Dialogamos con Eduardo Plasencia, ejecutivo que lleva adelante el Plan Vial Federal convertido en ley, que será la guía para la Dirección Nacional de Vialidad de cara al futuro.
- ¿Cuál es tu rol en la creación y puesta en funcionamiento del Plan Vial Federal?
- Hasta hace dos años trabajé como Coordinador de Planeamiento de Gestión de Infraestructura Vial. Desde 2013 a diciembre de 2015, formé parte de la Fundación Pensar coordinando y desarrollando el Plan Vial. Recuerdo que estaba cursando en la universidad, cuando me enteré de una pasantía para trabajar en la Fundación, lugar al que logré ingresar como parte del equipo de transporte, con Dietrich a la cabeza. Junto con cinco voluntarios senior, llevamos adelante un diagnóstico integral de todo el sistema carretera argentino, nacional y provincial, con énfasis en el nacional. Luego elaboramos un plan integral, con una mirada federal y un criterio en común. Una vez que Macri asume como Presidente, el Plan Vial se convirtió en política pública de vialidad, pero sin formalizarse. Como nosotros venimos de sectores ajenos a la administración pública, no nos dimos cuenta lo importante que era estructurarlo como documento oficial. Esto sucedió hace pocas semanas. Desde mediados de 2015 asumí el rol de ejecutivo, y desde entonces comencé a reunirme con las distintas cámaras y productores para escuchar sus opiniones sobre las rutas, las autopistas y los bitrenes; entre otras cuestiones. Escuchamos todas las veces. Fue un gran trabajo.
- ¿Cuál es la razón de ser de este plan? ¿Con qué necesidad se diseñó?
- La propuesta tuvo dos lineamientos: seguridad vial y eficiencia logística. Apuntamos a lograr más seguridad vial para los usuarios y tratamos de conjugarlo con todo lo que genera más riqueza para la economía. En el camino nos encontramos con falta de criterio para tomar decisiones. Por ejemplo, nos parecía cuestionable la fortuna de dinero invertida en La Cuesta de Miranda (La Rioja), mientras que la Autopista entre Cañuelas y Olavarría (Buenos Aires) no se había construido. En una se muere una persona por semana y se moviliza el 50% la economía de la construcción, y en la otra circulan 200 autos por día, y en los últimos 10 años hubo un solo muerto. En las dos décadas pasadas escaseó el criterio en general.
Desde hace cuatro años que encaré dos trabajos fundamentales. Uno de ellos, y el más difícil, fue empalmar la cartera existente (lo que Vialidad ya tenía en marcha o proyectado) con lo que nosotros proyectábamos hacer. Había obras muy grandes rodando que no tenían nada que ver con el Plan, y una ausencia absoluta en proyectos muy necesarios. Por ejemplo, por una parte, se había llevado a cabo la Cuesta de Velasco, una obra faraónica para unir La Rioja con Chilecito, y ahorrarle un 30% de tiempo de viaje a unos 500 vehículos diarios. Estamos hablando de alrededor de US500 millones. Por otra parte, no había obras en la Ruta 3 (Cañuelas – Olavarría), en la Ruta 19 (San Francisco – Córdoba), en la Ruta 12 (Misiones, cordón troncal de todo el NEA). Entonces, lo que hicimos fue frenar la obra en la Cuesta de Velasco. No tenía sentido alguno que los argentinos pagaran una fortuna para ahorrarle unos quince minutos a unas familias que viajaban una vez a la semana, en vez de ahorrarle millones de dólares a la economía con estas rutas en las que no se hacía nada. Fue un proceso difícil, porque tuvimos que tomar medidas audaces para frenar obras. Otro de los trabajos, consistió en sacar adelante los proyectos que no estaban ni siquiera contemplados, como la Ruta 34 (Salta), una de las más peligrosas de Argentina y por la que toda la producción de Jujuy y Salta pasa por un cuello de botella. La solución se basaba en construir una autopista de 10 km en un bypass y tuvimos que ponerla en funcionamiento.
- ¿Cuáles fueron los parámetros que guiaron la elaboración del Plan?
- Dentro de los ejes de seguridad vial y eficiencia logística, se manejan varios parámetros, pero ninguno es infalible. En seguridad vial un parámetro importante es la cantidad de muertos por accidentes, sin embargo, no es lo mismo un choque frontal, que puede significar haya que construir una autopista, a un choque doble ocasionado en un cruce, que evidencia la necesidad de una rotonda. En eficiencia logística, un dato fundamental es el TMDA (Tránsito Medio Diario Anual), valor utilizado para estudiar estos ejes. Si el valor de entrada es de 1.000 vehículos por día, y se proyecta construir una autopista, no es lo conveniente. En cambio, si el TMDA es de 10.000 por día, sin dudas que hay que construir una. Son muchos los factores que entran en juego: la composición de los vehículos, las horas que manejan, qué trayectos; etcétera.
