La Ciudad analiza retomar negociaciones con China
para construir la línea F bajo la metodología llave en mano. En 2011 había
intentado un acuerdo similar para construir la línea G, que finalmente no
prosperó debido a que hubiera costado un 35% más caro que aplicando la
metodología tradicional.
¿QUÉ ES UNA OBRA LLAVE EN MANO?
Se trata de un tipo de obra en la cual una empresa (en este caso,
Subterráneos de Buenos Aires)
encarga a una tercera empresa el diseño
del proyecto y la ejecución del total de obras civiles y
complementarias, en base a pautas generales. Por caso, la construcción
de una línea de subterráneos con un determinado trazado y una cierta cantidad de
estaciones a localizar de acuerdo con ese proyecto general. Implica que la obra
se entrega "llave en mano", lista para ser utilizada.
Subterráneos de Buenos Aires
delegaría en este caso la construcción
de una línea en un contratista y se evitaría intervenir en las
licitaciones parciales de los distintos componentes de la obra (vías y señales,
potencia, obras civiles y arquitectura, etc.).
¿LLAVE EN MANO EN LA LÍNEA H?
SBASE ha publicitado que las obras de la línea H adjudicadas a la UTE
Techint-Dycasa (construcción de seis estaciones de la línea H, de las cuales sólo tres están en marcha) se enmarcan en una modalidad "llave
en mano". No obstante,
dicha caracterización no se ajustaría a la
definición estricta de esta modalidad.
Días atrás el ex presidente de SBASE Nicolás Gallo indicaba, en diálogo con este medio, que "la llave en mano en materia
de subterráneos
sería la entrega de la línea con los coches
rodando. Si yo hago un “llave en mano” en el que incluyo el componente
electromecánico, las vías y demás, el contratista principal a su vez tiene que
subcontratar el equipamiento electromecánico, la señalización; y por cada
subcontrato se agrega un plus,
con lo cual se hace más cara
[...] El Gobierno de la Ciudad también incorpora el concepto de llave
en mano y lo mezcla con ajuste alzado. Y al final es una mezcla que no se
compadece con el sistema administrativo porque sucede lo que le sucedió con el
Metrobús, que
se le amplió el costo de la obra en un 100%
prácticamente."
El ex funcionario indicó entonces su preferencia por el sistema de
licitaciones parciales "se hace un gran componente de obra civil y lo demás
se va licitando en forma independiente" por especialidad. "En
general nosotros todo lo que es señalización, que es una especialidad, lo
contratábamos forma independiente. Lo que es catenaria, transformadores y
electricidad se contrataba también en forma independiente [...]
Con ese
sistema, sabiéndolo hacer con criterio,
se abaratan los
costos.", subrayó.
LLAVE EN MANO PARA LA LÍNEA G
Una vez llegado Mauricio
Macri al gobierno, el GCBA comenzó
a buscar fuentes de financiamiento externo para la construcción de nuevas líneas
de Subte. Dejando de lado las primeras intenciones de modificar las trazas
previstas por la ley 670, el gobierno porteño se dispuso a concretar
negociaciones con China para la construcción de la línea G,
respetando su trazado original
(Retiro - Cid Campeador).
En marzo de 2011 la Ciudad, representada por el presidente de SBASE Juan
Pablo Piccardo y por el ministro de Hacienda Néstor Grindetti, firmaba el
convenio con el Eximbank de China para el
financiamiento de la obra, que sería realizada por la Corporación de
Ingeniería Ferroviaria de China (CREC). Para esa obra se adoptaría la
modalidad "llave en mano", desechando el sistema de
licitaciones parciales con proveedores locales que SBASE venía aplicando hasta
ese entonces, y costaría unos
1400 millones de dólares, con un
7% de interés, pagaderos en 15 años con cinco de gracia, aunque en una
entrevista con LaPolíticaOnline el funcionario a cargo de SBASE habló de 1500
millones de euros.
No obstante, la negociación por el acuerdo comercial con CREC se empantanó
prontamente. La Ciudad presentó
objeciones tanto al costo total de la
obra, que se estimaba en un
35% superior al que insumiría
utilizando la metodología tradicional, como a la calidad del material
rodante ofrecido. Fue el ministro de Desarrollo Urbano, Daniel Chaín, uno de los
más fervientes opositores al acuerdo.
Hacia fines de 2011
las negociaciones con CREC fracasaron y
la Ciudad
desechó el proyecto al no poder acordar mejores
condiciones, cuestión que se sumó a la caducidad del convenio de financiamiento
suscrito con el Eximbank. En enero de 2012 Piccardo anunciaba que SBASE "no
impulsaba más ese acuerdo".
El método llave en mano también ha sido
cuestionado también por miembros de la oposición política y
ex-miembros de Subterráneos de Buenos Aires. El ex director de SBASE Carlos
Holubica señaló que "la modalidad de un único contratista que construya el
conjunto de la obra civil e instalaciones complementarias
encarece
innecesariamente el costo de la obra porque ese contratista se hace
cargo de la coordinación de los trabajos de los distintos subcontratistas,
una tarea que SBASE, dotada de una vasta experiencia,
siempre desempeñó con eficiencia".
LÍNEA F: EL RETORNO DE LA "LLAVE EN MANO"
En agosto pasado Subterráneos de Buenos Aires anunció que impulsaría la construcción de la línea F (Constitución - Plaza
Italia) para dar inicio a las obras en 2015. Piccardo aseguró en esta
oportunidad que la primera etapa hasta Santa Fe tendría un costo cerano a
los
500 millones de dólares "llave en mano".
La empresa no descarta estudiar distintas fuentes de financiación, aunque
las corporaciones chinas correrían con una doble ventaja:
serían las
únicas empresas capacitadas para satisfacer los
requerimientos de construir
una línea "llave en mano" con
material rodante incluido, además de que otras alternativas de financiación,
como el BNDES (Banco de Desarrollo Económico y Social de Brasil) o el BID (Banco
Interamericano de Desarrollo) estarían supeditadas a los avales del Banco
Central, que depende del gobierno nacional, políticamente enfrentado con la
Ciudad.
La Ciudad
vuelve a insistir ahora con una metodología cuyo primer
intento de aplicación
fracasó y que inclusive, tenía
detractores dentro del propio gobierno. Cabe recordar que uno de los más
importantes representantes de las corporaciones chinas en la Argentina es
Franco Macri, padre del propio jefe de
gobierno.