Advierten sobre un flujo constante de jóvenes para unirse a su filas; su regreso podría ser una amenaza para la región
ENTERPRISE, Trinidad y Tobago.- A los 17 años, Fahyim Sabur ya se sabía de memoria todo el Corán. A los 23, evitaba las fiestas caribeñas y daba clases privadas de árabe en su barrio, aquí en Enterprise, unos 35 kilómetros al sur de Puerto España, capital de Trinidad y Tobago. Un año después estaba en el campo de batalla en Siria, donde murió combatiendo en las fuerzas de Estado Islámico. "Nunca me habló del tema", dice su padre, Abdus Sabur, de 56 años, un vendedor callejero de hamburguesas. "Me llamaron un día de Seguridad Nacional y me dijeron que mi hijo había muerto."
Las fuerzas de la ley de Trinidad y Tobago, un pequeño Estado insular del Caribe frente a las costas de Venezuela, están haciendo denodados esfuerzos por cortar el flujo constante de jóvenes musulmanes hacia Siria, donde toman las armas por Estado Islámico. Los funcionarios norteamericanos temen estar en presencia de un semillero de extremistas tan cerca de Estados Unidos, con la posibilidad de que los combatientes trinitenses regresen de Medio Oriente y ataquen instalaciones diplomáticas o petroleras norteamericanas en Trinidad, o incluso que hagan el viaje de tres horas y media de vuelo hasta Miami.
Según Sarah Huckabee Sanders, vocera de la Casa Blanca, durante la conversación telefónica que mantuvieron el fin de semana pasado el presidente Donald Trump y el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, abordaron el tema del terrorismo y otros desafíos de seguridad, como los combatientes extranjeros que se suman a Estado Islámico.
Extremismo
Trinidad y Tobago tiene una larga historia de extremismo islamista: un grupo musulmán radicalizado fue el responsable del golpe de Estado fallido de 1990, y en 2012, un ciudadano trinitense fue sentenciado a reclusión perpetua por su participación en un complot para hacer volar el aeropuerto JFK de Nueva York. Los musulmanes representan apenas un 6% de la población, y los combatientes suelen provenir de los márgenes de la sociedad, algunos de los cuales son prófugos de la justicia por otros delitos.
Según los expertos, se trata de personas con pocas oportunidades en un país cuya economía cayó en paralelo con el precio del petróleo. Y según líderes musulmanes locales y autoridades norteamericanas, algunos integraban bandas criminales y se convirtieron o se radicalizaron en prisión, mientras que otros fueron seducidos por imanes locales que estudiaron en Medio Oriente.
Los jóvenes encuentran consuelo en los sitios web extremistas y las redes sociales del islamismo radical. Y también en el llamado a la jihad.
A diferencia de muchos otros países, en Trinidad no es ilegal unirse al así llamado califato, pero el gobierno actual se ha propuesto modificar la legislación al respecto. Según el ex embajador norteamericano John Estrada y el ministro de Seguridad Nacional trinitense, Edmund Dillon, entre 100 y 130 personas viajaron a Siria desde Trinidad, que tiene una población de 1,3 millones de habitantes.
En comparación, unos 250 ciudadanos de Estados Unidos -un país que tiene 240 veces la población de Trinidad- se unieron a los extremistas o intentaron viajar a Siria hasta fines de 2015, según un informe de la Comisión de Seguridad Interior de la Cámara baja del Congreso norteamericano.
Según el ex embajador Estrada, que renunció tras la asunción de Trump, Trinidad es el país del hemisferio occidental con mayor cantidad de habitantes per cápita entre los combatientes extranjeros de Estado Islámico.
"A los trinitenses les va muy bien en Estado Islámico", dice Estrada. "Ascienden rápidamente de rango, son muy respetados y además saben hablar inglés. Estado Islámico los usa como propaganda para esparcir su mensaje en el Caribe."
Juan González, ex subsecretario de Estado para el hemisferio occidental, dice que los trinitenses son el grueso de los combatientes de Estado Islámico provenientes de América latina, lo que potencia el riesgo de ataques solitarios en la región, subraya el ex funcionario.
"Si Estados Unidos sigue arrinconando y derrotando a Estado Islámico, muchos de esos combatientes empezarán a sentir que en Medio Oriente no están seguros", dice González. "¿Están los países del Caribe y Estados Unidos preparados para el regreso de estos tipos? La verdadera vulnerabilidad es ésa", advierte.
González agrega que los pueblos del Caribe no necesitan visa para viajar entre las islas. Nada más fácil, entonces, que viajar a las Bahamas y de ahí dar el "saltito" hasta Florida.
Estados Unidos, que instó a Trinidad a endurecer sus leyes, se ha reunido con líderes de la comunidad musulmana en la embajada norteamericana en Puerto España y también ha pagado la asistencia de varios de esos líderes a talleres antiextremismo en Estados Unidos.
Un país rico en gas y petróleo
- Población: 1.350.000
- PBI: US$ 24.650 millones
- Idioma oficial: inglés
- Ubicada frente a las costa de Venezuela, Trinidad y Tobago es un archipiélago en el Caribe
- El sector energético representa el 40% de su PBI y el 70% de sus ingresos de divisas extranjeras
- En diciembre pasado, el país fortaleció su cooperación con Venezuela en materia energética, con la firma de acuerdos petroleros y gasíferos
- En 2009, el país organizó la V Cumbre de las Amércias, en la que Chávez saludó a Obama y le dijo: "Quiero ser tu amigo".
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