- ¿Podríamos decir que este plan ya está en funcionamiento?
- El plan está 100% en marcha. Las obras que en 2015 ya estaban en construcción, continuaron. Algunos proyectos siguen en proceso, otros finalizaron. Ahora acabamos de inaugurar 40 km de la Autopista 7 entre Luján y Junín, parte de la 8, la 19 y Buen Ayre. La 34 de Salta no la pudimos comenzar, pero realizamos el proyecto ejecutivo y los diseños. Lo bueno de todo esto es que el Plan Vial se modificó muy poco de acuerdo a lo que habíamos planificado en su momento, esto quiere decir que la proyección fue acertada. Apenas un 20% del plan fue modificado.
- ¿Cuáles son los aspectos más relevantes que contempla el Plan?
- El plan tiene dos partes: una en la que se desarrollan políticas de gestión y administración de la red vial. Es decir, criterios, ideas y conceptos sobre cómo las vialidades tienen que gobernar la red vial, cómo se tiene que licitar de forma transparente, bajo qué tipo de contratos tiene que administrar las rutas, qué lugar debe darle a la siniestralidad; etc. Vialidad nunca había tenido una Política de Estado en el tema, solo un Estatuto la Ley de Vialidad Nacional, de 1932. Por eso, hasta ahora dependía del gobierno de turno decidir cómo se gestionaba. Ahora hay un documento, una guía. La segunda parte desarrolla dos grandes políticas viales: una es la Red de Corredores Interprovinciales (RCI) y otra la definición de más de 64 proyectos prioritarios. También debo aclarar que una parte muy importante del Plan es el mantenimiento de la red.
- ¿De qué se trata la RCI?
- Quiero aclarar que no son nuevas rutas. Se trata de una malla de rutas que forma parte de una red que tiene que cumplir una cantidad de especificaciones y características comunes, y que estará descentrada de Buenos Aires. Estas rutas deben comprometerse a cumplir estándares que definirá Vialidad Nacional. Más allá de quién invierta y de cualquier tinte político, tendrán que hacerlo porque son de interés para la Nación. En cuanto a cómo tienen que estar diseñados los corredores, el Plan Vial lo define de forma sencilla: tienen que ser aptos para bitrenes y deben tener control de acceso en áreas urbanas; entre otras cuestiones. En cuanto a los proyectos estratégicos prioritarios, son más de 60 los que Vialidad debe trabajar de forma prioritaria. El Plan no especifica cuánto cuestan y cuándo deben terminarse; pero sí que se tienen que poner en funcionamiento. Entre ellos, están la Autopista Pilar – Pergamino, Luján – Junín, Cañuelas – Azul, Córdoba – San Francisco, Comodoro – Caleta, La Ruta 22 de Río Negro y La Ruta 16 de Chaco; entre tantos otros.
- Este plan viene a cambiar la forma de hacer las cosas… ¿Cómo se gestionaba hasta ahora?
- Este Plan apunta exclusivamente a ser Política de Estado, porque estamos convencidos de lo que Argentina necesita a largo plazo. Queremos que tenga continuidad y que se respete tal como fue diseñado. Hasta hoy la priorización de las inversiones se basaba en estudios particulares o en el capricho del político de turno. Hoy esta guía obliga a darle prioridad a los proyectos que se definieron como necesarios, como producto de un trabajo de investigación de años. Incluye todo un apartado sobre la forma de gestionar, sobre las licitaciones, las modificaciones de obra y los PPP.
- ¿Cuál es el motivo por el cual la Red estará descentrada de Buenos Aires?
- Porque la Argentina es un país federal y los corredores logísticos no forman parte de Buenos Aires, como el caso del Corredor del Mercosur de Capricornio, que va desde Brasil a Chile y cruza toda Argentina por el norte; o el caso del Corredor Oceánico que va desde Bahía Blanca hasta Vaca Muerta. Queremos instalar culturalmente el concepto de que Buenos Aires no es el centro de la tierra y demostrar que las economías regionales tienen peso propio.
- ¿Qué opina de las condiciones técnicas de las rutas, autopistas y caminos que vendrán? ¿Habrá nuevas exigencias?
