Desde octubre de 2016, la MCC permanece paralizada porque los costos de producción o de logística superan lo que obtendrían como ganancia. La empresa china tiene una concesión a 99 años y por ahora sólo hace mantenimiento.
Ni exportar ni vender al mercado interno. Porque los costos de producción o de logística superan lo que obtendrían como ganancia. En esa encerrona se encuentra la mina de hierro de esta ciudad, actualmente inactiva. La misma que, mediante un contrato de concesión, está en manos desde 2005 de la firma minera MCC.
La empresa, de origen chino, vivió épocas de oro para la venta de hierro. Épocas en las que el valor del mineral llegó a los 160 dólares. Hoy, vender al exterior les generaría un déficit de $43 dólares por tonelada. Y por eso, desde 2016, sólo realizan labores de mantenimiento. Con una planta mínima de empleados, que en otras épocas superó los 200.
La Provincia, por su parte, tiene su propio dilema. Es que posee un contrato de 99 años con la empresa. Pero no surgen interesados en la concesión. Y forzar una caída del acuerdo provocaría tener que asumir el mantenimiento del yacimiento por un monto que estiman millonario. “Hay una realidad. Cuando la empresa comenzó a producir, nosotros estábamos con un valor de venta de referencia de 140 dólares la tonelada de hierro. Y que llegó a estar en 160 dólares. Era otra realidad, otro contexto, donde China tenía una tasa de crecimiento de doble dígito. Y China consume el 70% de la producción de hierro a nivel mundial Toda esa realidad a nivel global, lamentablemente se modificó”, dijo Jorge Roa Panomarenko, el gerente de legales y relaciones institucionales de la firma.
“Desde septiembre de 2016 estamos con un mantenimiento preventivo.
Pero la situación del mercado no ha mejorado para reactivar la producción, así que seguimos en víspera de que haya una mejora que pueda permitir la reactivación. Pero en este momento no es algo viable. Nosotros tenemos una cuestión que es totalmente externa. Es una cuestión de mercado internacional”, manifestó el abogado.
Él es uno de los que integra el escaso plantel que quedó en MCC. Y en el antiguo edificio, que nuclea las actividades administrativas, la actividad es casi nula. “Hay 4 gerencias. La de producción y mantenimiento (hoy abocada a esto último); la de seguridad e higiene; la de recursos humanos y la que conduzco yo, de legales. Además de la gerencia general, a cargo de Qifang Chen”, detalló Roa.
El gerente general, junto a otras tres personas, es el único empleado que quedó de origen chino. Y reporta a la lejana MCC central. “Para labores administrativas y de compra de insumos y repuestos hay 8 personas. El resto está abocado al mantenimiento mecánico y de mina”.
Hoy, son 50 los que siguen trabajando. Eran 60, pero muchos optaron por migrar en busca de otros trabajos. Y la actividad en el yacimiento está paralizada, ya que no son visibles las labores de los que resguardan el emprendimiento.
“Es cotidiano ese trabajo” afirmó Roa. “No sólo de las galerías de la mina sino de los equipos que hay abajo. Son máquinas pesadas que necesitan engrase y lubricación. El hierro es óxido y todo eso se perjudica si no hay mantenimiento. Además, tenemos control de túneles. Es algo fundamental que la firma haya decidido seguir con el mantenimiento, porque ayuda a que en el día de mañana pueda volver a producir sin demora. Esta es una planta en la que en octubre de 2016 se pararon los equipos. Esa fue la última vez que hubo producción”, detalló el gerente.
Sobre la situación legal en la que, ante un posible incumplimiento del contrato de concesión, quedaría posicionada MCC debido a la inactividad del yacimiento, Roa se mostró categórico. “La provincia tiene toda la documentación respaldatoria de la situación. Se le envían informes y presentamos declaraciones juradas en la secretaría de minería. Ellos tienen pleno conocimiento del tema. Y entienden que es una situación económica completamente ajena y externa a la compañía”, argumentó el hombre.
“Si de alguna manera hubiera una situación generada por mala administración o mal gerenciamiento lógicamente que sería algo que el Estado analizaría como para poder buscar otro inversor. Pero, además, hay otra realidad. Y es que no hay ningún interesado en Argentina o en Latinoamérica. Por las condiciones en las que se encuentra el mercado”, finalizó el letrado.
Sin ventas: ni en el exterior ni en el mercado interno
La situación de la minera MCC se complejiza cada vez más porque hace 3 meses que no le venden al mercado interno. Una opción que durante un tiempo mantuvo un mínimo caudal comercial. “Cuando se suspendió la producción de la mina en 2016 quedó un acopio de entre 80.000 y 100.000 toneladas de hierro. Eso es lo que, en parte, primero se vendió al exterior. Y luego, en el país, a la Petroquímica Comodoro Rivadavia (PCR). La PCR lo usa para el cemento como un aditivo y es ínfimo lo que pueden llegar a demandar en relación a la estructura que tiene esta compañía”, explicó Jorge Roa Panomarenko, el gerente de legales de la firma.
