Por Nicolás Pizzi - Diario Clarín
La constructora Sentra S.A. es una de las más beneficiadas con la obra pública.
La obra más importante del proyecto Sueños Compartidos quedará en manos de la empresa Sentra SA, una de las constructoras preferidas del Gobierno, sin licitación previa. Aún no se firmó el contrato, pero ya circula un borrador entre las partes que dejó conforme al Gobierno porteño, según pudo saber Clarín . El traspaso de las obras de las Madres de Plaza de Mayo a los estados provinciales y municipales está en manos del secretario de Obras Públicas, José López. Muchas de ellas terminarán también en manos privadas.
En el barrio de Castañares está previsto que se construyan 780 viviendas, divididas en 13 consorcios de 60 departamentos. La obra arrancó en julio de 2008 y empleaba a unos 700 obreros hasta que estalló el escándalo y se fueron de la Fundación los hermanos Sergio y Pablo Schoklender. A partir de ese momento, los obreros cortaron varias veces sobre la General Paz en reclamo de sueldos y aguinaldos impagos. Algunos de ellos serán recontratados. “Al resto los va a reubicar la Nación con cooperativas o bolsas de trabajo”, aseguró un miembro de la mesa de negociaciones.
En la Ciudad están atentos al contrato que deberán firmar con la Fundación y la empresa: no quieren heredar juicios de contratistas ni reclamos de los ex empleados.
Sentra SA, presidida desde 2004 por Carlos María Jaunarena, maneja obras importantes en todo el país pero concentra su energía en la provincia de Buenos Aires. Actualmente está presente en Avellaneda, Campana, Moreno y Junín. En esa última ciudad construye 191 viviendas desde 2006. La obra, en el barrio Capilla de Loreto, tuvo varias postergaciones por redeterminación de precios. Ahora, dicen que está a punto de terminar. “En los próximos dos meses van a entregar las últimas 23 casas”, dijeron fuentes del Municipio que gobierna el radical Mario Meoni. Son viviendas de 54 m2 que costaron alrededor de 80 mil pesos.
“Sentra es uno de los grandes “jugadores” en materia de obra pública en la Nación, habiendo sido beneficiada en varias licitaciones del Plan Federal de Vivienda en la Provincia, tanto en el Subprograma Federal de Construcción de Viviendas con Municipios como en el Plurianual o Plan Federal de Viviendas II”, confirmó a Clarín la legisladora bonaerense de la Coalición Cívica Maricel Etchecoin, una de las dos diputadas que hizo la primera denuncia contra Sergio Schoklender.
En muchas de esas licitaciones aparece asociada a otras dos empresas: Rowin SA y Kiwest SA. En la Ciudad, tiene algunas obras menores en los barrios de Nuñez y Caballito. “Son arreglos en terrenos recuperados cerca de las vías del tren”, confirmaron desde la Ciudad.
La empresa también hizo trabajos con el Instituto de la Vivienda (IVC), el organismo local a cargo de Castañares. Sin embargo, se hicieron consultas con la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR). “Ellos tienen obras en la Provincia con la empresa Sentra”, explicaron en el Gobierno porteño. Otro motivo es que al barrio Castañares, en Villa Lugano, irán a vivir personas que viven en asentamientos a orillas del Riachuelo, dentro del plan de relocalización que comanda el juez federal Luis Armella.
La obra de Castañares arrancó en julio de 2008 y ya está terminada en un 67%. Falta un sólo módulo, el resto son terminaciones. Por eso, la obligación de seguir utilizando los paneles que fabrican las Madres de Plaza de Mayo no sería un impedimento para llegar a un acuerdo. Según pudo confirmar Clarín , el Movimiento Evita se sumará al proyecto pero únicamente con tareas de “contención política y social sobre los trabajadores y su entorno social”.
En la obra de Los Piletones, la segunda en importancia dentro de la Ciudad, donde está previsto construir 432 viviendas, el esquema de traspaso sería similar. “La obra no está parada y por ahora sigue igual. La Fundación anticipó una propuesta de continuar las obras por si o por un tercero. Estamos analizando los detalles”, dijeron ayer en la Corporación del Sur.
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sábado, 3 de septiembre de 2011
Madres: la obra más grande pasa a una empresa cercana al Gobierno
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