Buscan llegar a la producción récord que se alcanzó en 2011.
Al igual que el Gobierno firmó convenios de productividad con los sectores automotriz, construcción, calzado y téxtil ahora hará lo mismo con el rubro motos. Será la semana que viene y no esta, no sólo por los feriados que se avecinan sino porque la principal cámara del sector elevó un par de sugerencias que proponen modificar el borrador elaborado por el ministerio de Producción.
Lo que recibió CAFAM (Cámara Argentina de Fabricantes de Motos), que nuclea a 18 terminales, habla de llegar en un corto plazo a la comercialización récord de 2011 de 815.000 motovehículos. Ese número fue a la baja en los años sucesivos hasta ubicarse tanto en 2015 como en 2016 en las 482.000 motos. Este año arrancó bien: la venta creció un 50% comparando con el primer trimestre del año pasado. Omar Vera, presidente de la Cámara de Concesionarias, confío a este diario que las ventas este año "podrían llegar a las 600.000 unidades" y que "acompaña este proyecto"; aunque no será parte firmante del acuerdo.
A su vez, el Gobierno incluyó en el borrador que se "compromete a hacer una mesa de trabajo para que las partes que no se producen en el país tenga un arancel bajo o nulo". Lo explica para Clarín Lino Stefanuto, presidente de CAFAM: "Esto es clave porque en el país no se producen ni frenos a discos ni sistemas de inyección electrónica entre muchos otros componentes. Si logramos que no se pague arancel de importación ante la no fabricación local, los costos disminuyen y permiten compensar los costos más altos que tenemos por producir localmente".
Hasta acá, en estos dos puntos, todos de acuerdo. Avanzamos sobre las divergencias.
Actualmente las motos de hasta 125 cilindradas que vienen importadas, ya sea armadas o desarmadas, pagan el mismo derecho aduanero del 20% mientras que las motos superiores a 250 centímetros cúbicos abonan 35%. El proyecto propone bajar del 20 al 10 por ciento las motos desarmadas y mantener igual el resto.
¿Pero qué sugieren desde CAFAM? "Que la importación de motos armadas pague el 35% en todas sus variantes y que esa baja al 10% para motos de cilindrada chica se extienda hasta la de 250 centímetros cúbicos. Hacer esto desalentaría la importación y generaría que se pueda contratar más mano de obra", aseguró Stefanuto.
Walter Steiner, presidente de Zanella y también en diálogo con Clarín, agregó: "La comercialización de motos de hasta 125 de cilindrada comprenden el 50% del mercado y estaríamos muy justos como para sumar trabajadores nuevos o ampliar capacidad instalada. En cambio, si extendemos la baja del arancel a las de 250 llegamos al 90% del mercado y el escenario cambia totalmente"
El otro punto que les gustaría incluir es que el importador pague el certificado de importación un valor más alto que los actuales $390. El certificado de fabricación local cuesta, en cambio, $30. "En el mercado una misma moto puede ser nacional o importada. La idea es que a igual producto, el certificado de importación cueste más, supongamos $1.000. Esto alentaría la compra de producción nacional", explicó Stefanuto.
En el borrador a los gremios les toca "capacitar y elaborar planes para mejorar la productividad laboral para reducir el ausentismo". Desde la UOM dijeron que aún no recibieron ningún comunicado y desde SMATA una reunión les imposibilitó dar una opinión. Eso sí, ayer mismo, su titular, Ricardo Pignanelli, dijo que en su sector metalmecánico "despidos no hay, lo que hay son suspensiones".
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