Por Silvia Gómez - Diario Clarín
Con obras en 25 de Mayo y San Martín, extienden la peatonalización. Los colectivos pasarán por las avenidas y habrá que caminar más. Los autos tendrán menos lugar, además de restricción horaria.
Con obras en 25 de Mayo y San Martín, extienden la peatonalización. Los colectivos pasarán por las avenidas y habrá que caminar más. Los autos tendrán menos lugar, además de restricción horaria.
En un futuro cercano, el Microcentro porteño dejará de existir
tal y como lo conocemos hasta ahora, dominado por autos y colectivos.
Los especialistas en movilidad cuantifican: 70% máquinas, 30% humanos.
El Microcentro que se viene priorizará a los peatones, expulsará a los
ómnibus hacia las avenidas y desalentará los autos.
La peatonalización de Reconquista y Suipacha fue la punta de lanza de este proyecto y durante 2013 el Gobierno porteño promete intensificar las obras : 25 de Mayo y San Martín serán también peatonales (en la primera los trabajos ya arrancaron y en la segunda, lo harán mañana), se renovará Florida y se construirá el Metrobús sobre 9 de Julio.
Además continuarán funcionando dos medidas que, según cifras oficiales, fueron vitales: el programa de ordenamiento del tránsito –que obliga a los automovilistas a pedir autorización para entrar entre las 11 y las a 16– y de los autos oficiales. Con la primera lograron reducir en un 60% la cantidad de autos particulares dentro de esa franja horaria: de 15.000 a 6.150 en un lapso de 9 meses. Mientras que con la segunda medida, en 8 meses, acarrearon 301 autos y labraron 1.460 multas por mal estacionamiento.
Si bien el proyecto de otorgarle prioridad al peatón no es novedoso –las principales ciudades del mundo impulsan el modelo y lo implementan desde hace décadas, como el caso de Madrid, en España– persiste un reclamo que se vislumbra como el déficit del llamado Plan de Movilidad Sustentable, y es la falta de inversiones importantes en subtes y trenes: más líneas, soterramiento, renovación e incorporación de vagones y modernización de la señalización, entre muchas otras cosas.
Además, especialistas en movilidad y urbanismo entienden que es vital diseñar un plan que incluya a toda el área metropolitana, para que los cambios en el Microcentro no terminen siendo un proyecto inconexo . Un primer paso de esta idea integradora es la Agencia de Transporte Metropolitano, creada recientemente y conformada por Nación, Provincia y Ciudad, para fijar las políticas para promover obras en la Ciudad y 42 municipios bonaerenses
“Más allá de las obras de infraestructura, lo que buscamos es generar un cambio cultural en relación a la movilidad. Por ejemplo, tenemos que entender que habrá que caminar algunas cuadras más para llegar a las paradas de colectivos, que van a estar en las avenidas. La idea es que sea una zona más amable, que no este invadida de ruidos, de smog y de la que solo querríamos huir”, explicó el Subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich.
“La peatonalización del Microcentro es buena en sí misma y se encuentra orientada en el sentido de la tendencia internacional para la preservación o revitalización de las áreas centrales amenazadas, pero requiere una óptima infraestructura de movilidad para el acceso y el desplazamiento dentro de la zona. Sin dudas, es el subte el medio de transporte que debe contribuir a la solución. Mientras tanto, proyectos como el Metrobús representan alternativas más sencillas, pero indudablemente de alcance más limitado”, analiza el ingeniero civil y profesor universitario Roberto Agosta.
El Metrobús sobre la 9 de Julio será la obra de mayor impacto en el área. El Gobierno prometió que estará en funcionamiento durante el segundo semestre de 2013: “Lo importante es pensar para qué se llevan a cabo las obras. Si lo pudiéramos poner en términos conceptuales, es la socialización del espacio público. El mejor provecho para que la Ciudad funcione mejor”, analiza el arquitecto y ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, a cargo de las obras.
Otro cambio vital será la refuncionalización de la playa de estacionamiento subterránea frente al Edificio Del Plata. Allí se instalará un centro de trasbordo para las combis que trasladan gente hacia Provincia y que ahora tienen terminales informales en la zona del Obelisco. Esto significa que los automovilistas “perderán” otro lugar donde estacionar. Lo mismo sucedería en la playa de estacionamiento gratuita, al aire libre, más grande de la Ciudad: Puerto Madero. Allí, en un futuro, colocarían parquímetros.
