A lo largo del último año, el Almirante Kuznetsov fue enviado a varios astilleros, todos ellos especializados en renovar y reparar ciertos módulos y piezas de la enorme nave. El portaviones experimentó intensos cambios, que van desde nuevas capas de pintura hasta la modernización de los sistemas de armamento.
También se integraron en el buque nuevos sistemas de comunicación y de gestión de las escuadrillas. Además, la tripulación realizó prácticas consistentes en la defensa contra buzos militares y la cooperación con las naves de abastecimiento.
El portaviones está preparado para protegerse de los ataques aéreos. El nuevo complejo del Almirante Kuznetsov, denominado Klinok (lámina en ruso), será la base de la defensa antiaérea del portaviones, así como de otros buques de la Armada rusa, como el crucero atómico Pedro el Grande.
La nave posee 24 módulos de lanzamiento de misiles Klinok y alberga hasta 200 misiles multipropósito, diseñados para abatir no solo aeronaves, sino también bombas aéreas —tanto guiadas como de libre caída— y misiles anti buque. El radar del complejo detecta las amenazas a una distancia de 45 kilómetros y puede atacar simultáneamente hasta 4 blancos.
Parque para aeronaves
El Almirante Kuznetsov es un buque con una longitud de 300 metros, una anchura de 75 metros y una altura comparable a un edificio de 20 pisos. Su tamaño le permite albergar una armada aérea de media centena de aviones y helicópteros para tareas de reconocimiento, asalto o patrullaje.
El avión estrella del buque es el Su-33, el caza pesado elaborado en base al famoso Su-27 y adaptado para el uso naval. Además de las modificaciones del diseño, los Su-33 portan más misiles aire-aire para proteger al buque matriz de eventuales ataques aéreos. Los Su-33 pueden también equipar misiles guiados para atacar blancos terrestres y navales.
En el Almirante Kuznetsov habrá también cazas multipropósito MiG-29K, en su versión adaptada para portaviones. Las aeronaves de este tipo ya demostraron sus capacidades al entrar en servicio en su homólogo indio Vikramaditya —anteriormente el antiguo portaviones soviético Almirante Gorshkov—. Los militares de la India sometieron a los cazas rusos a unas pruebas rigurosas, incluso practicaron el aterrizaje con un único motor. Los MiG-29K superaron todos los obstáculos con éxito.
El papel futuro
"En los últimos años, los portaviones se hicieron indispensables en los conflictos armados y guerras locales", afirmó el profesor de Ciencias Militares ruso, Konstantín Sivkov, citado por Zvezda. "En el futuro, serán el componente clave de las Armadas rivales en caso de un enfrentamiento bélico", añadió.
Entre las tareas principales de los portaviones cabe destacar la destrucción de agrupaciones de buques, la guerra antisubmarina, la defensa contra ataques aéreos, así como las misiones de ataque contra blancos terrestres, según Sivkov.
En cuanto al Almirante Kuznetsov, los datos disponibles en fuentes abiertas señalan que el portaviones ruso es capaz de manejar su parque aéreo durante unos seis días de una manera autónoma. En este período sus aeronaves podrían realizar hasta 350 salidas de combate, entre las que hasta 150 podrían ser salidas de los cazas para la intercepción de agrupaciones aéreas enemigas, concluye Zvezda.
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