(defensa.com) Tras la reunión con el
ministro de defensa ruso, Sergei Shoigu, de visita oficial en Brasilia
para cerrar la compra-venta, por 2.000 millones de dólares según los
medios locales, de tres baterías antiaéreas Pantsir-S1 y dos baterías
de misiles portátiles Igla-S, contrato que se firmaría a mediados de
2014 y en el que podría haber un acuerdo de transferencia tecnológica
con la brasileña Odebrecht Defesa, Celso Amorim, que no habría recibido
una nueva oferta directa de cazas rusos (el Su-35 quedó en su día fuera
de concurso), ha separado la posibilidad de que Rusia entre en la
lista corta de la licitación en curso (F-X2) de eventuales proyectos
futuros.
Amorim aseguró que el proceso licitador para dotar a la FAB de 36 cazas
está en marcha y que se decidiría en breve, si bien algunas fuentes
apuntan que se extendería un año más, de manera que sortee las próximas
elecciones. Amorim sí hablo de la posible cooperación con Rusia en el
caza de quinta generación T-50.
Sin embargo, el diario brasileño Folha de S.Paulo, afirma que la Fuerza Aérea Brasileña podría haber sido consultada respecto a la posibilidad de que recibiera los descartados en licitación, cazas Sukhoi-35 para sustituir a sus Mirage-2000 en tanto el T-50, con el que se pactaría un acuerdo de coproducción ruso-brasileño, esté operativo, lo que sucedería no antes de 2016. En el encuentro entre ambos mandatarios, Shoigu habría ofrecido la opción de leasing de equipamiento militar ruso, una solución intermedia en medio de todo el proceso.
El programa F-X2 se arrastra desde 2001,
tras figurar el F-18 como opción favorita, superando al Rafale, que en
su día también lo fuera, el escándalo de espionaje con EEUU habría
alejado este favoritismo. Por otra parte, y según recoge el rotativo
Folha de S.Paulo, la delegación rusa habría recibido reclamaciones
respecto al suministro de repuestos y mantenimiento de los helicópteros
de ataque Mi-35 que están siendo suministrados a la FAB. Con la compra
de las baterías antiaéreas, Brasil daría un voto de confianza a Moscú.
Por otra parte, Brasil y Rusia acordaron
en este encuentro crear grupos de intercambio en materia de seguridad
informática, así como incrementar el diálogo estratégico entre ambas
naciones. Igualmente establecieron la posibilidad inmediata de compartir
experiencia en el ámbito de la organización de grandes eventos
artístico-deportivos, de cara a la seguridad de los mismos. En tal
sentido, Rusia invitó a Brasil a enviar observadores militares y
policiales en febrero próximo a las Olimpíadas de Invierno.
También se ha anunciado el próximo incremento de los acuerdos espaciales. (Javier Bonilla)