Por Yanina Otero - Ambito.com
A PARTIR DE ENERO COMENZARÁ A TRIBUTAR EL 8%
Era un pedido del Departamento de Comercio norteamericano para alivianar los aranceles de más del 120% impuestos por cinco años. El diferencial con el poroto todavía es elevado.
Hoy el negocio de exportación de biodiésel continúa activo con envíos a la Unión Europea que se reactivaron luego de cinco años.
A pocos días de que termine 2017 se escribió un nuevo capítulo en la interminable novela del biodiésel argentino. Finalmente -y después de meses de rumores- el Gobierno nacional decidió aplicar retenciones fijas del 8% a las exportaciones.
Este era justamente el pedido de los Estados Unidos para que el producto vuelva a ingresar a su mercado. El Departamento de Comercio norteamericano señaló que el biocombustible argentino recibía subsidios porque no pagaba retenciones mientras que el poroto de soja -materia prima indispensable para su fabricación- tributa el 27%, entonces como contrapartida impuso aranceles del 120% por cinco años.
De esta manera el Gobierno argentino espera que se destrabe este conflicto que le pone un freno a un mercado de alrededor de u$s1.200 millones anuales. El impuesto comenzará a regir a partir de enero del año que viene, al mismo tiempo que iniciará la reducción de las retenciones al poroto de soja de 0.5% por mes.
Ahora bien, aquí se abren varias cuestiones porque el porcentaje aplicado al biodiésel no es igual al de la soja y esto podría continuar siendo un impedimento para la reapertura del mercado norteamericano.
Por lo pronto los envíos continuarán trabados porque de ahora en más se espera que el Departamento de Comercio de Estados Unidos revea su resolución y esto lleva varios meses.
Lejos quedó la idea inicial del Gobierno argentino de resolver el conflicto vía diplomática, porque al país del norte viajaron desde el presidente Mauricio Macri, hasta el ahora exministro de Agroindustria Ricardo Buryaile y ambos intentaron negociar con su respectivos pares pero el bloqueo cada vez se endurecía más.
Por supuesto que esta resolución está muy lejos del camino que había emprendido el Gobierno con la eliminación de las retenciones a los cereales y la baja de la soja, pero también es lógica ya que el diferencial de retenciones venía generando conflictos desde hace larga data.
A su vez, también es cierto que la medida va en contra de las declaraciones iniciales del Gobierno nacional que señalaban que bajo ningún punto de vista el producto argentino estaba subvencionado y competía deslealmente con el norteamericano. Incluso se respaldaban en la resolución de la OMC que permitió la reapertura del mercado europeo este año.
A la par, fuentes de la industria del biodiésel señalan que justamente las retenciones del 8% complicarían los envíos de muchas compañías hacia Europa.
El bloque europeo dispuso meses atrás la reapertura de este mercado pero aplicando derechos compensatorios de entre 10% y 20%, que entonces se sumarían al 8% de retenciones locales.
Según la industria algunas empresas no estarían en condiciones de poder exportar con este cuadro arancelario porque no alcanzan la rentabilidad necesaria.
Lo cierto es que los principales exportadores de biodiésel argentino son multinacionales que operan en diversos frentes del negocio agropecuario con una importante espalda financiera y esta es la excusa del Gobierno para explicar la medida compensatoria.
Entonces, con diversos fuentes, aún abiertos, este es sólo el inicio de otro capítulo en esta historia que parece no tener fin.
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