Lo denunció el diario The Sun y el propio gobierno admitió el papelón.
El moderno gigante de los mares, que costó a los contribuyentes 3.100 millones de libras esterlinas (u$s 4.100 millones) y que fue inaugurado hace pocos días en Portsmouth por la reina madre, a quien le fue dedicado, dejó al descubierto en su primera salida algunas soldaduras "defectuosas", admitieron fuentes militares y ministeriales.
El defecto es tan importante que hace agua, literalmente 200 litros por hora.
"La reparación está ya en programa en Portsmouth", dijo un portavoz de la Marina, jurando que el defecto "no impide de todos modos a la nave zarpar nuevamente y esto no tendrá impacto en sus misiones". Pero Jonathan Real, comentarista militar de la BBC, habló de un incidente "claramente embarazoso" y acusó a la Royal Navy de intentar en un principio esconderlo.
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