Respecto de las peatonales, 25 de Mayo tendrá tránsito restringido y, como Suipacha ahora, cada cuadra tendrá un sentido diferente. En cambio San Martín tendrá tránsito pasante en un único sentido (vehículos livianos, desde las 16 hasta las 11), con una ciclovía.
Con este manojo de obras y proyectos, la Ciudad busca reformular su Area Central en pos de la peatonalización pero con el desafío de mantener su vitalidad.
La peatonalización de Reconquista y Suipacha fue la punta de lanza de este proyecto y durante 2013 el Gobierno porteño promete intensificar las obras : 25 de Mayo y San Martín serán también peatonales (en la primera los trabajos ya arrancaron y en la segunda, lo harán mañana), se renovará Florida y se construirá el Metrobús sobre 9 de Julio.
Además continuarán funcionando dos medidas que, según cifras oficiales, fueron vitales: el programa de ordenamiento del tránsito –que obliga a los automovilistas a pedir autorización para entrar entre las 11 y las a 16– y de los autos oficiales. Con la primera lograron reducir en un 60% la cantidad de autos particulares dentro de esa franja horaria: de 15.000 a 6.150 en un lapso de 9 meses. Mientras que con la segunda medida, en 8 meses, acarrearon 301 autos y labraron 1.460 multas por mal estacionamiento.
Si bien el proyecto de otorgarle prioridad al peatón no es novedoso –las principales ciudades del mundo impulsan el modelo y lo implementan desde hace décadas, como el caso de Madrid, en España– persiste un reclamo que se vislumbra como el déficit del llamado Plan de Movilidad Sustentable, y es la falta de inversiones importantes en subtes y trenes: más líneas, soterramiento, renovación e incorporación de vagones y modernización de la señalización, entre muchas otras cosas.
Además, especialistas en movilidad y urbanismo entienden que es vital diseñar un plan que incluya a toda el área metropolitana, para que los cambios en el Microcentro no terminen siendo un proyecto inconexo . Un primer paso de esta idea integradora es la Agencia de Transporte Metropolitano, creada recientemente y conformada por Nación, Provincia y Ciudad, para fijar las políticas para promover obras en la Ciudad y 42 municipios bonaerenses
“Más allá de las obras de infraestructura, lo que buscamos es generar un cambio cultural en relación a la movilidad. Por ejemplo, tenemos que entender que habrá que caminar algunas cuadras más para llegar a las paradas de colectivos, que van a estar en las avenidas. La idea es que sea una zona más amable, que no este invadida de ruidos, de smog y de la que solo querríamos huir”, explicó el Subsecretario de Transporte porteño, Guillermo Dietrich.
“La peatonalización del Microcentro es buena en sí misma y se encuentra orientada en el sentido de la tendencia internacional para la preservación o revitalización de las áreas centrales amenazadas, pero requiere una óptima infraestructura de movilidad para el acceso y el desplazamiento dentro de la zona. Sin dudas, es el subte el medio de transporte que debe contribuir a la solución. Mientras tanto, proyectos como el Metrobús representan alternativas más sencillas, pero indudablemente de alcance más limitado”, analiza el ingeniero civil y profesor universitario Roberto Agosta.
El Metrobús sobre la 9 de Julio será la obra de mayor impacto en el área. El Gobierno prometió que estará en funcionamiento durante el segundo semestre de 2013: “Lo importante es pensar para qué se llevan a cabo las obras. Si lo pudiéramos poner en términos conceptuales, es la socialización del espacio público. El mejor provecho para que la Ciudad funcione mejor”, analiza el arquitecto y ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, a cargo de las obras.
Otro cambio vital será la refuncionalización de la playa de estacionamiento subterránea frente al Edificio Del Plata. Allí se instalará un centro de trasbordo para las combis que trasladan gente hacia Provincia y que ahora tienen terminales informales en la zona del Obelisco. Esto significa que los automovilistas “perderán” otro lugar donde estacionar. Lo mismo sucedería en la playa de estacionamiento gratuita, al aire libre, más grande de la Ciudad: Puerto Madero. Allí, en un futuro, colocarían parquímetros.
Respecto de las peatonales, 25 de Mayo tendrá tránsito restringido y, como Suipacha ahora, cada cuadra tendrá un sentido diferente. En cambio San Martín tendrá tránsito pasante en un único sentido (vehículos livianos, desde las 16 hasta las 11), con una ciclovía.
Con este manojo de obras y proyectos, la Ciudad busca reformular su Area Central en pos de la peatonalización pero con el desafío de mantener su vitalidad.
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