El sector energético sigue siendo el que consume mayor cantidad de fondos públicos ($ 15.686 millones), por arriba del Transporte ($ 8.578 millones), siempre que se hable de gastos corrientes o subsidios, según ASAP, la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración. Como consecuencia de las alzas en las boletas de luz y gas, Energía está en una curva descendente -ya que requirió menos dinero estatal por gastos corrientes que en el mismo mes del año pasado-, mientras que Transporte puso al acelerador en ese sector.
Las transferencias de dinero público para gastos corrientes al sector energético cayó un 10% en la primera mitad de 2017 en relación al mismo período de 2016. Fueron $ 60.000 millones en 2016 y $ 53,813 millones en 2017.
En el mismo período, las empresas que dependen del ministerio de Transporte consumieron un 18% más de subsidios que en 2016. Entre enero y junio, demandaron $ 36,829 millones, contra un 31.000 millones que pidieron en 2016.
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