Sin embargo, esa relación comercial ahora se encuentra inactiva. Y del acopio original de hierro deben quedar unas 40.000 o 30.000 toneladas que no se pueden exportar porque no sería rentable. “Son reservas no exportables porque están en lo que se llama bocamina. Y para exportar todo eso hay que llevarlo por camión a Punta Colorada (donde está la dársena y el puerto mineralero) porque no está en funcionamiento el mineraloducto”, agregó el abogado.
Ese mineraloducto es un caño de 32 km de extensión que llega al Puerto. Traslada el material mezclado con agua y en Punta Colorada se pasa por unos filtros que le sacan el líquido y lo van depositando en una planta de acopio. “Desde allí debería salir con rumbo al exterior”, detalló Roa.
Con respecto al mercado interno, salvo la opción de PCR (ahora en crisis como empresa por el contexto nacional) las características que posee la minera vuelven imposible apuntar a captar otras firmas. “Tenemos un gran problema que es el costo de la logística, el famoso flete. Por eso de las 5 cementeras que existen en el país y manejan el mercado sólo hemos podido venderle a PCR por una cuestión de distancia, porque la tenemos a unos 500 kilómetros. Y le conviene comprarnos a nosotros y no traer el hierro desde Buenos Aires. Hay otra cementeras más grandes, pero ellos directamente el mineral del hierro lo suplen con chatarra. Les sale más económico comprar laminillas de chatarra de hierro, que les venden algunas acerías que tienen desechos del mineral. Y están a una distancia mínima para ellos”, apuntó el gerente.
Igual, Roa volvió a remarcar que la venta a nivel nacional no sería la solución integral para MCC. Es una empresa que está hecha para producir como mínimo, en base a su estructura, unas 500.000 toneladas de concentrado. Y a PCR, en sus mejores épocas, hemos llegado a venderle 15 mil toneladas anuales. Es decir, dentro del mercado interno, no tenemos ninguna posibilidad”.
El viaje a China: pocas novedades
El ex intendente de esta ciudad y actual referente de Vialidad Nacional en la Provincia, Nelson Irribaren, viajó a China para entrevistarse con los máximos referentes de la minera MCC, que posee la concesión del yacimiento local. En ese viaje pidió la pronta reactivación. “Me acompañó el gerente general de la empresa en Sierra, Qifang Chen, y profundicé sobre la necesidad de que empiecen a producir.
El contrato de concesión se da al efecto de que produzcan, generen mano de obra, y es a 99 años. Pero hay cláusulas de resguardo que establecen que tienen que producir. No especular”, manifestó Irribaren.
Desde la MCC “dijeron lo que sabemos -contó Iribarren-. El hierro es un commodity que se maneja a nivel internacional y no están dadas las condiciones para que la minera pueda pensar en volver a producir. Pero recibieron la firmeza del mensaje sobre la necesidad de reactivar porque la Provincia, si no lo hacen, revisará el contrato”. Irribaren, sobre esto, alegó que “no es fácil. Porque que la firma realice mantenimiento, aunque esté paralizada, le ahorra un monto millonario a Río Negro”. La futura gobernadora, Arabela Carreras ya sabe sobre esto” finalizó.
Las principales trabas:
Déficit: “Hoy el precio internacional del mineral de hierro para uso siderúrgico está más o menos en los 88 dólares Ese precio es con el mineral ‘puesto’ en los principales puertos de China. Eso significa que el productor del mineral se tiene que hacer cargo del precio del flete. Nuestro principal cliente es China. Por eso hoy tenemos un flete promedio de 45 dólares la tonelada. Si descontamos el flete de los 88 dólares nos están quedando 43 dólares como precio de venta. Y nosotros siempre hemos tenido un precio histórico de producción en efectivo que promedia los 83 u 84 dólares.
Entonces, al tener que vender en 43 dólares, tendríamos un déficit en promedio de más de 40 dólares la tonelada”. Además, el hierro que se produce tiene un alto contenido de fósforo. “Por eso nos compran, pero nos bajan el precio porque no cumple con los estándares a nivel internacional. Y terminamos hablando de un precio de venta de 35 dólares descontando el flete, el costo de producción y el financiero, que están por encima de los 82 dólares. Es decir, casi 50 dólares de déficit por tonelada. No es viable de ninguna manera”.
Mercado interno no siderúrgico: “Otras alternativas como producir únicamente en el mercado no siderúrgico, para vender ya sea como aditivo de pinturas o poder abastecer a cementeras dentro del mercado interno se complican porque, por nuestra ubicación, tenemos un gran problema que es el costo de la logística”.
Fósforo: “Lo único que tenemos como mineral asociado al hierro es el fósforo, que se usa, entre otras cosas, como fertilizante. Pero hay 3 kilos de fósforo por cada tonelada de hierro. No es significativo. YPF hizo estudios sobre el tema y descubrió que la rentabilidad no existe”.