- Una de las políticas del Plan Vial pone énfasis en que las especificaciones técnicas, el control de calidad y los pliegos, tienen que ser prioritarios. Siempre se tiene que buscar la mejor combinación entre la duración de las obras y el costo económico en el presente, porque esto obliga a desarrollar y construir laboratorios -como nunca se hizo- para actualizar y modernizar los pliegos donde están las exigencias en cuanto a los diseños y materiales. Otro tema importante es que boga por la aprobación de una norma de diseño geométrico. Hoy existe una norma muy antigua, con lo cual al diseñar las infraestructuras más grandes y modernas que construimos, no se puede tomar de referencia y queda librada a los técnicos de turno, quienes tienen sus propios criterios sobre cómo se hacen las cosas. Lo cierto es que si queremos construir un país federal, que respeta la autonomía de cada lugar, pero que al mismo tiempo está integrado y conforma un único país, hay que considerar mínimas características en común. Además, por un tema de seguridad vial. No es concebible, por ejemplo, que la Autopista 14 -la más importante del Mercosur- tenga rotondas de distintos tamaños. Para eso está el manual.
- ¿Qué cuestiones viene a resolver este Plan?
- La arbitrariedad en las decisiones políticas. La institucionalidad dice que la política debe tomar decisiones en referencia al bien común y a eso apuntamos. Asimismo, para que estén escritas en un documento legal y que quienes lleguen al poder o quienes continúen, sepan qué se hizo y cómo avanzar.
- ¿Qué proyectos considera que son prioritarios de aquí en adelante?
- De los 64 proyectos prioritarios que tiene el Plan, tenemos 32 en construcción y 19 se iniciaron los proyectos o se licitaron. Significa que vamos a resolver el 80% de los problemas de la red vial. Uno muy importante a poner en marcha es el de la Autopista del Noroeste, que unirá Tucumán-Salta-Jujuy.
- ¿Qué importancia tuvo el aporte de Javier Iguacel y Patricia Gutiérrez?
- Fue fundamental. Iguacel tuvo que ponerlo en marcha, empalmar la cartera existente con la actual, dar de bajas obras y poner en funcionamiento otras. Si bien lo asesoré, él tenía la convicción de que era necesario y empujó el proyecto hasta el final. Además, lo comunicó hacia adentro de la institución. A Gutiérrez le tocó la parte dura, que fue mantener en pie el Plan, a pesar de la crisis económica. Gracias a ella sigue rodando y los proyectos se mantuvieron casi inalterados, aunque bajaron un poco la velocidad. Además, captó la importancia de que estuviera formalizado, y fue quien firmó la resolución.
EL PLAN VIAL FEDERAL
Según el informe presentado por Vialidad Nacional, en el marco del Día del Camino, la Ing. Patricia Gutierrez asegura que el Plan Vial Federal puesto en marcha por esta gestión contempla y resuelve carencias infraestructurales a lo largo y ancho del país. A modo de ilustrar estos últimos tres años y medio, es importante resaltar el impulso que se le dio a la infraestructura vial. Tenemos en marcha la construcción de más de 900 kilómetros de autopistas en todo el país, se finalizaron más de 400, a los que se suman 900 kilómetros contratados. Estamos pavimentando y repavimentando más de 10.000 km de rutas y actualmente tenemos obras de todo tipo en más de 13.800 km. A ellos se suman otros 22.700 kilómetros de la red nacional que estamos manteniendo con recursos y personal propios.
Entre las obras más destacadas del Plan Vial Federal que finalizamos y estamos ejecutando por región, vale la pena mencionar:
- En Cuyo, en el marco de la construcción de la autopista Mendoza - San Juan, finalizamos los 4,5 km del Acceso Sur y se encuentran en marcha los tramos autopista que se desarrollan desde el límite interprovincial Mendoza/San Juan hasta la RP Nº 179.
- Sumado a esto, avanza la transformación en autopista del Acceso Norte, que ya cuenta con un 70 % de avance.
- En la región noroeste iniciamos la transformación en autopista del Corredor del NOA en Jujuy. Se encuentran en ejecución 26 km de la RN 34 entre el límite con Salta y El Cuarteadero (km 1.176). Una obra clave para fomentar la llegada de turistas y agilizar el traslado de los productos locales.
- Respecto a la región Centro, es importante destacar la obra del puente La Noria. A partir de diciembre de 2015, el Gobierno Nacional intensificó los trabajos y, luego de 22 meses, se inauguró el viaducto, permitiendo conectar de manera rápida y segura la provincia y la ciudad de Buenos Aires.
- En cuanto al NEA, en mayo de 2018 inauguramos en Chaco un tramo de 28 km de autopista, que completó la duplicación total de calzada desde Resistencia hasta Makallé. Asimismo, en Misiones, seguimos avanzando en la construcción de la autopista que conectará Posadas con San Ignacio en la RN 12, el corredor más importante del noreste argentino.
- Finalmente, en el Sur de nuestro país, finalizamos la construcción del Tercer Puente entre Neuquén y Cipolletti, con el fin de descongestionar el acceso a ambas ciudades, un tramo de la RN22 transitado por más de 60 mil vehículos al día.